Letanía Lauretana: Christe, audi nos
Cuando Salomón, con todo su pueblo, ofreció grandes sacrificios al Dios de Israel, se le apareció el Señor, y le dijo estas palabras: “Yo desde el Cielo atenderé a tu Pueblo, y le seré propicio” (texto de la filacteria en la imagen). Ciertamente fue grande esta gracia , y esta promesa. Pero semejante promesa hace Cristo a su Madre: porque promete este Señor oír y atender siempre desde el Cielo, los ruegos de todos aquellos que son verdaderos devotos de esta amable Señora, y de serles propicio en todas sus cosas y negocios.
Así como en otro tiempo decía Dios a Moisés: “Yo atendí a los gemidos de los hijos de Israel”, así parece decir Cristo a su Madre: “yo oí y atendí los ruegos de tus hijos; yo preparo oídos benignos; yo doy riquezas, yo doy consuelo, yo doy gracia a todos aquellos que se encomiendan a tí, como hijos devotos, a aquellos, que tú, oh Madre mía, proteges como hijos, y a aquellos que tu recibes debajo de tu patrocinio”. Pero se deben notar unas palabras, que esta Madre les dice a sus hijos, que son así: “Yo seré buena Madre, pero tú has de ser buen hijo: Si tú hicieres como hijo, yo me portaré como Madre”.
Esta imagen representa muchas peticiones humildes (expresadas gráficamente en forma de cartas) que los devotos de Maria Santísima remiten a esta Señora por medio de sus Ángeles Custodios, y la Virgen entrega estos memoriales a su Hijo, para que escriba, y ponga en ellos el cumplimiento de lo que pretenden. Uno pide ser libre de infamia , otro de la enfermedad, otro de tempestad, otro de muerte repentina, otro del espíritu de fornicacion, otro de la ira de Dios , otro del pecado. Todos son bien despachados por medio de María, porque el que tiene a Maria por Abogada, tendrá y experimentará Juez benigno a Jesucristo.
ORACIÓN. Señor mío Jesucristo, que para manifestar tu clemencia, te atribuyes diversos nombres, ya el de Pastor Bueno, que busca la oveja perdida; ya el de Rey benigno, que perdona a su siervo diez mil talentos; ya el de Samaritano misericordioso, que sana las heridas; y ya el de Padre piadoso, que admite a su gracia al hijo Pródigo, e inobediente: yo te pido rendidamente, que como Pastor Bueno recibas a esta oveja perdida, que como Rey benigno perdones a este siervo sus deudas, que como Samaritano compasivo sanes las heridas de esta alma; y finalmente, que como Padre piadosísimo recibas en tu gracia a este hijo inobediente: para lo cual clamo a ti por aquella Señora, que es Madre tuya, y mia: “Christe, audi nos”
Súplica anterior: Kirie Eleison II
LETANÍA LAURETANA DE LA VIRGEN SANTISSIMA,
EXPRESADA EN CINCUENTA Y OCHO ESTAMPAS,
e ilustrada con devotas meditaciones y oraciones,
QUE COMPUSO EN LATIN FRANCISCO XAVIER DORNN,
predicador en Fridberg,
Y QUE TRADUJO UN DEVOTO.