Santa María Magdalena, pecadora, endemoniada o que...
Pregunta: Aqui va una consulta para ti. El libro este (El Santo de cada día. Editorial Edelvives. 1962) defiende la tesis de que María Magdalena es María de Betania, hermana de Marta. Incluso un poco más y la hace virgen. España.
Respuesta: Que hay. Esta es una polémica ya vieja… y sin embargo, no tiene antecedentes más allá del siglo IV. Es San Ambrosio de Milán el primero (al menos el primero conocido), que identifica a María, la Magdalena, con María de Betania, y con la pecadora pública. ¿Cuál es el origen de esto? Pues lo de siempre, dar más realismo a un personaje importante, clarificando su vida, su nacimiento (aquí no llegaron a tanto), familia… etc., intentando exponer cada momento de su vida. Y el resultado fue recoger varias personas anónimas en un único personaje venerado. Es lo mismo que Fotina y la Samaritana, Verónica y la Hemorroísa, Dimas y la leyenda de la huída a Egipto y así, la mayoría de discípulos de Señor, identificados luego con obispos fundadores de diócesis que vivieron casi trescientos años después (el mismo Lázaro, es un caso). Creo que me he explicado en el origen y el sentido de esta mezcla de personas: clarificar los orígenes de un culto y personaje importante. Además, añadir, que el hecho de que a la octava del 22 de julio (o sea, a los ocho días) se celebrase a Santa Marta, ayudó más aún al hecho de hacerlas hermanas. Las octavas eran fiestas muy importantes hasta hace poco, pero eso es otro tema ya.
En el siglo XIX el padre Lacordaire, dominico, escribió su famosa “Vie du Sainte Marie Madeleine”, una obra hagiográfico-histórico-devocional y patriótica, en el marco de la revitalización del patrio-catolicismo francés (proceso de beatificación de Juana de Arco, devoción a Santa Filomena, falsa conversión de “Diana Vaughan”). Esta obra, poniendo a la Magdalena penitente y muerta en la Provenza (sus supuestos sepulcro y reliquias se descubrieron en el siglo XI, junto al de San Maximino) consolidó y dio fuerza a la teoría de la unificación, aunque sea reciente general. Por cierto, yo tengo esta obra, en una edición viejísima, tanto que no se puede abrir el libro… Históricamente no vale nada, pero es muy poética, muy descriptiva de paisajes, ambientes, personajes y da un buen seguimiento al culto y la teología alrededor de esta santa.
P: Pero... ¿no estaba ya decidido que María Magdalena y María de Betania eran dos personas distintas? ¿En que quedamos?
R: En realidad no es algo que esté decidido, al menos en la Iglesia occidental. Los orientales lo tienen claro (más o menos) hace mucho tiempo: María de Betania no es la Magdalena, pero la Magdalena sí es la pecadora y la endemoniada. Hoy en día, incluso en algunos santorales católicos, aparecen el 29 de julio: Santos Marta, María y Lázaro de Betania; y el 22, la Magdalena, aparte. Lo mismo se puede observar en las procesiones de Filipinas y otros sitios, una es una y otra es otra, pero esto se refiere a un culto popular que no aporta mucho a toda una historia de culto, escritos devocionales y teológicos.
La unión de María de Betania, María Magdalena y las pecadoras o endemoniadas, dio mucho tema a la teología moral del medievo, pero sobre todo del barroco. Muchas obras piadosas, de edificación para los fieles, recorrían esta “vida” en los estados de pecado, penitencia y santidad. Consideraciones que pasaban de lo sublime a lo ridículo en un paso… algunos la ponían tan, pero tan pecadora, que sería imposible; otros, muy pecadora, pero sin entregar el corazón de verdad. Luego la presentaban en unas ansias de penitencia increíbles, sobre todo porque, aunque los judíos hacían penitencia, no tenían un concepto como el cristiano, y menos, tan expiatorio como el de la época en que esas obras tan fantasiosas se escribían. En cuanto a la santidad, bueno, algunos la elevan al coro de las vírgenes, por la penitencia, incluso hablan de una asunción (José de Ribera la pintó magníficamente). O sea, que la unión de los personajes es muy bonita, da mucho para meditar… pero no tiene ningún viso de ser real, por más que la duda de paso a interpretaciones diversas. Al final expongo consideraciones, para tener en cuanta a favor y en contra.
P: ¿Quién diantres es Maria Magdalena? Porque hay quien dice que era la adúltera a punto de ser apedreada, otros, una prostituta arrepentida, otros, la mujer que le tiró perfume a Jesús en la cabeza y le lavó los pies con lágrimas y se los secó con sus cabellos, y otros, que era la endemoniada de 7 demonios... Parece que el Evangelio sólo confirma esto último y que estuvo al pie de la cruz.
R: A ver, a ver… primero veamos si María Magdalena puede ser alguna de las pecadoras: María Magdalena es una discípula, al parecer originaria de Magdala (población no identificada actualmente), que toma un papel relevante en la Resurección del Señor, y había estado presente en la Crucifixión. De ella habían salido siete demonios, lo cual se puede leer, efectivamente, como que había sido liberada de pecados y vicios, pero también puede ser una simple enferma curada. Es cierto que se le achaca cuanta pecadora pública aparece en el evangelio, pero una simple mirada destroza estas teorías. Una prostituta, la que lavó los pies del Señor en la cena de Simón en ese pasaje tan bello, casi poético, no podría ser la misma mujer adúltera a punto de ser apedreada. No podría ser casada y al mismo tiempo prostituta, y menos como esa, con todos los visos de ser muy conocida.
La prostituta sí podría ser la de los siete demonios (o sea, María Magdalena), pero no podría ser la adúltera. La adúltera también podría ser la de los siete demonios (o sea, María Magdalena), pero no podría ser la prostituta. Al final me embrollé…
Efectivamente, el Evangelio la pone al pie de la Cruz y en la Resurrección. Sólo hay que comprender un poco del mundo judío y su trato a la mujer, para sorprenderse de ver que es esta mujer la encargada de llevar el anuncio de la Resurrección. De hecho, este sería uno de los inconvenientes para aceptarla (los discípulos de Emaus dirán “es cierto que algunas de nuestras mujeres han dicho que lo vieron”… ¡garrulos, por ser mujeres no les creen!) Es una de esas cosas desconcertantes del Evangelio, confiar el Anuncio por excelencia a quien menos sería creído. Entonces, retomando el hilo… si esta mujer fue la encargada, surge la pregunta ¿Quién era esa mujer, que importancia tenía? Y al buscar en el Evangelio… sólo encontramos una mujer con un papel tan destacado: María, la de Betania, pero ¿es la misma mujer?
2 comentarios
Ramón Rabre Jordá -
Hasta pronto.
Ramón.
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De: Blogia
carlos grisales -