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Tus preguntas sobre los Santos

Santa Eulalia

El problema de las dos Eulalias

El problema de las dos Eulalias

 

Probablemente uno de los temas más controvertidos en hagiografía antigua sea el de las dos Eulalias, que podría expresarse en diversas preguntas: ¿existen dos Santas Eulalias, tal y como dice el Martirologio? Si no es así, ¿cuál es la verdadera? ¿Cuál es la falsa? ¿Es una única figura que se desdobló en dos personajes distintos? ¿Hasta qué punto podemos estar seguros de la existencia de alguna de ellas, o de las dos? Y daría para un largo etcétera. Oficialmente el Martirologio romano distingue dos Santas Eulalias: una en Mérida (10 de diciembre) y la otra en Barcelona (12 de febrero). Veamos similitudes y diferencias entre una y otra para caracterizarlas mejor.

Similitudes

1.- Ambas son vírgenes y mártires en la Hispania romana.
2.- A ambas se les atribuye una corta edad (12-13 años) y el nombre de Eulalia (en griego, “la bien hablada”).
3.- Ambas abandonaron la casa paterna en secreto para presentarse ante el pretor y recriminarle duramente la persecución cristiana. Ambas tienen un talante serio y prudente, de ahí lo de “bien hablada”. 
4.- Ambas fueron torturadas con el hierro y el fuego, lo que resulta incoherente con el hecho de que ambas fueran hijas de una familia senatorial local, por tanto, de alta posición.
5.- A ambas, en el momento de morir, les salió una paloma por la boca, simbolizando el alma, que remontó los cielos en vista de los espectadores.
6.- Tanto en Mérida como en Barcelona nevaba copiosamente en el momento del martirio, y luego la nieve cubrió los cadáveres de ambas, expuestos públicamente, vistiéndolos de blanco. Sin embargo esta circunstancia se menciona más a menudo respecto a la mártir de Barcelona, que quedó mucho tiempo colgada de la cruz.

Diferencias

1.- A una se le atribuye el martirio en Mérida (Emerita Augusta) el 10 de diciembre, y a otra en Barcelona (Barcinona) el 12 de febrero. 
2.- La de Mérida se ubica en la persecución de Maximiano (236), y la de Barcelona en la de Diocleciano (303).
3.- La de Mérida fue desgarrada con garfios y quemada viva con antorchas, la de Barcelona, aunque también desgarrada y quemada, murió crucificada. Es por eso que la primera lleva un horno en alusión a su muerte y la segunda una cruz o un ecúleo, patíbulo de tormento.
4.- La de Mérida fue al martirio acompañada de una joven amiga, o esclava, de nombre Julia, que tan sólo se menciona una vez; la de Barcelona marchó sola al suplicio.
5.- La de Mérida fue juzgada por un gobernador llamado Calpurniano, la de Barcelona, por el famosísimo Daciano. Sin embargo esta diferencia a veces se suprime, siendo las dos juzgadas por Daciano en algunas versiones.
6.- De la de Mérida se nos dice que su padre se llamaba Liberio y fue instruida por un cristiano llamado Donato; los padres de la de Barcelona son Fileto y Leda. Pero de todos dice que luego fueron mártires.

Viendo estas semejanzas y diferencias, y teniendo en cuenta el estado actual de la investigación hagiográfica, es muy difícil discernir si realmente han existido estas dos mártires, o se trata de un doble relato del martirio de una única persona. En 1958 fue publicado en Roma un estudio muy serio a favor de la existencia de las dos Eulalias: “Santa Eulalia de Barcelona, revisión de un problema histórico”, por Fábrega Grau. Sin embargo, estas conclusiones no fueron aceptadas por los bolandistas, que en su tomo 77 de la Analecta Bollandistae, publicada un año mas tarde, fueron tachadas de inconcluyentes.

¿Qué creer entonces?
Nadie pone en duda la existencia de Eulalia de Mérida, porque existen evidencias de un culto antiquísimo. Ya en el año 405 Prudencio habla de una basílica construida sobre su sepulcro en Mérida y dedicada a ella, en honor de la cual escribió su tercer himno del Peristephanon. Hay testimonios posteriores de los siglos V-VI en adelante: un sermón de San Agustín, el Martirologio Jeronimiano, el de Cartago, San Gregorio de Tours, un mosaico en San Apolinar de Rávena…  muy interesante es el Martirologio Jeronimiano, donde se menciona a la mártir emeritense los días 10, 11 y 12 de diciembre y atención, también el 12 de febrero… fecha en la que se fijará posteriormente la fiesta de la mártir de Barcelona.

De esta última no existe ninguna referencia hasta el s. VII, mencionada por primera vez en la passio de Santa Leocadia, y por tanto, de testimonios muy posteriores a los de la Eulalia emeritense. El culto de Eulalia de Barcelona arranca a partir del siglo VII, insisto, cuando el obispo Fulgencio de Barcelona en 656 le dedica el himno Fulget hic honor sepulchri. Y en el año 878, en el siglo IX, son encontradas sus reliquias. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las passios de las dos Eulalias son redactadas en el siglo VII, aunque la de Barcelona parece copiada de la de Mérida, que a su vez se inspira únicamente en el himno de Prudencio. Estos relatos aumentan y multiplican exageradamente los tormentos enumerados por el poeta, componiendo un relato macabro y horrendo en el que lo verdugos se ensañan brutalmente con la niña hasta prácticamente destrozarla.

En resumen:
todos los testimonios apuntan a que los datos respecto a Eulalia de Mérida son anteriores cronológicamente a los de Eulalia de Barcelona, de ahí el escepticismo de los bolandistas respecto a la existencia de dos santas, ya que parece (pareceee, repito) que la segunda sea un desdoblamiento de la primera. Sin embargo, la serie de semejanzas y diferencias que he apuntado son datos de unas passio que son del siglo VII, cuando ambas (o una sola) fueron martirizadas en el siglo IV, y por tanto no resulta demasiado fiable apoyarse en ellos ni para decir que son dos, ni para decir que son una sola. El misterio, a día de hoy, sigue sin resolverse. Y mientras tanto el culto a esta(s) pequeña(s) mártir(es) se ha difundido enormente en España y Francia, donde los fieles no siempre tienen muy claro cuál es cuál, salvo, obviamente, los de Mérida y los de Barcelona.

(En la imagen, vidriera de la iglesia de Santa Eulalia en Genille, Francia, donde se ve a la mártir ante el gobernador. La he escogido porque puede ser tanto una Eulalia como la otra; en Francia no las diferencian).

Meldelen

 

Las reliquias de Santa Eulalia

Las reliquias de Santa Eulalia

Pregunta: Tenia entendido que el cuerpo de Santa Eulalia se encontraba en el sepulcro que hay en la Catedral de Barcelona, sin embargo en una de las tiendas adyacentes al claustro me dijeron que no, que su cuerpo esta realmente en el convento de una localidad no muy lejos de Barcelona (no recuerdo el nombre). ¿Estaran divididas tambien aqui sus reliquias? Aunque se habla de cuerpo entero, mas o menos... España

Respuesta: Todos tenemos entendido lo mismo que tú: el cuerpo de Santa Eulalia, virgen y mártir, está en la cripta de la catedral de Barcelona, guardado en un sepulcro de alabastro (ver imagen adjunta). Personalmente, la afirmación de esa persona que estaba en la tienda de las estampitas (sí, yo también he estado allí) no me satisface, y tras consultarlo con mi amigo Antonio Barrero, experto en reliquias, ambos estamos de acuerdo en que no tiene ningún sentido creer que no estén las reliquias de la Santa allí. En esa cripta siempre arden las velas en honor a los restos de la mártir, y se celebran misas de continuo con gran reverencia hacia el sepulcro de la Santa. Nadie haría algo así por un sepulcro vacío.
Las reliquias de la mártir estuvieron durante mucho tiempo en la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona, pero después de muchos traslados, han quedado definitivamente en la cripta de la catedral desde el año 1339 nada menos. Es probable que la persona que te dijo eso estuviera poco actualizada, y quizá en algún momento las reliquias estuvieron guardadas en ese convento que dices por seguridad (por ejemplo, durante la Guerra Civil), pero desde luego que actualmente están en la catedral de Barcelona.

Cabe decir, sin embargo, que en la iglesia de Santa Eulalia en Montpellier (Francia) se venera un cráneo dicho de Santa Eulalia. Es posible, por tanto, que las reliquias de la mártir no estén completas en Barcelona (yo no he visto el interior de la urna para confirmar que está descabezada) y que a saber cómo llegó la cabeza de la chica hasta Montpellier (por cierto, me da una rabia acordarme de esto, yo estuve allí y no sabía de la existencia de esa iglesia, ni de su reliquia, me fui sin verla).

Y ya de paso, recordar que el tema de Santa Eulalia sigue actualmente en debate. Los Bolandistas, principales investigadores en hagiografía, todavía no han logrado esclarecer si, como tradicionalmente se acepta, hay dos mártires hispanas llamadas Eulalia (una en Barcelona, la otra en Mérida) o si son la misma persona, que por avatares de culto y tradición se desdobló en dos figuras distintas. Esto complicaría el tema de las reliquias, pero como digo aún está sin resolver.

Resumiendo: que hasta donde sabemos, Eulalia sigue reposando en la cripta de la catedral de Barcelona, ande o no su cabeza por Montpellier.

Meldelen

Santa Eulalia de Mérida

Santa Eulalia de Mérida

Pregunta: Me gustaría conocer cosas sobre ella. He encontrado pocos datos pero en algunas fuentes se dice que nació en Mérida, en otras en Ponciano, cerca de Cáceres. Se sabe que su padre era Liberio, no sé si también murió martir. ¿Qué sabemos de la madre? ¿Tenía hermanos? Dicen que con ella murió una amiga o sirvienta llamada Julia, ¿por qué no se conoce nada de ella? Aparecen también un tal Félix y un tal Donato, que debían ser sus sacerdotes o quiza el obispo Donato. ¿También murieron mártires? Agradecida de antemano. España.

Respuesta: Vayamos por partes. Aunque Santa Eulalia de Mérida es una de las mártires hispanas más conocidas de la Antigüedad, no se tienen muchas certezas respecto a su vida, ya que bebemos casi exclusivamente de la tradición. Con que diga que hasta la fecha no está absolutamente claro si se trata de la misma Santa Eulalia de Barcelona, o existen dos Eulalias, es suficiente para hacerse una idea de lo complejo del tema.

Dicho esto, decir que se acepta generalmente que Eulalia nació y murió en Emerita Augusta, hoy día Mérida. Que tradiciones piadosas o locales sitúen su nacimiento en otras partes responde tan sólo a la existencia de un culto muy antiguo en estas zonas, pero que no tiene ninguna otra base. Por ejemplo, hay autores extranjeros que sitúan erróneamente el nacimiento y martirio de Eulalia de Barcelona en Francia, pero eso es porque allí también hubo un culto muy antiguo y acabaron haciéndola compatriota.

Se dice también que Eulalia (de nuevo hablamos de la de Mérida) era hija de un ilustre patricio llamado Liberio. Pero por mi parte no le daría demasiado crédito (a lo de patricio, digo). Esta niña fue víctima de un proceso de tortura atroz y murió quemada viva, algo que jamás se le haría a la hija de un patricio: hay que tener en cuenta que las clases altas romanas, que gozaban de la ciudadanía, tenían una serie de derechos entre los cuales estaban  el ser exentos de tortura (salvo flagelación) y de una muerte ignonimiosa, es decir, toda aquella muerte que no fuese a espada o a golpe de hacha. Tal es mi razonamiento, que no fuerzo a nadie a aceptar, pero que tiene su lógica de acuerdo con lo que conocemos acerca de la legislación y el mundo jurídico romano. Es verdad que en el siglo IV la ciudadanía ya había sido extendida a todos los habitantes del Imperio, pero esto no cambia en que hubiese una diferencia de trato entre las clases pudientes y la gente del pueblo.

Sobre si el padre murió mártir, sobre quién era su madre, o sobre si tenía hermanos, no se sabe nada de nada. No hay la menor mención a ello. Hay que tener en cuenta de que las actas de los mártires, salvo aquellas que vienen de los documentos judiciales originales redactados por los asistentes del magistrado (que son bien pocas), datan de una época muy posterior al martirio en sí, a veces hay siglos de diferencia. Dudo que esos datos se conociesen y en algún momento dejaron de ser importantes. Pero en general la passio legendaria da a entender que era hija única, al intentar sus padres recluirla en su villa lejana a la ciudad para que no acudiese al pretorio por su cuenta.

Sobre la compañera llamada Julia, es difícil de nuevo precisar nada. En la mayoría de versiones no se la menciona. En otras, dicen que era amiga, o esclava (no debe decirse sirvienta, no había “sirvientes” en la Antigüedad) de Eulalia, y que la siguió en su martirio, padeciendo sus mismos tormentos y muriendo del mismo modo que ella. Pero nada más. Dependiendo de versiones, también varía la figura del juez, que en las más conocidas es el famoso gobernador Daciano, y en otras es un juez llamado Calpurniano. Todo ello nos conduce a lo mismo: no tenemos datos ciertos, sino diferentes versiones legendarias que no añaden más salvo incertidumbre.

Ahora hablemos de Donato y Félix. Donato es, según la tradición, el sacerdote que la instruyó en la fe, la bautizó y se encargó de su dirección espiritual. No hay más, que yo sepa. En cuanto a Félix, hasta donde yo sé, no veo ningún Félix mencionado aquí; si acaso es San Félix de Gerona, que se menciona en la passio de Eulalia de Barcelona, el cual se encontró con la comitiva que llevaba a enterrar a la mártir y, haciendo una reverencia hacia ella, exclamó: “Tú, señora, has merecido antes que yo la palma del martirio”, y la tradición dice que entonces el cadáver de Eulalia le dedicó una amplia sonrisa. Pero esto no tiene que ver con Eulalia de Mérida, si es que realmente son dos santas distintas. Si se trata de este Félix, sí, murió mártir poco tiempo después, por lo que respecta al tal Donato, no tengo información acerca del mismo.

Como puede ver el tema es muy complejo y todo ello se deriva a que, repito, tan sólo bebemos de fuentes tradicionales y piadosas. No creo que podamos ir más allá de esto, al menos mientras no logren esclarecer los Bolandistas el tema de las dos Eulalias.

Por lo demás, y por no alargar más la respuesta, lo que tenemos de ella es que era una niña emeritense, que, con Julia o sin Julia, se presentó por su cuenta ante el magistrado (Daciano o Calpuriniano) y cuya dura condena de la persecución y negativa a sacrificar a los dioses (que fue acompañada de una profanación del altar, al arrojar las ofrendas al suelo) fue seguida de una serie horrenda de torturas y finalmente fue quemada viva, con antorchas, o dentro de un hornillo, que se ha convertido en su atributo principal y que contribuye a distinguirla de Santa Eulalia de Barcelona, al menos en cuanto a iconografía se refiere.

(En la imagen, la Santa tal cual se venera en Mérida, vestida de blanco para el día de su fiesta, el 10 de diciembre).

Meldelen

Santa Eulalia de Barcelona

Santa Eulalia de Barcelona

Pregunta: Explícame si, después de la tortura en el ecúleo, Santa Eulalia fue crucificada. Verdad que la posición de su cuerpo es casi la misma en los dos casos. Brasil.

Respuesta: No parece claro, por lo que se deduce del texto literal de su "passio", si después del tormento en el ecúleo fue crucificada. Lo que se da a entender es que la niña fue extendida en este caballete en forma de X para ser azotada, desgarrada y quemada; y que, habiendo muerto en el tormento, su cuerpo fue dejado allí a la vista de todos como escarmiento público, porque había osado injuriar al pretor. La iconografía, desde luego, rarísima vez presenta a Santa Eulalia crucificada, y cuando lo hace, se trata de obras por parte de autores extranjeros que hicieron una interpretación muy diferente del texto, según la cual, tras el tormento, la habrían crucificado a la vista del pueblo. Yo, por mi parte, creo que tendemos a confundir el ecúleo con la cruz, apareciendo ese extraño elemento llamado “cruz en aspa” o “cruz de San Andrés”, que, personalmente, creo que no existe, sino que sería el propio ecúleo. Es decir, que San Andrés sería atormentado en este dispositivo y moriría en él. Ciertamente es extraño que una cruz en aspa se sostenga de pie, porque no hay modo de hincarla bien en el suelo, en cambio, el ecúleo tenía todo un armazón de soporte.

Yo prefiero acogerme a la interpretación “purista” del texto: Eulalia murió en el ecúleo, y si la dejaron allí colgando o la clavaron en una cruz para mostrar el cadáver, ya no lo sé; aunque me parece absurdo tomarse semejante trabajo (es decir, crucificar) con un cuerpo que ya está muerto. Era mucho lo que se desperdiciaba, madera, clavos, y trabajo de clavar y desclavar, todo en vano. La cruz no aparece en ninguna representación hispana de Santa Eulalia, como digo, el instrumento que siempre, siempre lleva con ella, es el ecúleo. Y dado que ya se ha averiguado, gracias a recientes excavaciones arqueológicas en Israel, cómo era una verdadera crucifixión, parece que la cruz en aspa es sólo una malinterpretación del propio ecúleo, que, según el P. Rivadeneira, también tendría funciones de potro, al poder ser los cuatro brazos del mismo extensibles mecánicamente.

Otra cosa curiosa que destaco, y no tiene que ver directamente con la pregunta, es que el tema del ecúleo es una interesante distinción entre Santa Eulalia de Barcelona y Santa Eulalia de Mérida, cuyo desdoblamiento no es un asunto resuelto todavía: en la passio de la niña mártir de Mérida, el ecúleo no es mencionado en ningún momento, ni tampoco ninguna crucifixión.

(En la imagen, relieve del sepulcro de la Santa en la catedral de Barcelona, donde aparece torturada en el ecúleo. La leyenda, en catalán, dice: Santa Eulalia, orad por nosotros”).

Meldelen