La Virgen de la Caridad del Cobre: La imagen
Vistos algunos hitos de la devoción a la Virgen de la Caridad del Cobre, vamos a pasar a analizar la imagen y sus representaciones.
La Virgen: Mide unas 16 pulgadas de alto, sin contar la corona y la base. Sostiene una cruz en la mano derecha y al Niño Jesús en el brazo izquierdo. A su vez el Niño sostiene con la mano izquierda un globo de oro y con la derecha bendice. La imagen descansa sobre una base de plata con tres querubines de oro, que en los grabados antiguos son muchos más. Está coronada y detrás sobresale un sol de oro, una bella obra de arte.Está confeccionada con arcilla y pasta de maíz, lo que indica su munufactura indígena. Si bien el título "de la Caridad" pudo venirle desde Illescas, la imagen no es española, sino cubana totalmente. Este material es sumamente ligero, por eso flotaba sobre las aguas con facilidad, al estar sobre una base de madera que, como sabemos, tenía escrito "Yo soy la Virgen de la Caridad", lamentablemente de esta tabla no se sabe su paradero.
Las manos son de madera y si no son las originales, al menos son las mismas que describe Onofre de Fonseca en el siglo XVII, por el agujero que este narra que tiene en la mano derecha para sostener la cruz, que se hincaba en la palma. En la última restauración (doy detalles de ella al final) se descubrió el agujero y, aunque hoy no hace falta, se dejó descubierto. El sistema de sujeción de la cruz es mediante dos anillas que entran en los dedos pulgar e índice. Lleva peluca que forma dos rizos que caen al frente. El manto abre en abanico, como la mayoría de las imagenes marianas de pequeño tamaño.
Las vestiduras: En el momento del hallazgo vestía de blanco, pero a lo largo del tiempo este color se ha alternado con el azul, la plata y el oro. Incluso tuvo un famoso manto hecho totalmente con escamas de pescado tornasoladas cosidas. El ajuar es extenso y de variada calidad. Actualmente posee un riquísimo vestido y manto bordado en oro en Sevilla e incrustado de piedras preciosas, sacadas de las muchas joyas que a lo largo de los siglos le han ido regalando. Luce pendientes y cadena de oro y pequeños diamantes. Las que se hacen de escayola o madera normalmente visten de túnica blanca y manto azul, mientras el Niño va de rojo, es una simbología a los colores de la bandera cubana.
Las coronas: Ambas coronas y el sol fueron confeccionados para la coronación, en 1936. Las donaciones para dichas piezas fueron generosas, y con la plata y el oro se hizo también la base, candelabros y cruz del altar. La corona es tipo imperial, de seis arcos la de la Virgen, en cada uno tiene, en esmaltes, los escudos de las seis provincias de entonces de Cuba. Está guarnecida de rubíes y esmeraldas. El sol está formado por corazones llameantes, símbolos de la caridad, con muchísimas gemas engarzadas. La corona del Niño es más pequeña, pero igual de bella y rica. La Virgen luce un diamante en la frente, que es un prendedor que sostiene la peluca al manto, en lugar del clásico clavo vertical que perfora la cabeza. En 1998, Juan Pablo II, al coronarla, le puso un rosario de oro en las manos.
El Niño: Es totalmente de madera, para vestir, y no es el original, perdido en la profanación. Es muy hermoso y es un típico Niño del siglo XVIII.
Origen de la imagen: Mucho se ha especulado sobre ello, y se ha llegado a decir que es la misma que Alonso de Ojeda, uno de los primeros conquistadores, puso en la ermita que construyó en Jobabo, pero esto no tiene fundamento, es de pensar que aquella imagen sería de factura española y la llevaría consigo desde España. La imagen hallada por los "tres juanes" es la misma que se venera hoy en el Cobre, al menos en su parte principal, después de la profanación. Se ha hablado de que se caería de un barco por la tormenta de la noche anterior, o que incluso habría sido puesta en el mar para que los librara de la muerte (así como se arrojan escapularios o medallas) pero encontramos la misma dificultad. Dificilmente un navío español viajara con una imagen indígena, cuando tenían sus propias imágenes patronales. Lo más acertado es que haya sido una ofrenda de los indígenas a las aguas. Los indios ya conocían y veneraban a María, pero aún tendrían reminiscencias de su culto anterior a la llegada del cristianismo y poner su imagen sobre las aguas es una ofrenda al mar. Además, la cercanía a la tierra habiendo pasado una tormenta indica que hacía poco estaba sobre las aguas. Como sea, fue hallada y desde entonces nos bendice. Un bulo sin fundamento dice que la original está en Miami, y que la del Cobre es una réplica, pero esa teoría no se sostiene ni dos minutos con un estudio serio. La que está en Miami es la de Guanabo y punto, que está bien documentada su salida de Cuba.
La profanación: En 1899, durante la ocupación norteamericana, unos ladrones profanaron la imagen para robarle sus prendas. arrancaron la corona y le rompieron la cabeza, luego fue abandonada y fue hallada en el horno de una panadería, tal vez con intención de quemarla y no se hallara. Aquí se perdió el Niño original, siendo sustituido por otro. Algunos intentos de robo ha padecido, pero ninguno tan violento como este. El más conocido es cuando robaron la medalla del premio Nobel de Ernest Heminguay, que le había donado a la Virgen, en el mismo día fueron hallados los culpables y restituida la medalla a su sitio.
La restauración de la imagen: De esta restauración podría dar muchos detalles que no aparecen en ningún libro, y es porque me los contó el mismo que la restauró: Francisco Figueroa, con quien tuve el placer de aprender su arte, gozar de su conversación y beber de su vastísima cultura, hasta que partió de este mundo. Su testimonio de primera mano sobre el estado en que halló la imagen y el proceso de restauración lo tengo de primera mano y me guardaré detalles personales y que no son para dar aquí. En el año 1959, cuando la imagen asistió al Congreso Católico Nacional, en la gran procesión que se hizo, fue puesta sobre un camión de bomberos, antes de llegar a la iglesia de la Caridad un cable que cruzaba la calle y no fue visto rompió la imagen, cortándole la cabeza. En el acto fue pegada con toda prisa, guardada y llevada a su Santuario y nunca más se tocó. Las prisas de este arreglo se evidenciaban con los chorros de pegamento que recorrían la imagen de arriba abajo... y así, uno sobre otro, más despropósitos y abandonos, como el estado de la cabeza, a base de poner chinchetas para sostener mantos y pelucas. En fin, basta con esto.
Otra cosa es el color de la imagen. Normalmente se la ve de color mestizo moreno, pero en realidad, cuando se realizó un raspado para ver el color original, este resultó ser amarillento ocre (no "rojizo indio" como se dice por ahí, repito, tengo el testimonio de primera mano), los ojos negros y sin blanco de ojo y las cejas eran dos rayas curvas y punto. Así la quiso dejar el restaurador, pero le fue prohibido y se le pidió mantuviera el color con el que era conocida: mestiza. Capas y capas de pintura habían ocultado casi por completo una hermosa nariz y el borde de los ojos, así como los labios, muy definidos.
Una anécdota relacionada: Para retirar la imagen del culto y poder seguir la veneración mientras se restauraba, el restaurador llevó una réplica, que fue puesta en el altar mayor con vestidos de la Virgen. Nadie lo supo, salvo la sacristana, que decía constantemente "esa no es, esa no es", porque, a todas estas, la restauración se hizo a escondidas, sin testimonio fotográfico (gran error) y en opocisión al episcopado cubano en pleno (y ya me callo...). Luego se hizo el cambio de imagen, ya arreglada y todos estaban contentos, aunque las críticas llovieron también, y es que este trabajo es poco agradecido, todos se sienten con derecho a criticar... Por cierto, mi amigo perdió la réplica, se quedó en el santuario para procesiones!!!
Y de otras versiones de la imagen, en otro artículo, que este está muy largo.
4 comentarios
Abdon -
Honestamente me resulto interesante pero veo que tambien Ud prefirio omitir algo mas que le conto su amigo restaurador, dejando con ello mas dudas.
De todas maneras gracias por compartir parte de lo investigado, es un tema interesante y siempre controversial.
Carlos Nápoles -
Carlos Nápoles -
Meldelen -