San Juan Nepomuceno, culto e iconografía
Continuación del artículo anterior sobre San Juan Nepomuceno, aquí resumo (muy resumido) su culto, veneración, patronatos e iconografía:
Culto y patronatos:
El sepulcro de San Juan Nepomuceno, una joya del barroco de Europa del Norte, es veneradísimo aún en la catedral de San Vito de Praga. Su veneración fue rauda y se extendió muchísimo, sobre todo porque en plena reforma de la Iglesia, era un eficaz ejemplo de lo que debían ser los sacerdotes, fieles hasta la muerte en su ministerio. Es venerado sobre todo en Europa y América, donde su imagen estaba en muchas catedrales, iglesias y misiones jesuíticas. Era muy común ponerle dentro o cerca de las sacristías, para que el sacerdote, al prepararse a decir misa lo tuviera presente como modelo.
Es patrono de varios reinos y localidades, como Eslovaquia, Polonia, Hungría e Italia, y en la Habana es copatrón (por lo mismo, en el siglo XVIII se mandó poner su imagen en todos los templos habaneros. Vamos, en mi pueblo había dos, una estatua y un lienzo en el altar del Calvario, que aún está), aunque ya nadie se acuerde. Es patrono de la buena fama, los clérigos y párrocos (lo sustituyó en esto San Juan María Vianney y no es casual), los confesores. Copatrono de la Compañía de Jesús (aunque en principio se opusieron a semejante culto), protector de navegantes, contra las inundaciones y los ahogamientos. Y, por el contrario, también se invoca para lograr lluvia. Es patrono también de la lengua checa, por simbolismo de la lengua cortada y la importancia de conservar la “lengua”, o sea, el idioma ante los ataques de otras potencias. Es patrono de los pobres, los magistrados, los abogados, porque era doctor en Derecho; patrono de los constructores de puentes y demás ingenieros.
Iconografía:
Viste como un canónigo, o sea, sotana, roquete, bonete y sobrepelliz de armiño (que también simboliza la pureza).
Normalmente sostiene la lengua en una mano, según la leyenda. En su defecto, se lleva la mano a la boca, en señal de silencio.
El crucifijo y la palma de mártir, muchas veces entrelazados ambos, relacionando el martirio a la fe y la devoción.
Puede acompañarle un lirio, que habla de las virtudes (no solo la castidad).
Es llamativa la aureola con 5 estrellas que normalmente luce, y hace referencia a las 5 estrellas que lucían en la noche de Praga, cuando fue arrojado al río
Atributos menos comunes son: el nenúfar, en lugar del lirio, que recuerda que murió ahogado; el ancla, por patrón de los ahogados; un candado en los labios; el puente, que recuerda su patronato sobre los ingenieros; el pez a los pies, también atributo del silencio.