San Ricardo Reynolds, el ángel de Syon.
Hoy quiero traerles la figura de un santo mártir poco conocido, el cual, para más inri, fue tenido durante mucho tiempo como perteneciente a otra Orden religiosa:
San Ricardo Reynolds, brigidino mártir. 4 de mayo.
Ricardo nació hacia en 1490 en Devon, Inglaterra. Fue un excelente estudiante de Artes y Filosofía, alumno sobresaliente de Cambridge y socio emérito del Colegio Corpus Christi, donde se graduó como bachiller en Teología. De los estudios, pasó a la vida monástica en la abadía de Sión, de la Orden del Santísimo Salvador, fundada por Santa Brígida. Es considerado uno de los teólogos más brillantes del siglo XVI inglés. Fue un gran predicador y compuso (aunque no se conservan) muvhos sermones y tratados teológicos.
En 1534, al separarse Enrique VIII de la Iglesia, algunos de los monjes de Syon se mostraron favorables a dicha separación, apoyando que el rey inglés fuera la cabeza visible de la Iglesia de Inglaterra. En otras abadías algunos priores obligaron a todos sus monjes y a los de otros monasterios a aceptar la idea de sumisión al rey. Otros, fieles a la Iglesia, se negaron a reconocer el nuevo título del rey, entre ellos estuvo desde el principio Ricardo, que usó su palabra y pluma para defender la fe. Gracias a ello, y las denuncias de sus mismos hermanos de monasterio, el rey fijó su especial atención en la abadía de Syon y en Ricardo.
Ricardo organizó en Syon una reunión entre Santo Tomás Moro (22 de junio), principal oponente del rey en su asunción de la Suprema Gobernación de la Iglesia, y Elizabeth Barton, la "Santa Dama de Kent", una mística inglesa muy conocida por sus revelaciones y escritos, condenada de "conspirar" contra el rey (al parecer habría profetizado la separación). Poco antes Thomas Cromwell, ministro del Rey, había visitado Syon para obtener el juramento de aceptación de la Supremacía Real de los monjes (le interesaba mucho al rey, por el prestigio de esta abadía), pero un monje fiel a la verdad católica le cerró las puertas y no les dejó pasar. Cromwell dejó dos guardas a la puerta del complejo monástico, para convencer a los monjes y las monjas, especialmente a la abadesa (1). Pero nada lograron. Tuvo que enviar el obispo de Londres, adepto a la causa de Enrique VIII a dos clérigos para convencer a los monjes y monjas.
Los monjes más coherentes eran Ricardo y otros dos, apedillados Whitford y Little. Uno de los guardas de Cromwell chantajeó al primero, diciéndole que airearía sus confianzas con sus penitentes y sus escarceos (falsos, por supuesto) con varias damas, pero el monje no se arrendró. Sabiendo que en confesión y dirección espiritual los monjes seguían indicando a los fieles y las monjas que permanecieran en la fe católica y no obedecieran la orden real, Cromwell mandó tapiar la rejilla de confesionario. (2)
Apartadas las monjas, serían más fácil de convencer, así que reunidas en el capítulo, con la presencia del obispo de Londres y sus clérigos, se les solicitó que salieran las que se oponían a la Supremacia del Rey, y se quedaran las que la aceptaban. Todas se quedaron sentadas, lo que significó su aceptación. Y es que las monjas habían sido engatusadas con la promesa de que si accedían, podrían continuar la vida monástica sin problemas. Sólo una monja llamada Agnes Smythe se resistió e intentó convencer a las monjas de no aceptar, impidiendo que los hombres de Cromwell tomaran el sello de la abadesa para para sellar la declaración de aceptación de la Supremacía Real sobre la Iglesia.
Finalmente, todos firmaron, salvo Ricardo Reynolds y los monjes anteriormente dichos, Whitford y Little, de los que no se sabe su paradero. Ricardo fue llevado a Tyburn Tree, en Londres. Allí fue encerrado con los cartujos San Juan Houghton, San Roberto Lawrence y San Agustín Webster (los tres, 4 de mayo y 16 de julio), priores de las cartujas de Londres, Beauvalle y Axholmey, respectivamente. Por esta razón que durante mucho tiempo fue tenido como un cartujo más, hasta que las investigaciones profundizaron lo suficiente como para aclarar que era Brigidino (3). También estaba encerrado y fue mártir con ellos, el párroco de Isleworth, San Alejandro Hailes (4 de mayo).
Fueron arrastrados por las calles de Londres, ahorcados y el cuerpo de San Ricardo fue despedazado y los trozos colgados por diversas partes de la ciudad, como escarmiento.
San Ricardo beatificado en 1929 y en 1970 por Pablo VI, junto a los otros mártires de Inglaterra y Gales, y su fiesta se fijó el 4 de mayo.
(1) Los monasterios brigidinos eran mixtos y tanto monjes como monjas estaban sujetos a la Abadesa, que representaba a Cristo. Debían haber doce hermanos sacerdotes, como los apóstoles y 72 miembros más, entre monjas y monjes, como los discípulos. Está claro que esta numeración era simbólica y que no siempre se lograba, fuera por defecto o por exceso.
(2) El uso común en este tipo de abadías era que el confesionario fuera un agujero en la pared, con una rejilla, que comunicara dos ámbitos separados totalmente. De un lado los monjes, a otro las monjas, y otros agujeros hacia la iglesia, ámbito de los fieles externos.
(3) Curiosamente, las beatas brigidinas Ana María Erraux y María Francisca La Croix, mártires de la Revolución Francesa, en Valenciennes, fueron tenidas como monjas ursulinas, por este mismo motivo. Se celebran el 23 de octubre.
2 comentarios
Ramon Permanyer -
Agradecido por adelantado, un saludo.
maruxela -