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Tus preguntas sobre los Santos

La Crucifixión: el mito de Santa Wilgefortis

La Crucifixión: el mito de Santa Wilgefortis

Quizá hoy en día ya no muchos la conozcan, pero durante la Edad Media y Moderna, y especialmente en Alemania y el centro de Europa, fue una de las santas más conocidas y veneradas, estando presente en no pocas iglesias y atribuyéndosele incluso algunos milagros. Hablo de Santa Wilgefortis, quien adopta en la iconografía la forma de una mujer crucificada con una espesa barba y coronada. Lo cierto es que su culto hoy día prácticamente ha desaparecido y sólo resta como leyenda, porque es lo que realmente fue siempre: un mito.

Santa Wilgefortis es el resultado de la malinterpretación del Volto Santo de Lucca (en la imagen), una antíquisima imagen-relicario de Cristo Crucificado, a medio camino entre el Christus Triumphans y el Christus Patiens, que se venera en Lucca, Italia, del cual se dice que fue esculpido por San Nicodemo y que tiene la auténtica faz de Cristo (bueno, esto se dice de muuuchas otras piezas). Al venir de Oriente, presentaba la imagen propia de la zona: Jesús llevaba túnica. En Occidente, eso jamás se había visto: los hombres siempre habían llevado pantalones. Cuando la imagen empezó a ser copiada y a circular por Europa, se produjo la metamorfosis: en la mente de los europeos sólo una mujer podía llevar túnica, por lo que creyeron que aquello que veían no era Cristo, sino una mujer crucificada. Irónicamente, eso prevaleció sobre la más que evidente barba, y prevaleció porque ya existían de antiguo viejas leyendas sobre vírgenes cristianas que pedían a Dios la fealdad física con tal de verse libre de los acosos de los mortales, por lo que Él les hacía crecer barba. Así nació el mito de Santa Wilgefortis: inventaron una mártir cristiana, hija del rey de Portugal, que pidió a Dios que la deformara para escapar a un matrimonio indeseado. Cuando le creció una enorme barba, su padre lo tomó por brujería y la hizo crucificar. Semejante absurdo tuvo mucho éxito y, como decía, el culto de la Santa se extendió por Centroeuropa.

Son risibles muchos estudios que pretenden demostrar la autenticidad de la Santa, asociándola a Santa Librada o a Santa Julia, mártires crucificadas por excelencia, o hablando de una posible anorexia nerviosa que hubiese provocado el nacimiento de la barba. Todo ello es absurdo. Santa Julia es una, Santa Librada es otra y Santa Wilgefortis es el mismo Jesús Crucificado. La anorexia nerviosa es una enfermedad del siglo XX y aunque es posible, por alteraciones hormonales, que a una mujer le saliese barba, nadie la haría crucificar ni quemar, sino que tales mujeres eran exhibidas en las ferias y en los circos, como muchos saben.

Éste es un ejemplo de los desastres que se derivan de las malinterpretaciones de la iconografía y la confusión de la imaginería propia de cada zona del mundo. Hay algunos más. Santa Wilgefortis, naturalmente, no pasó el filtro de los estudios de los Bolandistas y cayó del culto público ya hace mucho. Pero sus imágenes siguen allí donde siempre estuvieron, para curiosidad del visitante, y quizá para aprender una lección que sería mejor no olvidar.

Meldelen.

Yo añado que Wilgefortis nunca fue canonizada, fue un culto que se introdujo y se dejó estar en algunos sitios, mientras que en otros no se permitió, como España; y es que en esto antiguamente había más libertad y autonomía.Algunos plantean que Wilgefortis vendría del latín "virgo fortis", o sea, un título a la "virgen fuerte", pero en realidad, proviene de "Hilge Vartz", o sea, Santo Rostro en lengua germánica. Así mismo es llamado el Cristo de Lucca, que representa el rostro verdadero de Cristo, siempre según la leyenda. También se le conoce como Kummernis, Oncommer, Reginfledis. Una bella leyenda acrecentó su culto: Un violinista tocóante su imagen y esta le dejó caer un zapato cuajado de piedras preciosas, por lo que el músico fue acusado de robo y condenado a muerte por sacrilegio. Pidió la gracia de tocar de nuevo delante de la imagen, que corroborando su inocencia, se descalzó del otro zapato, arrojandoselo, en presencia de todo el pueblo. En fin... muy bonito, pero legendario.

Ramón.

5 comentarios

andrea garcia -

si creo ke a luis bernardo le aburre leer y no lo leyo o te falta comprension de lectura jajjaja

Meldelen -

¿Te has leído el artículo, Luis Bernardo? Porque ahí dejo bien claro que no es igual una a la otra.

luis bernardo -

Wilgefortis es igual a santa liberata?

Meldelen -

Dependiendo, amigo, de lo que entiendas por "falsa santa". Santa Wilgefortis no existe ni ha existido nunca, es un Jesús Crucificado al que tomaron por error como mujer en el centro de Europa. Se parece más al sincretismo de Santa Bárbara con el dios vudú Shangó que al caso de la Santa Muerte, porque ésta es un culto en sí mismo, mientras que la Bárbara-Shangó es un sincretismo, y Wilgefortis es una malinterpretación. Si lo dices en este sentido, sí, es una falsa santa. Y hay algunos casos más en Europa, pero ya digo, hace mucho que dejó de tributársele culto, mientras que los cultos sincréticos en América siguen muy en boga hoy día.

Edmundo Encinas -

Wow!!!
A lo que comprendi, creo que la santa Wilgefortis es por lo tanto una FALSA SANTA ¡!
O no?
Y yo que creia que solo habia falsos santos en america como el tal san la muerte o la mano estafadora y como olvidar al famoso gil de Argentina ;)