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Tus preguntas sobre los Santos

Santa Cecilia

Las reliquias de Santa Cecilia

Las reliquias de Santa Cecilia

Pregunta: He sido un devoto de Santa Cecilia desde que conocí su historia, y me estaba preguntando si sería posible obtener una reliquia de primera o segunda clase de ella. Sería mi más preciado tesoro si pudiese conseguirla. Filipinas.

Respuesta: Desafortunadamente, la probabilidad de que puedas conseguir una reliquia de Santa Cecilia es prácticamente nula. Según me ha indicado Antonio Barrero, experto en reliquias de Santos, desde los tiempos de Pablo VI el Vaticano no acostumbra a conceder ninguna reliquia de Santos que sean anteriores al siglo V, y si en alguna rarísima ocasión se presta a concederla, lo hace sin la authenticae, es decir, sin el documento que acredita su autenticidad; con lo que las probabilidades de que sea “buena” se reducen notablemente.

Dicho esto, y en mi humilde opinión, creo que no deberíamos conceder tanta importancia a la posesión doméstica y personal de las reliquias. Creo que los cuerpos de los Santos deberían reposar en paz, lo más completos posible, y en iglesias para poder recibir culto público. No necesitamos más para venerarlos y meditar acerca de sus vidas. Que por cierto, la “historia” que todos conocemos acerca de Santa Cecilia, no es más que una leyenda, pues poco es lo que sabemos realmente de ella, salvo su martirio, que sí es auténtico. Para más información puedes leer este artículo:

http://preguntasantoral.blogia.com/2009/030801-santa-cecilia.php

Para acabar, conviene saber que las reliquias de Santa Cecilia reposan en la actualidad en la cripta de Santa Cecilia In Trastevere, en Roma, junto a las de San Valeriano. Siempre vale la pena visitar esta iglesia y yo espero poder hacerlo en un futuro próximo. Bajo el altar, además, está la espléndida escultura barroca de Stefano Maderno, que representa a la mártir en la misma postura en que fue encontrada en su tumba, según descripción del cardenal Baronio, y cuya imagen acompaña este artículo.

Meldelen.

Santa Cecilia, aclaración

Santa Cecilia, aclaración

Pregunta: Leo el artículo sobre Santa Cecilia y confieso que me quedo asombrada. Tengo la sensación de haber sido engañada desde siempre. Podría aclararme de donde y cuando salió la historia que nos han contado siempre sobre Santa Cecilia? Y, porque nos ha contado esta mentira la Iglesia? Soy músico y me gustaría seguir teniendola como patrona. Gracias y perdone mi impertinencia.

Respuesta: En primer lugar, nada de impertinencia, estamos aquí para preguntar y para aprender entre todos. En segundo lugar, nadie le ha engañado, o al menos nadie lo ha hecho intencionadamente. La leyenda de Santa Cecilia, como la de tantas otras santas mártires de la Antigüedad, se redacta varios siglos después de su muerte -no podríamos precisar cuándo, dado que desconocemos la fecha exacta de ésta- y naturalmente, habiendo pasado tanto tiempo, lo que queda de verdad histórica en el relato que se compone es bien poco. Muchas veces, ni el nombre auténtico ha quedado. Se trata de la labor de muchos autores cristianos tardoantiguos y medievales que, deseosos de satisfacer las ansias del pueblo cristiano por conocer más sobre el objeto de su veneración –una mártir, en este caso- recopilan los pocos datos que tienen, que no dan para mucho, y el resto… se lo inventan. Hoy en día esto un método es muy discutible, pero en aquel entonces lo preferían a que un culto muriera por el desconocimiento del santo en cuestión. Y hay que tener en cuenta, que muchas veces la devoción popular y las leyendas que cuenta el pueblo, rellenan más los huecos vacíos que lo que pueda escribir un solo autor.

Es decir, que realmente esto no se hizo jamás con mala intención, sino con el deseo –más o menos comprensible- de no dejar morir la memoria de una persona insigne para la fe. No hay intención de engañar, sino de enriquecer, no es una mentira, sino una leyenda. Es distinto. Realmente de Cecilia Metela no sabemos nada, salvo que fue una mujer admirable porque sacrificó lo más valioso que tenía –su propia vida- por sus ideales cristianos. Esto es lo que realmente importa. Luego, ya conté en el artículo anterior que ha leído de dónde sacaron eso de que podría haber sido músico o cantante, básicamente una mala traducción adornada con los típicos elementos de las actas de una virgen mártir –belleza deslumbrante, castidad admirable, noble abolengo, cuantiosas riquezas, un prefecto muy malvado y milagros entre tortura y tortura- que brilla por su total invalidez como verdad histórica, pero que resultaba hermosa y edificante para ese pueblo ansioso de santos a los que venerar.

Pero esto no es que pase sólo con Cecilia, es que pasa con muchísimas otras santas (y santos) igualmente famosos y queridos. Y aun el patronazgo de Cecilia no es tan descabellado como otros patronazgos, ¿quién sabe si no entonó alguna vez algún himno? En los manuscritos iluminados altomedievales Cecilia ya aparece portando en la mano un pájaro canoro, luego será sustituido por un instrumento de música. Muchas mártires entonaron cantos de alabanza en el momento del tormento o de la muerte y en ese sentido Cecilia podría haber sido una más. Desde luego es una leyenda muy antigua, que ha tenido gran éxito, pero insisto, no fue formándose para engañar, sino para hacer sobrevivir el recuerdo de la mártir.

Por lo demás, no veo por qué no pudiera seguir celebrándola como patrona de la música, eso es lo que la ha mantenido “viva” durante todo este tiempo, sin ello, su memoria se habría perdido. ¿Qué más da que nunca tocara un arpa o que no se le diera bien cantar? Lo importante es su recuerdo, siga celebrándola; porque los músicos sois el último baluarte de su memoria. Bien se le puede pedir a Cecilia que sea esa Musa cristiana que inspira y protege a los artistas, como hacían las nueve Musas paganas de la Antigüedad, que tampoco tocaban instrumentos, pero sí inspiraban y protegían a los que los tocaban.

Meldelen

Y yo, simplemente añadir que la Iglesia, en cuanto a magisterio y doctrina, no se mete en estos asuntos. La iconografía, las leyendas, los martirios y patronatos, pertenecen al pueblo que ha ido alimentando estas historias, ejemplo clarísimo es cuando nos dicen que "a Santa Lucía le arrancaron los ojos" o, peor aún "ella misma se arrancó los ojos porque le gustaban a uno que quería ser su esposo", lo cual es invento añadido por la gente a la leyenda "oficial"; o el caso de Santa Filomena, con una leyenda recién inventada en pleno siglo XIX, delante de nuestros ojos y creída por tantos. La Iglesia, simplemente encauza la devoción a un santo hacia su fin: Cristo; y admite que no hay nada pernicioso en tal o cual culto o leyenda. Y, como no tenemos nada en contra de Cecilia y la música, ponemos esta bellísima pintura de Josephine Calamatta.

Ramón

Santa Cecilia

Santa Cecilia

Una de las santas mártires más conocidas y veneradas a lo largo de la historia cristiana ha sido Cecilia Metela, Cecilia de Roma. Universalmente reconocida como patrona de la música, ya tenía una amplia veneración y reconocimiento por parte de la comunidad cristiana en el siglo IV de nuestra era. Pero, ¿sabemos realmente quién fue esta mártir tan reverenciada?

Partiendo de que no se conoce la fecha exacta de su martirio, a ello hay que añadir que sus actas, legendarias y sin la menor credibilidad histórica, fueron redactadas varios siglos después del marco propuesto para su muerte –entre los siglos I y III-; como suele suceder en la mayoría de casos. Por lo tanto es poco creíble la tradición, que nos habla de una encumbrada dama romana, prometida en matrimonio a un esposo al que no sólo convirtió al cristianismo, sino al que convenció de no tener trato carnal alguno, manteniéndose virgen pese a su condición de casada. Contempló el martirio de su esposo Valeriano y del hermano de éste, Tiburcio, antes de ser ejecutada ella misma, poniendo a disposición de la comunidad cristiana su casa y todos sus bienes. Parece ser que la asociación con los mártires Valeriano y Tiburcio se debe tan sólo a que ellos fueron enterrados junto a ella en las catacumbas donde serían hallados mucho tiempo después, por lo que la leyenda, aunque bella y edificante, no nos dice nada de la Cecilia histórica.

Para más inri, también su asociación con la música es totalmente errónea. Probablemente una mala traducción del pasaje "cantantibus organis illa in corde suo decantabat"  llevó a pensar que era ella la que estaba tocando el órgano, lo cual es ridículo teniendo en cuenta que dicho instrumento no existía en la Antigüedad. En realidad, el pasaje parece aludir a que, mientras sonaban los instrumentos (¡no el órgano!) de música (en el día de su boda), ella cantaba al Señor en su corazón. Se ha querido arreglar este desastre poniéndola como cantora, o dándole instrumentos más propios de la época, como arpas o liras; pero lo cierto es que todo esto es pura inventiva y es muy poco probable que en la educación de una respetable matrona romana estuvieran incluidos el canto y la música, más propios de esclavos. Por último, hay quien propone que quizá organis hiciera referencia a los instrumentos, no de música, sino de tortura (“y mientras la torturaban, ella cantaba al Señor en su corazón”); lo cual es bellísimo, pero igualmente ridículo: a una matrona de su alcurnia jamás se la hubiera sometido a tortura, pues la ciudadanía romana la preservaba de ello.

En resumen, es muy poco lo que sabemos con certeza de una de las mártires más conocidas y omnipresentes en la cultura cristiana. Todo cuanto creemos saber sobre ella, no es más que una bella construcción romántica y piadosa de la época tardoantigua. Mientras tanto, nuestra pobre Cecilia sigue cargando con instrumentos de música allá donde va, y si no fuera por esto, quién sabe si haría tiempo que hubiera sido olvidada como tantas otras. Bienvenido sea, pues, tal error, y sigan invocándola los músicos, para que su memoria no se pierda.

Meldelen