Santa Úrsula: entre la historia y la leyenda (II)
Se acepta como cierto que la época en que fue martirizada Úrsula gira en torno al año 304, en tiempos de Diocleciano, y por lo que respecta al número de sus compañeras, la tradición antigua no dice nada explícitamente. A finales del siglo VIII es cuando se habla de once compañeras, y dos siglos más tarde, en la passio de 975, ya se habla de once mil compañeras. El por qué de semejante alteración –bárbaramente exagerada, por sentido común- lo podríamos ver en la mala lectura de la cifra escrita en números romanos (XI, undecim) que fue erróneamente leída como once mil (undecimilia) por haber alguien sobrepuesto a esta cifra la barra transversal que indicaría el millar. Se "sabe" que Úrsula fue martirizada junto a algunas compañeras, pero en realidad no se conoce el número de éstas: ni once, ni mucho menos once mil. A partir del siglo IX, las compañeras, aun cuando no se precisaba el número definitivo, empiezan a ser dotadas de nombre: Britola, Marta, Ana, Saula, Sambacia, Saturnina, Gregoria, Pinosa, Paladia… ninguno de estos nombres es original ni auténtico, porque si no se conoce el número exacto de compañeras, mucho menos los nombres de éstas –y he aquí el por qué es enteramente ridículo disponer de una lista de nombres y pretender que sea auténtica-.
En el año 867 se asegura que junto a la iglesia original -destruida durante un incendio y sobre la cual el tal Clemacio edificó la basílica a las vírgenes- existía un monasterio también dedicado a ellas (Monasterium Beatarum Virginum), habitado por canónigos, que lo cedieron en el año 922 a las señoras nobles de la Fundación de Gerresheim, cuya primera iglesia fundada data del año 670. Santa Úrsula dio nombre pues a este monasterio ahora ocupado por mujeres de la nobleza, que mantuvo el nombre de Sanctarum Virginum. Entre los siglos XI-XII se hizo una reconstrucción románica de la misma y en las épocas gótica y barroca fue de nuevo restaurada y ampliada. En el siglo XIV pasó a ser una fundación laica femenina que duró hasta 1802. Actualmente, las primitivas construcciones están en ruina.
Respecto al culto de Santa Úrsula los primeros testimonios datan del siglo VIII –oficio litúrgico en honor de las vírgenes- y aparecen a finales del siglo IX en documentos, calendarios, letanías y misales. El tremendo desfase entre la probable época de martirio –siglo IV- y los inicios del culto –siglo VIII- actúa como margen de error en contra de la veracidad de la leyenda, del número de compañeras y de los nombres de éstas, por lo cual ninguno de estos tres aspectos deben tomarse al pie de la letra. Desde Colonia, el culto se propagó por toda Europa, principalmente por España, Italia, Dinamarca y Polonia. Aquellos restos humanos sacados del Ager Ursulanum, que sin más fueron considerados como pertenecientes a las mártires, fueron trasladados y distribuidos ampliamente.
Santa Úrsula fue nombrada patrona de la ciudad de Colonia, de la juventud y de las universidades, principalmente las de Viena, Coimbra y París. Se la invoca en tiempos de guerra para conseguir una buena muerte (Litaniae Ursulanae pro felici morte), así como protectora contra el fuego. También se la invoca para conseguir un buen matrimonio, es protectora de los maestros, de los panaderos y de la Orden de las Ursulinas. Entre los siglos XII-XV nacen las Orsolaschifflein, confraternidades de veneración a la Santa, a las cuales pertenecieron obispos, abades y reyes. La fiesta en su honor se estableció el día 21 de octubre, primero en Colonia –donde sus reliquias eran sacadas en procesión- y después por toda Europa.
Meldelen
2 comentarios
ricardo gomez -
Maruxela -