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Tus preguntas sobre los Santos

Martyrium: la tortuga

Martyrium: la tortuga

En un alarde del humor negro más atroz, se conocía con este nombre a un horrendo método de ejecución que fue ideado por la Inquisición protestante, durante el cual la persona sentenciada era prensada hasta morir por aplastamiento. Nos es conocido por ser el procedimiento con el que fue ejecutada Santa Margaret Clitherow (en la imagen), una de los 40 Mártires de Inglaterra y Gales, pero por supuesto lo padecieron muchísimas otras personas víctimas de esta Inquisición.

Consistía en colocar a la persona sentenciada desnuda y abierta de brazos y piernas en el suelo, para ser atada por las manos y los pies a cuatro estacas, y tensadas las cuerdas para elevar su cuerpo por encima del suelo. Bajo la espalda se colocaba una piedra puntiaguda y encima del cuerpo una tabla de madera, sobre la cual se iban amontonando tantos pesos como dictara la sentencia. La muerte llegaba, como decíamos, por aplastamiento: las costillas cedían bajo el peso y se hundían, destrozando los órganos internos, mientras la piedra de abajo hacía lo propio con la columna vertebral. Tal muerte no era en absoluto rápida: en el caso de Margaret, que fue aplastada por unos 800 kilos de peso, tardó quince minutos en morir, aunque luego su cadáver fue dejado allí durante seis horas.

Precisamente porque sólo cabeza, brazos y piernas sobresalían de la montaña de tablas y pesos, el condenado recordaba vagamente a una tortuga dentro de su caparazón, de ahí el nombre que recibió esta atrocidad, que se empleó mayoritariamente en los países protestantes. Si a ello añadimos que Margaret estaba embarazada de varios meses cuando fue aplastada hasta morir, podemos hacernos una idea de la crueldad e inhumanidad de las autoridades en aquellos tiempos –no únicamente las protestantes, sino también las católicas-. Ni siquiera los antiguos romanos, cuya crueldad han cantado tantos autores, fueron capaces de semejante bajeza moral, pues sus leyes prohibían terminantemente torturar o ejecutar a una mujer embarazada, hasta que hubiese parido, pues ponían por encima de todo la nueva vida en ciernes. En cambio, las Inquisiciones católica y protestante no vacilaron en torturarlas y ejecutarlas estuviesen embarazadas o no, lo que quizá debería conducir a una reflexión sobre la ancestral crueldad romana, como si ser cruel fuera ligado a ser pagano. Pero ésa es otra historia.

3 comentarios

German -

Que tremendo... siempre habia escuchado de esa santa, pero jamas habia imaginado lo terrible de su muerte; pienso tambien en Magdalena de Nagsaki... que fueerte debio de ser su Fe! Gloria al Señor de la Fuerza, y que nos fortalezca igual a nosotros, peregrinos... Y que nuestros hermanos protestantes tambien reconozcan que no solo los catolicos cometiamos atrocidades en nombre de la "fe" con minusculas

Meldelen -

Jeje Harold, el artículo es mío, pero da lo mismo, es por el bien del blog. Por cierto que como casi-licenciada en Historia, es algo a lo que le tengo mucha manía, la típica sentencia "es que los romanos fueron los peores", por eso de las luchas en los anfiteatros. Ni los mejores ni los peores, y ahí está este artículo de muestra.

Harold -

Por dios y uno siempre penso que los que cometian barbaridades eran los romanos..ps ya vemos que no catolicos y protestantes tambien..lo peor es lo del embarazo es una falta total de humanidad..
bueno no sabia que se podia comentar aquii lo e descubierto hoy jaja siempre me pasaba a mirar que habia de nuevo
bueno ramon exelente trabajo
un abrazo adios