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Tus preguntas sobre los Santos

San Juan de la Cruz

14 de diciembre: San Juan de la Cruz

14 de diciembre: San Juan de la Cruz

Juan de la Cruz, que solo en Dios ardías,
Juan de la cruz, alumbra con tu noche nuestros días.

En esta noche oscura de la vida
surges, Juan de la Cruz como una llama;
llama de amor que a mayor luz convida,
llama de luz, que a nuevo amor nos llama.

Pastor, que en la Palabra del Amado
has encontrado el agua verdadera;
llévanos hoy al redil donde espera
Cristo, Pastor, de amor muy lastimado.

Condúcenos a la interior bodega
donde todo se hace nada,
donde la fe se aquieta y sosiega,
donde la vida en Dios es transformada.

Nosotros como tú también pondremos
todo nuestro caudal en su servicio:
toda la vida su voz seguiremos
solo el amar será nuestro ejercicio.


Himno al santo del cual desconozco su autor, solo me lo sé de memoria. Y la imagen, la bella talla de la horrible iglesia del Carmen de Burgos.

Juan de la Cruz, al Todo por la nada.

Juan de la Cruz, al Todo por la nada.

Pregunta: Hola Ramòn, espero estés bien y te escribo para que por favor me expliques este texto de San Juan de la cruz y me des ejemplos...Gracias por tus respuestas...Dios te bendiga mucho. Gracias. Colombia

Respuesta: A ti también te bendiga mucho Dios. Y gracias a ti. No me pides nada sencillo. Nada más que te explique uno de los textos místicos más interesantes de la mística española y en general, de la mística cristiana. Parece un texto sencillo, un juego de palabras, pero es lo suficientemente profundo para que solo intentar explicarlo sea toda una osadía por mi parte, pero lo haré basándome en lo que él mismo dice.

El texto:
Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo, no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada.

Para venir a lo que gustas, has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo que no sabes, has de ir por donde no sabes.
Para venir a poseer lo que no posees, has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres, has de ir por donde no eres.

Cuando reparas en algo, dejas de arrojarte al todo.
Para venir del todo al todo, has de dejarte de todo en todo,
Y cuando lo vengas del todo a tener, has de tenerlo sin nada querer.

En esta desnudez halla el espíritu su descanso,
porque no comunicando nada, nada le fatiga hacia arriba,
y nada le oprime hacia abajo, porque está en el centro de su humildad.

Este texto, que pertenece a la obra “Subida al Monte Carmelo”, escrita por el santo y dedicada a la Madre Magdalena del Espíritu Santo, es un resumen de toda la obra teológica y mística del santo. Describen como ha de ser la subida, el ascenso a ese “monte” donde solo mora la Gloria de Dios.

En estas líneas, Juan traza toda su enseñanza y proyecto de su vida carmelitana, a la vez que la delinea para todos sus hijos: Renuncia, esa es la palabra clave en la vida espiritual del santo. No renuncia por la renuncia, que eso no lleva a nada: sino la renuncia por algo superior, que aquí aparece como “todo”. Ese Todo es Dios. Ese todo es a lo que aspira el hombre, conscientemente o no. Es esa felicidad y bienestar que todos queremos, pero que no todos sabemos buscar.

Cuatro verbos son claves aquí: gustar, poseer, saber y ser. Son los efectos de esa renuncia, de ese ascenso a Dios. Amarle, tenerle, conocerle e imitarle. Es un proceso, una escalada: sentimos, le tenemos, nos acercamos a él, hasta que somos como él. Pero para ello, hay que tener claro que la mayoría de las cosas que gustamos, poseemos, sabemos y somos de ordinario, nos lleva a Él, sino lo que Él mismo es.

Es a ese Todo, al que enseña Juan a aspirar, por ello, nos enseña que si queremos gustar de Él, o poseerlo, hay cosas en este mundo que nos impiden gustarle o poseerle. Es un ejercicio de lógica su escrito: Si quieres algo, ¡no te entretengas en donde no está ese “algo”! Si quieres ser algo que no eres aún, tienes que comenzar a ser precisamente “eso” que aún no eres: por ejemplo, si quieres ser santo, tienes que serlo por “donde” no eres, o sea, por otro camino del que sigues ahora (camino entendido como proyecto o norma de vida). No se vale querer “poseer” a Dios continuando con una vida en la que no se lo posee. Ejemplo: si quieres nadar, tienes que hacerlo no donde estás ahora (en tierra), sino en el agua.

Al leer sobre el santo, nos parece y así se ha trasmitido demasiado ligeramente, que el santo era un hombre áspero y triste, obsesionado por la renuncia, la penitencia, la “nada”. Esto es producto del desconocimiento. Juan fue un hombre sumamente amable, atento a los demás, de grandes amigas y amigos, pero lo fue, porque su renuncia y penitencia, las vivió sin estridencias y con naturalidad, sabiendo que mientras que nada le podía separar del Todo, todo le podía llevar a Él.

Ah, y hoy el blog cumple 3 añitos!!