Santa Bárbara: algo de verdad y mucho de leyenda
Pregunta: que hay de verdad en la leyenda de santa barbara? Argentina
Respuesta: Primero me gustaría aclarar una cosa: Normalmente se cree y se dice, incluso por expertos, que muchos santos han salido de leyendas no comprobadas y muy posteriores al momento en que cuentan que vivió dicho santo. Esto es cierto sólo en parte. Para que surja un escrito, legendario o no, es necesario que "algo" haya habido antes: una existencia difuminada, un culto muy anterior. Precisamente las leyendas, (de santos u otras) se escriben para dar respuesta a algo que se conoce solo a medias pero de lo que no se tiene constancia de sus orígenes o causas. Y este esquema siguen los mismos evangelios (donde hubo una experiencia, una predicación, un culto, y luego una escritura; en este orden) y las leyendas (otro ejemplo, el diluvio universal). En el caso de Bárbara: no tengo duda que hay un germen de verdad: una mártir conocida y venerada localmente, incluso es posible que sean dos, cuyas vidas se hayan fundido en una leyenda. Entendido esto (creo me expliqué bien) pasamos a la leyenda de Santa Bárbara.
Lo más antiguo escrito que se conoce de Santa Bárbara, es de San Siméon Metafraste (gran hagiógrafo de la antiguedad) que escribió su "vida" en el siglo VII, pero consciente de que ya era conocida y venerada Bárbara. Este escrito menciona algunos datos milagrosos, y aleccionador, pero se puede considerar bastante fiel a un hecho real. Otro escrito importante, pero que hace demasiadas y sospechosas incidencias en lo milagroso es un códice del siglo IX y es el que ha conformado la historia de Bárbara como la conocemos hoy día.
Hay varias versiones sobre su martirio: unas situan el hecho en el 235, mientras que otras lo hacen en el 305. Tampoco existe unanimidad en el lugar donde se produce el martirio, siendo Nicomedia (Asia Menor), y Heliópolis (de Siria o de Egipto) los sitios más probables. Otra leyenda la quiere en Hipona, Sacandriglia o incluso en Roma. Asimismo se disputan la posesión de la venerada tumba las ciudades de Piaenza, Reti, Venecia, Mantua, Padua y Babilonia. Las reliquias de la Santa, se hayan repartidas por todo el mundo, y de ser todas verdaderas, plantearían serios problemas de anatomía, por su cantidad y disparidad de tamaño. En San Juan del Hospital, Valencia se venera la columna en la que fue azotada.
La leyenda más conocida es la que dice que el siglo III una joven llamada Bárbara, hija de un tal Dióscoro, fue encerrada en una especie de torre de su casa, con todas las comodidades posibles, para alejarla del mundo y darle buenos estudios. La torre tenía dos ventanas y fue reformada por petición de la Santa, con una tercera que recordara la Santisima Trinidad. Allí vivió dedicada a la oración, en una época de persecusiones y martirios, hasta que un día el padre encontró en el baño de su hija una cruz inscrita. Indignado le denunció y la entregó al Pretor Martiniano, que al no poder convencerla de que renuncie a su fe y se case, la condena a muerte. Dioscoro cumple el mandato del Pretor, de buena gana y decapitándola personalmente. Cuando Dióscoro vuelve a casa, después de la ejecución, un rayo cae sobre él, produciendole la muerte. Hasta aquí lo más conocido y divulgado, pero hay otros detalles que se narran, según las versiones:
Juliana, una chica de la que no se conoce nada, es martirizada junto a Bárbara. Se habla de que Bárbara y Orígenes, el gran escritor cristiano, mantuvieron correspondencia. Otras leyendas narran que Bárbara fue flagelada y los azotes se convertían en plumas de pavo real (este animal le está consagrado a Santa Bárbara). Se dice de que al ser desnudada del cielo cayó un manto blanco de pureza que la cubrió. Otros van más allá y nos dicen que escupiendo a los ídolos de su padre estos cayeron destruidos... Otros, como Simón Metafastre, nos dicen que su baño quedó consagrado para siempre como una piscina milagrosa en la que los que se bañaban obtenían la curación. En fin, que según pasó el tiempo y la devoción creció, los detalles milagrosos fueron aumentando.
Existe una segunda leyenda no muy conocida y que sin embargo bien pudiera ser verdadera:
Narra que un tal Alipio, era padre de una chica llamada Bárbara a la cual enseñó secretos sobre el empleo del petróleo y del salitre, y también a preparar los fuegos artificiales (que a su vez el habría conocido por un fakir). Alipio era científico y químico y dio a su hija una educación liberal y erudita, incluso llega a decir esta leyenda que juntos descubrieron un explosivo de gran potencia. La belleza de Bárbara atraía a muchos pretendientes, pero ella prefirió ser religiosa del convento de Santa Perpetua, fundado por San Agustín en Hipona. En una noche del 430, los vándalos llegaron a la ciudad y Alipio pidió a Bárbara que abandonara el convento y le ayudara a defender la ciudad. Él murió enseguida, por una flecha, mientras que Bárbara, única persona que poseía el secreto del explosivo descubieto por ambos, continuó el combate. 14 meses consiguió detener a los vándalos gracias a los globos de fuego dirigidos certeramente hacia el enemigo que, finalmente, logró atravesar el fuego, y se precipitaron hacia el convento donde Bárbara se había refugiado junto a las demás religiosas. La santa guerrera (esta sí lo es), previendo esto había acumulado explosivos anteriormente en los sótanos del convento y cuando los invasores penetraron, los hizo estallar en una enorme explosión que mató a todos, vencedores y vencidas, logrando evitar los ultrajes de los vándalos.
La fusión de todas estas leyendas han originado los patronatos de Santa Bárbara sobre los albañiles, canteros, artilleros, bomberos, mineros... y ha extendido su devoción a todo el mundo, siendo la santa más universal hasta hoy día. Es venerada incluso (a su manera, claro) por los musulmanes.
5 comentarios
María Isabel -
Ashley -
hueona -
jaime sanhueza -
Meldelen -
No tenia ni idea de que la columna de San Juan del Hospital pasara por ser la de Bárbara (que lo dudo), tendre que volver, ando despistada...
Por cierto, no veo la imagen, a ver si no la tengo...