Santa Eulalia de Mérida
Pregunta: Me gustaría conocer cosas sobre ella. He encontrado pocos datos pero en algunas fuentes se dice que nació en Mérida, en otras en Ponciano, cerca de Cáceres. Se sabe que su padre era Liberio, no sé si también murió martir. ¿Qué sabemos de la madre? ¿Tenía hermanos? Dicen que con ella murió una amiga o sirvienta llamada Julia, ¿por qué no se conoce nada de ella? Aparecen también un tal Félix y un tal Donato, que debían ser sus sacerdotes o quiza el obispo Donato. ¿También murieron mártires? Agradecida de antemano. España.
Respuesta: Vayamos por partes. Aunque Santa Eulalia de Mérida es una de las mártires hispanas más conocidas de la Antigüedad, no se tienen muchas certezas respecto a su vida, ya que bebemos casi exclusivamente de la tradición. Con que diga que hasta la fecha no está absolutamente claro si se trata de la misma Santa Eulalia de Barcelona, o existen dos Eulalias, es suficiente para hacerse una idea de lo complejo del tema.
Dicho esto, decir que se acepta generalmente que Eulalia nació y murió en Emerita Augusta, hoy día Mérida. Que tradiciones piadosas o locales sitúen su nacimiento en otras partes responde tan sólo a la existencia de un culto muy antiguo en estas zonas, pero que no tiene ninguna otra base. Por ejemplo, hay autores extranjeros que sitúan erróneamente el nacimiento y martirio de Eulalia de Barcelona en Francia, pero eso es porque allí también hubo un culto muy antiguo y acabaron haciéndola compatriota.
Se dice también que Eulalia (de nuevo hablamos de la de Mérida) era hija de un ilustre patricio llamado Liberio. Pero por mi parte no le daría demasiado crédito (a lo de patricio, digo). Esta niña fue víctima de un proceso de tortura atroz y murió quemada viva, algo que jamás se le haría a la hija de un patricio: hay que tener en cuenta que las clases altas romanas, que gozaban de la ciudadanía, tenían una serie de derechos entre los cuales estaban el ser exentos de tortura (salvo flagelación) y de una muerte ignonimiosa, es decir, toda aquella muerte que no fuese a espada o a golpe de hacha. Tal es mi razonamiento, que no fuerzo a nadie a aceptar, pero que tiene su lógica de acuerdo con lo que conocemos acerca de la legislación y el mundo jurídico romano. Es verdad que en el siglo IV la ciudadanía ya había sido extendida a todos los habitantes del Imperio, pero esto no cambia en que hubiese una diferencia de trato entre las clases pudientes y la gente del pueblo.
Sobre si el padre murió mártir, sobre quién era su madre, o sobre si tenía hermanos, no se sabe nada de nada. No hay la menor mención a ello. Hay que tener en cuenta de que las actas de los mártires, salvo aquellas que vienen de los documentos judiciales originales redactados por los asistentes del magistrado (que son bien pocas), datan de una época muy posterior al martirio en sí, a veces hay siglos de diferencia. Dudo que esos datos se conociesen y en algún momento dejaron de ser importantes. Pero en general la passio legendaria da a entender que era hija única, al intentar sus padres recluirla en su villa lejana a la ciudad para que no acudiese al pretorio por su cuenta.
Sobre la compañera llamada Julia, es difícil de nuevo precisar nada. En la mayoría de versiones no se la menciona. En otras, dicen que era amiga, o esclava (no debe decirse sirvienta, no había “sirvientes” en la Antigüedad) de Eulalia, y que la siguió en su martirio, padeciendo sus mismos tormentos y muriendo del mismo modo que ella. Pero nada más. Dependiendo de versiones, también varía la figura del juez, que en las más conocidas es el famoso gobernador Daciano, y en otras es un juez llamado Calpurniano. Todo ello nos conduce a lo mismo: no tenemos datos ciertos, sino diferentes versiones legendarias que no añaden más salvo incertidumbre.
Ahora hablemos de Donato y Félix. Donato es, según la tradición, el sacerdote que la instruyó en la fe, la bautizó y se encargó de su dirección espiritual. No hay más, que yo sepa. En cuanto a Félix, hasta donde yo sé, no veo ningún Félix mencionado aquí; si acaso es San Félix de Gerona, que se menciona en la passio de Eulalia de Barcelona, el cual se encontró con la comitiva que llevaba a enterrar a la mártir y, haciendo una reverencia hacia ella, exclamó: “Tú, señora, has merecido antes que yo la palma del martirio”, y la tradición dice que entonces el cadáver de Eulalia le dedicó una amplia sonrisa. Pero esto no tiene que ver con Eulalia de Mérida, si es que realmente son dos santas distintas. Si se trata de este Félix, sí, murió mártir poco tiempo después, por lo que respecta al tal Donato, no tengo información acerca del mismo.
Como puede ver el tema es muy complejo y todo ello se deriva a que, repito, tan sólo bebemos de fuentes tradicionales y piadosas. No creo que podamos ir más allá de esto, al menos mientras no logren esclarecer los Bolandistas el tema de las dos Eulalias.
Por lo demás, y por no alargar más la respuesta, lo que tenemos de ella es que era una niña emeritense, que, con Julia o sin Julia, se presentó por su cuenta ante el magistrado (Daciano o Calpuriniano) y cuya dura condena de la persecución y negativa a sacrificar a los dioses (que fue acompañada de una profanación del altar, al arrojar las ofrendas al suelo) fue seguida de una serie horrenda de torturas y finalmente fue quemada viva, con antorchas, o dentro de un hornillo, que se ha convertido en su atributo principal y que contribuye a distinguirla de Santa Eulalia de Barcelona, al menos en cuanto a iconografía se refiere.
(En la imagen, la Santa tal cual se venera en Mérida, vestida de blanco para el día de su fiesta, el 10 de diciembre).
Meldelen
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