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Tus preguntas sobre los Santos

Santidad y homosexualidad

San Sebastián y la homosexualidad

San Sebastián y la homosexualidad

Esta es una pregunta que hace mucho tiempo ronda por el teclado (antes se decía "estaba en el tintero"), para la cual he necesitado tiempo y oración, para responder con la mayor rigurosidad posible. Varias veces he estado a punto de publicarla, la reviso y la guardo. Es un tema polémico, que tiene varias aristas y que espero suscite opiniones, que si no... será cosa vana.

Pregunta: Mi cuestión es con respecto al tema de los santos y los homosexuales, por una entrada que e visto en su blog donde hace referencia a ello. La verdad es que su respuesta es única y entiendo que arriesgada, siendo un blog católico. Yo le pregunto la razón de por qué San Sebastián es patrón de los homosexuales y si de verdad esto puede ser, que los homosexuales tengan un santo patrón. España.

Respuesta: Es verdad que es un tema delicado y que hay que tener cierto desprejuiciamiento y valentía para acercarse a él estando en el justo medio, por ello, no entraré en la moralidad o no de la homosexualidad, no es tema de la pregunta al menos explícitamente. Aunque sea un blog católico, mi página es sumamente personal, no da respuestas "de libro", salvo raras ocasiones y es, ante todo, un diálogo con el que lee. Este es su sentido y no otro, por ello repito siempre que no es un blog doctrinal ni pretende ser tenido como materia de fe, ni como opinión oficial de la Iglesia, sino mía.

Entrando en materia, lo primero que vamos a desmenuzar es lo que es un patrón, el porqué y si los homosexuales pueden tener un patrón o no:

Aunque los patronatos de los santos nazcan y sean alentados por los hombres desde muy antiguo, no solamente son cuestión humana, sino que brota y halla su sentido en eso que llamamos la "comunión de los santos", o sea, la comunicación de bienes espirituales entre los cristianos vivos y los que viven en la presencia de Dios; o sea, los santos. Esta comunicación de bienes es expresión de la comunicación que Dios tiene con nosotros y en esta encuentra su fundamento. Resumen, la protección de los santos tiene como base, la misericordia y amor de Dios: son una muestra más de ello.

Visto esto, hay que preguntarse sobre la dinámica de la protección: ¿Por qué nos protegen los santos? ¿Porque lo meceremos? ¿Porque esperan algo de nosotros? Pues los santos nos protegen simplemente porque sí, porque viven de amor y actúan por amor, sabiendo de nuestras necesidades. Y es en estas necesidades donde entra nuestra manera de ver los patronatos y como los hemos clasificado (a los hombres nos fascina encasillar, clasificar, listar todo) según nuestras formas de ver. Los hemos hecho protectores de la salud, profesiones, lugares, estados de vida... llegando a veces a los extremos de pensar que, salvo esos patronatos, los santos "no sirven" para otras cosas, y no nos damos cuenta que más que ser una realidad divina, es una obra humana lo de los patronatos y sus asignaciones, pero este tema ya lo he tocado más de una vez y puede leerse en la página.

Entonces, los homosexuales pueden tener patrón? Por supuesto que sí, y lo defiendo:

Primero, los santos portegen a las personas, no a sus condiciones fisicas, laborales o morales. Por ejemplo, San Eloy es patrono de los herreros, no del arte de herrar, esta no necesita patrono alguno. La herrería existirá mientras haya herreros, cuando estos no laboren, se acabó el patronato. O sea, el protegido es el hombre, no sus actividades. Las santas Magdalena y Thais protegen a las prostitutas (la coletilla de "convertidas" no me gusta). Las santas no protegen su forma de ganarse la vida, sino que, a pesar de ello, las protegen de los peligros a los que puedan verse en dicha función. San Luis Gonzaga es patrono de los enfermos de sida, pero ¿sólo de los heterosexuales?, ¿sólo de los que se infectaron por una jeringa?, ¿de los que fueron engañados por sus parejas?... No, es patrono de todos, independientemente de la forma de adquisición de la enfermedad y la moral de cada uno de los enfermos. Protege a la persona y punto.

Segundo, un santo no tiene que identificarse con el patronato que le han achacado. Más ejemplos, Santa Lucía es patrona de los fabricantes de colchones, y jamás hizo uno... Santa Bárbara es patrona de la artillería y, hasta donde sepamos, no era pistolera. Son simples alusiones, a veces sacadas por los pelos: San Joaquín y Santa Ana son patronos de los mineros, porque de ellos brotaron las más perfectas joyas: Jesús y María. Vaya si no es un patronato poético y peregrino este...

Tercero y más importante, si la Encarnación y la Salvación traídas por Cristo son para todos, si Dios vela por cada uno de sus hijos (aún no gustándole lo que hagan de sus vidas)... ¿como podemos decir que los santos no protegen a una persona por su condición homosexual? Tal vez necesiten más protección, y si así fuera, la tienen de seguro. Si el amor, la compasión y la bendición de Dios no tienen límites, como podemos limitarlos nosotros mismos? Podremos estar o no de acuerdo con la vida que lleven las personas, podremos negarles ayuda, cariño y amistad, pero no asumamos que Dios haga lo mismo. El hace salir el sol para todos, y todos, son todos.

Imaginemos un homosexual relacionado con la hostelería y el submarinismo. ¿Sería protegido por Dios y Santa Marta del hotel hacia dentro; o sería protegido por San Clemente sólo cuando se sumerge? Y no sería protegido fuera de ahí, no obtendría la bendición de Dios y sus santos por ser homosexual... Esta visión "separadora" expresa la no comprensión del misterio de Dios, de la Comunión de los Santos, que no depende de nuestras capacidades sino de la bondad de Dios. Es por ello que insisto tanto siempre en que estas clasificaciones responden más a nuestra mentalidad cuadrada que a la liberalidad de Dios.

Y con respecto al patronato de San Sebastián, es simplemente por la belleza de su cuerpo en el arte a través de los siglos. Junto a Cristo ha sido el cuerpo varonil más representado en el arte, a veces con una sensualidad y una belleza realmente impresionantes. Este es el motivo de tal patronato ¿Que es muy poco espiritual? Lo comparto, creo que se basa en un gusto y afición sensual y me gustaría que hubiera sido por otro motivo, de índole más espiritual. Si Sebastián protege a los homosexuales, no es ni porque apoye la homosexualidad como ente, ni porque lo haya sido, simplemente porque se lo piden y él responderá como sea conveniente a la voluntad divina.

Patrón de Mexico y una cuestión espinosa

Patrón de Mexico y una cuestión espinosa

Pregunta: Perdón por ser tan preguntón. Pero me gustaría saber aparte de la Virgen de Guadalupe quien más ostenta el patrocinio de México, y si existió algún santo que antes de serlo hubiese sido homosexual...Gracias. Bendiciones de Dios para todos.

Respuesta: Hola. Además de la Virgen de Guadalupe, es patrón de México San Felipe de Jesús, franciscano mártir, nacido en México y martirizado en Japón. Y las mismas bendiciones para ti

Con respecto a la otra pregunta, pues tengo que decirte que no lo sé, y dudo que alguien lo sepa. Como comprenderás, no es algo que a ningún hagiógrafo de antaño le interesaría poner en una leyenda de santo, y en los santos más modernos, lo mismo. Por otro lado, es algo que si se vive normalmente se lleva escondido, por tanto es imposible saberlo. Te digo esto porque no sería nada escandaloso que alguien con tendencias homosexuales pueda estar en el cielo e incluso estar en el santoral. Sé que estoy casi firmando una sentencia de muerte con decir esto, pero me apoyo en lo siguiente siguiente:

El Catecismo de la Iglesia y lo que dice sobre la homosexualidad:

2357 (…) Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado.
O sea, la Iglesia no pretende explicar las causas ni las condiciones en que se desarrolla la homosexualidad, entre otras cosas porque son diversas y cada persona es un mundo. Que haya psicólogos católicos, sacerdotes, grupos de “rehabilitación de homosexuales” inspirados en el Evangelio y la fe católicas, no quiere decir que lo que digan sea doctrina eclesiástica, y lo mismo ha de decirse de declaraciones personales de pastores o fieles.

Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (Cf. Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (CDF, decl. "Persona humana" 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.

Está claro, las relaciones íntimas homosexuales no reciben aprobación, sobre todo por un sentido que tiene la sexualidad: la transmisión de la vida. El texto es claro, aunque más adelante se matice.

2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.

Este punto y el siguiente son los más interesantes, porque la Iglesia, más que al concepto, atiende a la persona homosexual, y también es tajante al decir se hay que respetarles, con todo lo que ello implica. Invita a no emitir juicios sobre la persona (ya sabemos que nadie debe emitir juicios sobre otras personas, aunque una condición de su vida sea verdaderamente contraria a la fe), además, esos juicios, críticas, desprecios y humillaciones, llevados por amor de Dios, pueden servirles de escala para alcanzar esa unión con Él, según se desprende de las palabras "unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición". Una cosa es determinada condición, vicio, defecto, y otra es la persona que las padece y las vive, aquella podrá parecernos horrible, pero la persona tiene que ser amada ¡si lo hace Dios, como no hacerlo nosotros!

Incluso la Iglesia es más comprensiva (repito, con la persona) y acepta que el unir la condición homosexual, como sacrificio junto a Cristo, puede ser causa de redención, como puede serlo un defecto, una enfermedad, la pérdida de un ser querido. Y más aún, hace el hincapié de “si son cristianos”, porque pueden serlo con pleno derecho, la Iglesia no les niega la participación de la vida cristiana, incluso sacramental, al homosexual que vive en castidad (de seguro más de uno conocemos a más de un homosexual que participa en nuestras parroquias).

2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad…
Y, aclaro, la castidad que se les pide, es la misma que a los que somos heterosexuales.

… mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.

Y llegamos al meollo de la pregunta: ¿puede haber algún santo que hubiera sido homosexual? Pues la Iglesia nos dice que practicando las virtudes cristianas, pueden y deben llegar a la perfección cristiana, configurándose con Cristo y eso, queridos lectores, es la Santidad. Hay que acabar de entender de una vez que la santidad no llega un día y punto ¡ya soy santo! Es todo un proceso (lo cual es precisamente lo que le hace rico y apasionante). En las vidas de santos se leen momentos fuertes de conversión (Santa Teresa, San Juan de Dios, San Camilo de Lelis…) pero eso no implica que desde ese momento hayan sido impecables y los pecados desaparezcan; antes bien, cada pecado cometido luego de esa conversión les parece más grande, más doloroso y ese arrepentimiento les acerca más a Cristo, lo cual es lo que les hace más santos. La santidad no se alcanza definitivamente sino en la presencia de Dios, en la gloria. Asimismo, la persona con tendencias homosexuales no está exenta de caer, luego de iniciado un proceso de conversión y santidad; cada experiencia puede llevarle a tener más prudencia y ascender a Dios. ¿Que es un combate difícil? Sí, y que vida, si se quiere sea santa, no lo es?

Yo, y ya esto es mi opinión, creo que sí puede haber y más de uno, que haya llevado su inclinación homosexual en castidad y haya alcanzado la santidad. Eso no quiere decir que apoye las teorías de que si San Agustín (por sus llamativas expresiones sobre una relación con un amigo), San Juan de la Cruz (por su sensibilidad a flor de piel) y otros más lo hayan sido, no. Sobre todo porque eso nadie lo sabe y achacarles algo de lo que no se conoce no es correcto. (Y por eso mismo no pongo imagen de santo alguno, sino una alegoría de la vida cristiana).

Y para terminar: un aviso a los "listos”:
Al poner textos del Catecismo no pretendo decir que mi opinión es válida porque la avalo con esos textos. Es al revés: De los textos de la Iglesia, que son los válidos, conformo una opinión que, por supuesto, puede estar errada. Nadie tiene que compartir lo que digo aquí, no soy yo el infalible: Es el Santo Padre y la Iglesia, en comunión con él.

¿Santos homosexuales?

¿Santos homosexuales?

P: Realmente ya no se sabe con que te saldran, la verdad yo ya habia oido cosas así, recuerdo que en especial decian que la Virgen Santisima era Venus, Atena, Iris, Pachamama y otras falsas diosas solo que cristianizada.

Yo le pediria por favor que me contase un poco mas sobre la vida de las Santas Perpetua y Felicidad y tambien de los Santos Sergio y Baco , a pesar que hoy en dia se calumnia mucho a estos 4 santos en especial por aquellos que tienen extrañas inclinaciones, yo considero que son un ejemplo de amistad santa.

R: Es cierto que muchos estudiosos han hecho comentarios de este tipo, pero hay que diferenciar bien las cosas: lo que tienen en común Venus, Atena, Iris, Pachamama y la Virgen María es la función que desempeñan dentro de una religión: la de una figura femenina, protectora y maternal, que vela por los mortales e intercede por ellos, a veces madre divina, otras guerrera protectora, etc. Pero decir que la Virgen es una Venus cristianizada o cualquier otra diosa cambiada a la iconografía cristiana es una barbaridad. La Virgen es la Virgen al igual que Venus era Venus. El reinado de aquéllas acabó porque las religiones que las veneraban murieron o fueron extinguidas, pero no tienen prácticamente nada en común unas con otras, cada una pertenece a su mundo e ideario, aunque a veces el papel que desempeñaban fuera muy parecido. Y la Virgen por tanto tampoco tiene que ver con ellas, y aún menos, porque la Virgen no es una diosa, como todo cristiano debe saber.

 

En cuanto a las Santas Perpetua y Felicidad (en la imagen), estoy al corriente de que el colectivo de lesbianas ha tratado de reivindicarlas como patronas al suponer, por su relato, que tenían esa misma inclinación sexual. Yo, desde mi profundo respeto a todos los homosexuales, digo que su búsqueda es legítima (en mi estricta opinión personal, que no deseo vincular a este blog ni a su administrador, Ramón), pero que ni Perpetua ni Felicidad responden en absoluto a lo que ellas buscan, simplemente han malinterpretado la información que tenemos.

Vibia Perpetua era una joven dama de la Cartago romana, perteneciente a una clase acomodada, como se deduce de su doble nombre, aunque no gozaba de los beneficios de la ciudadanía romana, como se deduce de su muerte en la arena. Estaba casada y tenía un niño al que aún le daba el pecho (lo que solía ocurrir hasta los 3-4 años de edad en aquel entonces). Detenida por las autoridades romanas, se la quiso forzar a sacrificar, y estuvo sometida a una gran presión porque su anciano padre se empeñó en salvarla una y otra vez, hasta el punto de exponerse al castigo físico por parte del prefecto, cosa que atormentaba a Perpetua, pero que no la hizo ceder. Encerrada en la cárcel, se le permitió amamantar a su hijo hasta el momento de su muerte.

Con ella fue encerrada una joven esclava llamada Felicidad, que a la sazón estaba embarazada de ocho meses. Se ha dicho que era la propia esclava de Perpetua, es muy posible. En la cárcel dio a luz una niña que entregó a la comunidad cristiana y luego ambas, con el resto de cristianos que estaban encerrados con ellas, fueron sentenciadas a morir entre las fieras. El relato es verídico porque fue dictado de palabra por la propia Perpetua, y después por quienes vieron el suplicio, y constituye una de las escasísimas fuentes irrefutables en cuanto a actas de martirio, por su veracidad e historicidad.

Las muestras de afecto que aparecen entre la joven libre y la esclava son, como bien ha dicho, amistad santa, yo diría también que son el ideal de amor fraternal que entonces –aún- tenían los cristianos entre ellos, y realmente no hay nada que permita ver más allá de eso. Es perfectamente comprensible también, que en el momento de la tortura y de la muerte, te aferres con desesperación a quien está contigo, sufriendo igual que tú, y semejante sentimiento no tiene nada que ver con la homosexualidad, sino con la tragedia que supone la muerte bárbara e injusta de varios inocentes. Los abrazos y los besos fraternales son una cosa, y la homosexualidad otra. Si Perpetua no menciona a su marido ni al de Felicidad en su historia, es porque para ella era mejor olvidarlo, pues iba a morir.

Por último, en cuanto a  los Santos Sergio y Baco, la verdad es que no estoy tan documentada porque no suelo trabajar con varones mártires, sin embargo, también he oído que son reivindicados como patronos por los homosexuales. Esto no nace de que fueran obligados a pasearse en vestimenta femenina (el travestismo como castigo humillante se destinaba a los soldados u oficiales que en opinión de las autoridades habían decepcionado a sus superiores), sino que los más antiguos martirologios griegos los calificaran de erastai, que se traduce como “amantes”. Esto ha suscitado mucha bibliografía, algunos historiadores defienden que se trataba de una relación homosexual, otros, que en realidad aquí habría que ver una adelphopoiesis, una hermandad en Cristo propia de las antiguas comunidades cristianas, y que por tanto Sergio y Baco se “amaban” como hermanos en Cristo, pero no con carácter sexual. La verdad es que el asunto no está para nada esclarecido, según tengo entendido, pero podría tratarse del único caso en el que dicha reivindicación podría tener alguna base, sin embargo, en el caso de San Sebastián, que también se ha establecido, sí que no hay ningún argumento que lo sostenga y más parece febril imaginación a partir de bellas obras de arte que otra cosa.

 

Meldelen

 

Y yo le añado, a la parte sobre la Virgen y otras diosas, el que muchas veces los que hacen las comparaciones se basan exclusivamente en que las imágenes marianas repiten la iconografía de las diosas con sus hijos. Y yo me pregunto, ¿hay otra manera de representar a una madre y su hijo... que no sea ¡esa madre y su hijo!? Además de la enorme diferencia del culto a esas diosas, que espiritualizan aspectos humanos (fertilidad, vida, protección) mientras que el culto a María es todo lo contrario, que toma aspectos casi divinos (pureza, toda santidad, unión con Dios) para espiritualizar la vida del hombre. O sea, mientras el culto a estas diosas da respuesta a realidades humanas, el culto a María se aleja de todo ello, casi pidiendo una divinización del hombre, o sea, la santidad. Creo que me explico.

 

Ramón