Blogia
Tus preguntas sobre los Santos

Santos poco conocidos

San Diego de Mevania, identificado

San Diego de Mevania, identificado

Este artículo nace por una controversia de las que solemos tener un grupo de amigos en nuestro espacio de Flickr, sobre un retablo donde aparece un lienzo de este santo, nombrado, pero no se sabía quien era. Unos decían que si sería el mismo Beato Jordán de Sajonia, o que si sí, o si no. Entre todos llegamos a la conclusión de que era, sí:

San Diego de Mevania, confesor, dominico. 23 de agosto.
Hay que decir que solo consta como beato, aunque, al igual que muchos santos de órdenes religiosas sean llamados santos. Su festividad era el 23 de agosto, pero al pasar Santa Rosa a este día, no he hallado a que día lo trasladaron, creo que simplemente lo suprimieron. En ocasiones lo hallamos como Diego, o Jacobo, Santiago o Jaime. 

Fue hijo de padres virtuosos y nobles. Según el "Sacro Diario Dominicano" (1), el día de su nacimiento aparecieron en el cielo tres soles y tres lunas (a veces aparecen como sus atributos), puesto que ese mismo día nacieron nuestro Santo, San Ambrosio de Siena y Santo Tomás de Aquino; a la par de esto, un niño desconocido y de gran belleza iba por las calles clamando "a la escuela, a la escuela, que han nacido tres maestros". Recibió una buena educación y mejores ejemplos de piedad. Muy joven entró a la Orden Dominica, creciendo en virtudes humanas y divinas. A los 25 años, por su gracia oratoria y santidad de vida, le encomendaron el ministerio de la predicación pública. En este, destacó por una palabra encendida, pero misericordiosa, implacable con el pecado y reconciliadora con el pecador. Predicó constantemente contra la herejía nicolaíta, convirtiendo Ottonello, principal líder italiano de la secta. (2).

Fue un hombre penitente, practicó escrupulosamente la enseñanza de Santo Domingo, sobre los 9 modos de orar. Se azotaba diariamente, usaba cilicio y comía lo mismo que los más pobres. Fue tentado constantemente en la obediencia y en la pureza, pero siempre salió adelante por la gracia divina, que correspondía a sus esfuerzos ascéticos. Vivió una perturbadora ansiedad (patológica diría yo) sobre su salvación, que lo llevó a temer que sus virtudes, fama y milagros no fueran sino ardides del diablo para llevarlo a la soberbia. Se examinaba a si mismo en cada palabra o acto. De todo esto “sanó” gracias a una intervención de Jesús: Estando penando su paranoia ante un crucifijo, este le roció empapándolo con sangre del costado del Cristo, mientras una voz le dijo: “esta sangre será una prenda de tu salvación”. Y nunca más desesperó. Este baño de sangre es su principal atributo iconográfico, lo que ha dado pie a representaciones artísticas de lo más "gore".

En el momento de su muerte, 15 de agosto de 1301, se le aparecieron la Virgen del Rosario, Santo Domingo y San Jorge, que le acompañaron al cielo. Luego de morir, los frailes que rezaban por su alma oyeron una vez que decía: “No pidáis á Dios por él, pedid que interceda a Dios por vosotros”. Fue sepultado en su convento de Mevania, donde comenzaron los milagros y la devoción, con tal fama de santidad que Bonifacio IX concedió se hicieran peregrinaciones públicas. En el siglo XVII, 300 años después de su muerte, al hallarse el cuerpo incorrupto, llegó la “beatificación” por Clemente X, que autorizó el culto, con oficio propio, a toda la Orden.

Y concluye el capítulo de este libro con una oración: "Glorioso Jaime, alcanzadme, junto con el santo temos, aquella confianza que tuviste en Jesús Crucificado, para que consiga el fruto que con su Sangre me ha merecido este Divino Señor. Que vive y reina... Amén".

 

 


(1) Obra editada en español en 1747, que recoge vidas y leyendas de santos, beatos, venerables y personajes ilustres relacionados con la Orden Dominicana.

(2) No hay que confundir el nicolaísmo medieval con el que se menciona en Apocalipsis 2. 6, 15. La herejía que combatió nuestro santo, tomó su nombre de su fundador, Nicolás de Wlasenic, que decía ser portador de una revelación, negándose a aceptar la autoridad de la Iglesia, mientras imponía la autoridad de su doctrina. En cuanto a la conversión de Ottonello por medio de San Diego, he de confesar que no es un tema que haya mirado para redactar este artículo. Alguien ya lo hará.

San Juan Calabria

San Juan Calabria

Pregunta: Buenos días, antes que nada, gracias por responder siempre mis preguntas. Tiene alguna información sobre los beatos Juan Calabria y Sor María de Jesús Crucificado?

Respuesta: Gracias a ti por visitar la página, de veras. Te daré primero respuesta sobre San Juan Calabria, y en otro momento y artículo sobre la Beata carmelita María de Jesús Crucificado.

San Juan Calabria, presbítero fundador. 4 de diciembre y 8 de octubre (en Verona).
Juan fue hijo de un zapatero y una sirvienta y nació en Verona en 1873, siendo el séptimo hijo. Fue una familia muy pobre y, para colmo, el padre murió cuando Juan tenía 13 años, por lo que tuvo que dejar el colegio para trabajar. Afortunadamente, el párroco de su iglesia, Pedro Scapini, vio sus aptitudes y su talento y lo continuó educando gratuitamente, con vistas a prepararlo para el seminario, mientras crecía en las virtudes de la caridad, humildad y en la práctica de los sacramentos.

Logró entrar al seminario, pero a los 3 años tuvo que dejarlo para entrar al servicio militar, donde continuó siendo ejemplo de buen cristiano. Al terminar, volvió a los estudios del seminario y es en este momento, 1897, cuando tiene su experiencia fundante (al decir de los místicos y teólogos), que le marca toda su vida: una noche, después de visitar unos enfermos, halla un niño acurrucado junto a su puerta. Le atendió y eso le hizo comprender su vocación: atender al desvalido. Ese mismo año funda la "Pía Unión" para la asistencia de los enfermos pobres y sin recursos, aglutinando a laicos y seminaristas deseosos de ayudar a los más débiles.

En 1901 fue ordenado sacerdote, nombrado confesor del seminario y vicario de San Esteban de Verona. En 1907 pasó a ser párroco de San Benito del Monte y capellán militar. Cultivó el ministerio de la predicación, la catequesis (por aquellos tiempos tarea de los sacerdotes exclusivamente), y dedicaba horas enteras al confesionario. Allí fundó la Casa de la “Buena Infancia", para atender a los niños. Fundó para los hermanos consagrados la "Congregación de los Pobres Siervos de la Divina Providencia" (fue aprobada por el obispo en 1932 y por el papa en 1949), dedicada a los abandonados, marginados, ancianos y enfermos. Su corazón apostólico le hizo fundar en Vijayavada, India, en 1934 (1). Antes, en 1910 había fundado a las Hermanas, dedicadas a las niñas y las mujeres (esta rama femenina fue aprobada por el obispo y por el papa, en 1952 y 1981, respectivamente). En 1944 fundó una rama para laicos, sin votos religiosos: la "Familia de los Hermanos Externos". Toda esta familia religiosa mostraría al mundo la idea y espiritualidad de Juan Calabria: “La Providencia existe, Dios es Padre y piensa en nosotros, siempre que nosotros pensemos en él”. Por ello se fundaron casa de acogida, hospitales, centros de formación humana y espiritual. Se ayudó seminaristas pobres, obreras, y a todo tipo de necesitado.

Fue amigo de protestantes y ortodoxos, cultivando el verdadero ecumenismo: trabajar en la verdad, sin concesiones, pero respetando y escuchando las ideas de los otros. Tan es así, que uno de los que pidió oficialmente su canonización fue el pastor luterano suizo Sune Wiman. En este tema del diálogo con otras confesiones cristianas fue precursor de algunos lineamientos pastorales del Concilio Vaticano II. En la Segunda Guerra Mundial ayudó escondiendo a judíos, como la doctora que vivió entre sus religiosas, como una hermana más.

También se preocupó por la buena prensa y las lecturas, por ello escribió “Apostólica vivendi forma", un libro donde habló de los males de su tiempo, de la necesidad de volver a Dios, la Providencia Divina, la actitud que debían tener los sacerdotes y laicos ante los descreídos o alejados de la Iglesia.

Finalmente, después de toda una vida al servicio de los demás, el 4 de diciembre del 1954, Juan Calabria entró en la gloria. En su agonía, ofreció su vida por Pío XII, agonizante también. El padre Calabria murió, pero Pío VII se restableció en el acto, y continuó al servicio de la Iglesia. El Cardenal Schuster mandó grabar en su tumba las palabras: "Resplandeció como faro luminoso en la Iglesia de Dios". Fue beatificado por Juan Pablo II en 1988 y canonizado en 1999, por el mismo papa.

 


(1) Esta fundación no prosperó a causa de la guerra y los recelos hacia los italianos, por parte de los ingleses, colonos de India.

San Claudio de la Colombière

San Claudio de la Colombière

Pregunta: Te importaria poner algo de este santo? Me gustaria que se le conociera un poco mas.

Respuesta: Pues no, no me importa, y me parece bien que alguien se preocupe porque se conozcan santos tan importantes y no muy conocidos, al menos a nivel popular.

San Claudio La Colombière, presbítero jesuita. 15 de febrero.
Claudio nació en 1641, en San Sinforiano de Ozon, localidad perteneciente a Lyon. A los 17 años entró en la Compañía de Jesús y desde el noviciado ya participó activamente en las misiones populares llevadas a cabo por su Orden en Avignon y Lyon. Ya religioso profeso, con licencia para predicar, mostró sus dotes de oratoria y sensibilidad para acercarse a las masas, cristianas en el alma, pero un tanto distantes de la fe por causas políticas o morales. Estudió la teología en París durante los cuatro años preceptivos. Fue amante de la santa obediencia, hasta la más mínima norma, no haciendo nada sin consultar a su superior y a su confesor. Sin embargo, este voto de obediencia no le convirtió en una persona dependiente ni apocada, sino todo lo contrario: estando seguro del beneplácito divino, manifestado en sus superiores, se lanzaba con mucho ánimo en sus empresas misioneras u obras escritas.

Fue enviado a Paray le Monial en 1675, donde desarrolló una gran actividad apostólica en la universidad, colegios, la parroquia y los conventos, fundó cofradías o asociaciones piadosas y cartitativas. En esta ciudad conoció a Santa Margarita María de Alacoque (16 de octubre), a la que se unió en un profundo amor espiritual en Cristo. Ya sabemos que Margarita era la “confidente del Sagrado Corazón”, lo que la situó en un verdadero calvario por parte de sacerdotes, las monjas y algunos nobles, que no veían con buenos ojos esa devoción “moderna” al corazón carnal de Cristo (en origen la devoción hacía énfasis en el órgano de carne), ni se propagase su imagen. Todos dudaban de ella, lo cual es lógico: los seres humanos, y la Iglesia, temen lo novedoso, lo que desconocen y puede cambiar conceptos. Tanbién hay que considerar la Francia de la época, renuente a movimientos y devociones nuevas. Reciente estaban los hechos de las cistercienses de Port-Royal, que finalmente desembocó en condenas de las monjas y sus seguidores. Claudio mismo fue un luchador constante contra el jansenismo extendido por toda Francia.

Entonces, Claudio, oyendo a Margarita, confesándola y dirigiendo su espíritu, determinó que aquello no era obra del demonio ni de la devoción de Margarita, sino que procedía verdaderamente de Dios. Ambos diseñaron la imagen (que no es la que conocemos hoy) del Corazón de Cristo y se convirtieron en apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús: ella en el claustro y él en el púlpito. Los jesuitas recogieron este ejemplo y se hicieron fuertes propagadores de la devoción al Sagrado Corazón (1).

En 1676 fue enviado a Inglaterra como director espiritual de la Duquesa de Cork, católica. Fue una época difícil porque no renunció a su apostolado, lo que al final le valió la cárcel. Era totalmente prohibido predicar en la Inglaterra protestante. Estuvo a punto de morir en la cárcel, pero se hicieron gestiones y fue liberado y repatriado a Francia. No se repuso de la cárcel y murió el 15 de febrero de 1682, sin llegar a ver su sueño: la festividad del Sagrado Corazón, celebrada por primera vez en Paray-le-Monial en 1686. Fue beatificado en 1929 y canonizado en 1992.



(1) el tema de la devoción, historia e iconografía del Corazón de Jesús merece artículos aparte, no caben aquí.

Beato Tomás Alonso Sanjuán

Beato Tomás Alonso Sanjuán

Pregunta: Me gustaría conocer algo de la biografía del hermano salesiano muerto en el año 1936 en Málaga, llamado TOMAS ALONSO SAN JUAN

Respuesta: Es uno de los tantos mártires llamados “de la guerra civil”, aunque yo prefiero el término “de la fe, en el contexto de la guerra civil”. Es más largo, pero más atinado. Puesto que mártires “de la guerra” fueron todos, de un bando o de otro; mientras que los santos son mártires de la fe que alcanzaron el martirio en esas circunstancias hostiles a la religión y, es de suponer, que habrían sido mártires también en otras circunstancias. Fueron asesinados antes o en medio de la guerra, pero no son mártires a consecuencia de esta, sino del "odium fidei" que caracterizó a España entre los años 31-39 (en realidad originado en el siglo XIX y sostenido con más o menos fuerza hasta los años 30 del siglo XX)

Beato Tomás Alonso Sanjuán, salesiano mártir. 6 de noviembre.
Tomás nació en un pueblo de Salamanca, en 1893 y en 1906, con sólo 13 años entró a la Congregación Salesiana con vistas a ser hermano coadjutor. Fue trasladado a Sevilla donde trabajó como impresor (ya sabemos la importancia que los salesianos dan a la buena prensa). Su noviciado duró más de lo normal, cuatro años, por su carácter apasionado y en ocasiones airado. Finalmente fue admitido a la primera profesión en 1914. Desde este año estuvo en la Trinidad de Sevilla, hasta 1929 en que fue trasladado a Málaga, igualmente en calidad de impresor.

Afortunadamente testimonios de su persona no faltan, alumnos, ex-compañeros, cooperadores de la Obra Salesiana han dicho de él que aunque era muy serio, era familiar y generoso. Todo trabajo que le encomendaban, sobre todo la imprenta, los desarrollaba con entrega y profesionalidad: el taller de los obreros, el teatro, ayudante del maestro de música. Gran amante de María Auxiliadora y de San José, presidía la Compañía de San José, asociación de y para los jóvenes obreros.

Estallada la guerra tres días antes, el 21 de julio de 1936 fueron arrestados todos los salesianos de la casa de Málaga, después de registrar y destrozar la casa y el taller (ojo, alguno de estos milicianos habían estudiado allí y sabían de la inocencia de los religiosos). Al día siguiente, junto a muchos sacerdotes de la diócesis también apresados, fueron trasladados al Gobierno Civil, desde donde fueron remitidos a la Prisión Provinciall, llamada durante mucho tiempo después “la Brigada de los curas” (1). Allí estuvo Tomás más de un mes, con los que había sido preso y con los que iban llegando, a los que procuraba lecho con diligencia y caridad, al decir de Don Luis Vera canónigo de la Catedral.

El 22 de agosto comenzaron los fusilamientos de los religiosos, se repitieron el 30 y el 31, cuando los milicianos entraron y comenzaron a seleccionar prisioneros. Tomás fue el primer elegido, e intercedió por otro preso, laico y empleado del colegio salesiano, que no fue finalmente fusilado por no ser sacerdote ni religioso. Fue sacado de la prisión y fusilado, simplemente por ser religioso, junto al cementerio de San Rafael de Málaga, donde fue enterrado. Actualmente sus reliquias y las de los demás mártires reciben veneración en la catedral de Málaga.

Tomás fue beatificado junto a 496 mártires el 28 de octubre de 2008, la ceremonia de beatificación con más mártires celebrada hasta hoy, y su memoria se celebra el 6 de noviembre.

 


(1)   No fueron asesinados por “la masa popular”, como se nos quiere hacer ver constantemente, sino por el gobierno del momento. No fueron asesinados “por ser del bando franquista” (ni sabrían bien quien era ese Franco), sino únicamente por su condición cristiana y religiosa: el odium fidei.

Beato Roberto, eremita celestino.

Beato Roberto, eremita celestino.

Pregunta: Hola, por favor necesito me provean de informacion de Beato Roberto da Salle, mi abuela me regalo un cuadro de el que tiene mas de 150 años, pero no encuentro nada de este santo. Agradezco informacion que me puedan suministrar. Argentina.

Respuesta: Aquí te doy todo lo que del Beato Roberto tengo:

Beato Roberto da Salle (o de Salento). 18 de julio y 19 de mayo (en Morrone).
Nació en 1273 y era originario de la aldea de Salento o La Salle, sus padres se llamaban Tomás y Bienvenida. Al bautizarlo, como si de una premonición se tratara, le llamaron “Santuccio”, digamos “santito”. Desde muy niño demostró el santo que llevaba dentro, era piadoso, caritativo, amable. A los 7 años un vecino de su hermana la ofendió y, ante la petición de venganza de esta, el domingo siguiente, en la misa, Santuccio recibió (de manera extraordinaria) la paz de manos del sacerdote y corrió a ofrecésela al ofensor, que pidió perdón, solucionando el problema en paz.

Adolescente aún, a los 16 años, tuvo clara su vocación religiosa al eremitismo y la soledad. Por ello pidió permiso a sus padres y se fue con el monje Pedro Angeleri de Isernia, que había fundado un eremitorio en Morrone, siguiendo la regla de San Benito. A la regla le añadió Pedro, algunas prácticas penitenciales propias, como las 100 postraciones de día y 100 de noche, las 3 cuaresmas (la ordinaria, la de Adviento y por la Asunción), confesión pública de los pecados, vestir el cilicio constantemente, y otras más. Pero Roberto no temió estas normas y en 1294 era el discípulo predilecto de Pedro, por su amor al silencio, la penitencia y la oración. Ese mismo año Pedro fue llamado nada menos que al solio pontificio. Fue elegido Papa en un momento muy duro para la Iglesia, hacía dos años no había papa y las familias Orsini y Colonna dominaban a los cardenales, al Vaticano. Eligieron un papa anciano (tenía 84 años) y santo, humilde y ajeno a las intrigas, los placeres y protocolos, que no hiciera nada, pero que diera tiempo a preparar su sucesión.

Roberto, que era ya su nombre de religioso aunque Pedro seguía llamándole Santuccio de cariño, se negó rotundamente a seguirle cuando Pedro quiso llevarle consigo, nombrándolo cardenal (su iconografía le pone con un capelo cardenalicio a los pies), y se trasladó a Roccamorice, donde continuó sus prácticas de penitencia y oración. La verdad es que la "operación papa" salió regular, porque si en verdad calmó la situación, Pedro no hizo mucho como papa, solo eso, ser una transición. Tomó el nombre de Celestino V, se retiró Nápoles y se hizo una cabaña en el palacio adjudicado, donde siguió viviendo como un eremita más. Así 5 meses, hasta abdicar (caso único) del papado.

Al quedar libre del papado regresó a la montaña, y Roberto fue junto a él. Pero la alegría les duró poco. Bonifacio VIII, su sucesor, temiendo un cisma lo apresó y lo mantuvo encerrado hasta morir en 1296 (1). Ese mismo día se le apareció a Roberto, por lo que el santo supo la noticia de su muerte días antes que se lo comunicaran. Roberto volvió a San Jorge de Roccamorice, donde recibió el sacerdocio a los 25 años (aunque la regla lo prohibía antes de los 31). Durante doce años vivió totalmente como eremita, sin salir de su celda para nada hasta ser nombrado procurador del monasterio del Espíritu Santo de Roccamontepiano. Luego fundó el de Santa Cruz, otro más en Gessopalena y en 1321 regresó a Roccamontepiano hasta 1327, que fue nombrado General de la Congregación Celestina (ya se le llamaban así). Fundó más monasterios y algún hospital para peregrinos.

Ya en vida era tenido por santo por su caridad y humildad. Muchos se hicieron monjes atraídos por su santidad. En el orden místico tuvo signos de Dios, consuelos en su oración. Algunos éxtasis y visiones fueron presenciados por monjes. Sanó a una niña lisiada mientras celebraba la misa para ella, resucitó a un monje que había muerto en pecado mortal, este se confesó y entró al cielo. En una ocasión sanó a uno de los hermanos de la lepra con solo besar y hacer la señal de la cruz a las heridas. Pero padeció lo suyo, pues fue acusado por el obispo de Chieti de abusar de las donaciones que le hacían y de aprovecharse de la fe de las gentes para enriquecerse.

Roberto murió en 1341, el 18 de julio, luego de 52 años de vida religiosa. Luego de su muerte, su tumba fue meta de peregrinaciones debido a los muchos milagros que allí ocurrieron. En 1342 las reliquias se trasladaron a Sulmona. Otras reliquias se trasladaron a su parroquia natal de La Salle, donde se bendice a los fieles con su brazo el día de su festividad. Se le invoca contra las llagas, las úlceras de la piel y la parálisis.



(1) Clemente V lo canonizó en 1313 y su memoria es el 19 de mayo.

San Tito, ahora si está.

San Tito, ahora si está.

Pregunta: Hola Ramoncito! Estoy buscando algo de San Tito en tu blog, pero estoy un poco confundida y no encuentro lo que quiero, lo que se sabe de su vida, cuando se celebra, etc. Estoy hablando de la persona a la que a veces se refería San Pablo en sus cartas. Me puedes ayudar? Gracias, un abrazo!!!

Respuesta: Sí, te puedo ayudar. No has encontrado nada suyo aquí porque nada tenía publicado específicamente sobre él. Pero a partir de ahora sí. Pues veamos que se sabe de él:

San Tito de Creta, apóstol y obispo. 26 de enero, junto a San Timoteo; 4 de enero (Synaxis de los Apóstoles, Iglesia oriental), 27 de enero; y 25 de agosto, (Iglesia Griega).

Lo que de él se conoce se ha entresacado de las dos cartas escritas por San Pablo a los corintios y la carta que escribe al mismo Tito. También está la fuente del Menologio Griego, que recoge de su vida, en las versiones escritas por Zenas y Pedro de Natalibus. Tito nació de padres paganos, descendientes de la antigua familia real de Creta. Zenas narra su conversión, diciendo que era un joven estudioso e ilustrado en la prosa y la poesía de lo filósofos y escritores paganos, pero que esto no le bastaba y su alma buscaba constantemente la verdad. Cuando tenía 20 años oyó una voz en su interior que decía “Tito, salva tu alma. Nada de lo que has aprendido de los griegos te obtendrá la salvación”. Y la misma voz le ordenó abrir un texto hebreo al que jamás había prestado atención ¡era el libro del Profeta Isaías! Tito lo abrió al azar y ante sus ojos cayó el texto de Isaías 41, 9-10 que dice: “tú, a quien tomé de los confines de la tierra, y desde sus lugares más remotos te llamé y te dije: Mi siervo eres tú; yo te he escogido y no te he rechazado: No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia”.

Tito se dio cuenta que esto estaba muy lejos de los escritos griegos, en los que hasta ese momento había hallado consuelo y felicidad. Dejó sus estudios, su familia y su casa y se encaminó a Jerusalén, buscando más de esa nueva sabiduría. Al llegar allí encontró a Jesús, le oyó predicar y se convirtió en su discípulo. Zenas dice que fue uno de los griegos que San Andrés (30 de noviembre) llevó a Jesús (Juan 12, 20) y uno de los primeros discípulos, lo cual podría ser posible fácilmente.

También nos cuenta que luego de la Ascensión del Señor permaneció en Jerusalén y estuvo presente en Pentecostés, y que luego de la conversión de San Pablo se unió a este. Fue su intérprete, secretario y amigo, del que llega a decir “Dios, que consuela a los humildes, me consoló con la venida de Tito" (2da Corintios 7, 6) y de como, yendo a Troas, no le había conocido (2da Corintios 11, 13). Esto es, evidentemente, recordando el pasado, del tiempo en que había oído de él y no le conocía aún.

En el año 51, Tito le acompañó al Concilio de Jerusalén, en el que se trató el tema del sometimiento de los cristianos a los ritos mosaicos, pero ya sabemos como acabó aquello y volvemos a Tito. En el año 56 San Pablo le envió a Corinto, con la misión de investigar y solucionar disensiones y escándalos en la Iglesia local. Allí analizó el caso del incestuoso excomulgado, al que reconcilió con la Iglesia nuevamente. Ese mismo año fue enviado de nuevo a Corinto, donde llevó una colecta hecha por los cristianos jerosolimitanos.

Zenas dice que después de su primer encarcelamiento, al volver de Roma, San Pablo consagró a Tito obispo de Creta, donde vivía con su hermana, esposa del gobernador Rustilio. Se basa en las palabras de San Pablo "te dejé en Creta" (carta a Tito, 1. 4) y San Juan Cristóstomo, en su comentario a dicha carta dice “podemos hacernos un juicio de la gran estima de Pablo a Tito al encomendarle esta misión”. En el 65, se encontraron los dos en Nicópolis, y San Pablo le envió a predicar a Dalmacia donde se le venera como su apóstol, aunque probablemente no estuvo allí para mucho tiempo.

Pedro de Natalibus relata que en el momento de su muerte, el rostro de Tito resplandeció y que dos ángeles descendieron del cielo a llevarse su alma. Hizo una oración larga y profunda y exhaló el espíritu. Su cuerpo se conservó con gran veneración en la catedral de Gortina, de donde fue trasladado a Candia (17 kilómetros de distancia) cuando los sarracenos arrasaron la catedral y ciudad en el 823. Allí se custodió su cabeza hasta que los venecianos la llevaron a San Marcos de Venecia, donde se conserva. Es patrón de Creta.

San Eugenio de Milán

San Eugenio de Milán

Pregunta: Estimado... Disculpe las molestias pero le escribo un mail ya que no puedo abrir para hacerle la consulta por la página web. Necesito información y si es posible una imagen de San Eugenio obispo de milán, que se celebra el 30 de diciembre. Desde ya muchas gracias. Argentina.

Respuesta: No es molestia ninguna, hombre.

San Eugenio de Milán, obispo. 30 de diciembre.
Este es un santo poco conocido, salvo en los ámbitos milaneses donde aún tiene su culto y, en su momento, se le atribuyó la defensa de las tradiciones propias de la Iglesia milanesa ante la reforma romana del papa Gregorio VII.

Ya en el siglo VIII aparece, en los santos venerados en Milán, un “San E. confesor”, recordado junto a Santos Eustorgio y Magno, obispos y confesores. Se ha tomado que “E” es Eugenio. En el siglo XIV ya aparece inscrita, a 30 de diciembre la “deposición y traslación de San Eugenio, obispo en la iglesia de San Eustorgio”.

Y, donde entra San Eugenio como protagonista es, como te decía al principio, en la “Historia Milanesa” de Landolfo el Viejo (siglo XII), poniéndolo como un obispo extranjero y defensor del Rito Ambrosiano ante el papa Adriano I y Carlomagno en un Concilio, que, en virtud de la unidad de la Iglesia, quería extender el rito romano y la reforma eclesiástica en general. Dice que Eugenio, luego de defender las costumbres de la iglesia de Milán (clerogamia incluida), puso en el altar de la Basílica de San Pedro un libro de la Liturgia Romana y otro de la Liturgia Ambrosiana, ambos cerrados, con la intención de que el que apareciera abierto sería el reglamentario para toda la iglesia. Hecho esto, ayunó e hizo oración tres días y, al cabo de este tiempo, al abrir las puertas, ambos se abrieron, haciendo evidente (?) que Dios quería mantener ambos ritos en la Iglesia. Asombroso, pero en realidad es una defensa de las tradiciones de Milán contra la reforma de Gregorio VII, papa reinante en la época de Landolfo.

Luego de esto, Eugenio volvió a Milán, donde murió. Su culto fue olvidado hasta que una mujer enferma recobró la salud milagrosamente junto a su tumba en la iglesia de San Eustorgio, y se comenzó a celebrar su fiesta aún hasta hoy. En realidad, no se puede decir nada concluyente de San Eugenio, ni época, ni biografía, salvo que es un obispo milanés venerado desde antiguo.

Santa Generosa y los mártires de Cartago

Santa Generosa y los mártires de Cartago

Pregunta: Hola! He encontrado el blog por casualidad y me parece muy interesante. Me gustaría preguntar si tiene alguna imagen de Santa Generosa, lo que he podido averiguar es que pertenece a los Mártires Escilitanos. Me gustaría saber un poco más sobre ella, ya que en mi familia ya van 4 generaciones con este nombre. Gracias y perdón por todas las molestias. Asturias. España.

Respuesta: Hola! Me alegra que el blog te parezca interesante, y espero lo sigas visitando. Además, no molestas nada. Da gusto, por lo escaso de las ocasiones, en hablar de santos de los que se puede decir que su existencia y actas son fidedignas. Se nota en lo parco del lenguaje y la ausencia de detalles milagrosos o fenómenos fuera de lo normal:

Santos Esperato y compañeros mártires de Cartago. 17 de julio
Las Actas son muy simples y confiables. Estas refieren que Esperato, Narzalis, Citino, y tres mujeres, Donata, Secunda, y Vestina comparecieron ante el procónsul Saturnino, en Cartago (luego serían condenados más). El procónsul les dijo: "Recibiréis favor de nuestros Señores, los emperadores Severo y Antonino (el hijo de Severo, asociado con su padre en el imperio), si a su vez mostráis buena voluntad de sacrificar a nuestros dioses".

Esperato respondió: "No hemos hecho ningún daño, ni hemos maldecido a nadie, pero aunque recibimos mal de ti, te lo agradezco". El procónsul dijo: "Jura por la salud del emperador, y ora por su bienestar, es eso lo que debes hacer". Esperato respondió: "No sé nada del emperador, pero sirvo a mi Dios del cielo, que ve nunca he robado y he pagado mis impuestos, porque reconozco al emperador como mi señor, pero adoro a Dios, que es Señor de señores".

Saturnino se volvió hacia los demás y les instó "sacrificad, y no seáis partícipes de la locura de este hombre, sino respetad y obedecer el edicto del soberano". Citino dijo, "no tememos a nadie, salvo al Señor de señores, que está en los cielos". El procónsul dijo: "Llevadlos a la cárcel, y dejar que reflexionen".

A la mañana siguiente, cuando Saturnino llegó al tribunal, ordenó a los mártires comparecer ante él. Y cuando fueron llevados a su presencia, se volvió hacia las mujeres, y les dijo: "Honrad a vuestro soberano, y sacrificad a los dioses". Donata respondió: "Yo hago honor a César como César, pero solo adoro a Dios". Y Vestina dijo: "Yo también soy cristiana". Luego Secunda dijo, "yo creo en mi Dios, y deseo estar con él, por eso no voy a adorar a tus dioses".

Saturnino separó a las mujeres a un lado, y luego llamó a los hombres. Luego dijo a Esperato, "¿perseveras en ser cristiano?" Esperato respondió: "Yo persevero. Escucha a todos los presentes, somos cristianos". Entonces todos se unieron y dijeron: "todos somos cristianos". Saturnino dijo: "¿Qué, no tienes deseos de ser liberado?" "Haz lo que quieras con nosotros", respondió Esperato. Saturnino dijo: "¿Cuáles son los libros que lees y veneras?" Esperato respondió: "Los cuatro Evangelios de Nuestro Señor Jesucristo, las Epístolas de Pablo el Apóstol, y toda Escritura inspirada por Dios". "Te doy tres días para reconsiderar tu determinación", dijo el procónsul, dispuesto a martirizarlos.

Esperato dijo: "Yo soy cristiano, y estos también lo son conmigo, y no desertaremos de nuestra fe. Haz lo que quieras". Pero cuando el procónsul vio que eran tan constantes, decidió darles muerte directamente con estas palabras: "Esperato, Narzalis, Citino, Veturnis, Félix, Aquilino, Letancio, Januaria, Generosa, Vestina, Donata y Secunda, habiéndose confesado ser cristianos, y negándose a dar el debido honor y devoción al emperador, sean decapitados". Cuando esta sentencia fue leída, todos dijeron: "Damos gracias a Dios, que se ha dignado a llamarnos mártires el día de hoy y nos llevará al cielo a través de la confesión de su nombre". Una vez dicho esto, se adelantaron, se arrodillaron y bajando la cabeza fueron decapitados uno tras otro.

"Y", dicen los Actas, "estos mártires murieron el día 17 de julio, e interceden por nosotros ante el Señor Jesucristo, a quien sea la honra y la gloria, con el Padre y el Espíritu Santo, a través de siglos de los siglos Amén".

Los martirologios españoles han aprovechado de estos mártires, haciéndolos mártires propios, leyendo Cartagena donde dice Cartago. San Agustín les dedicó bellas y encendidas palabras en la basílica construida sobre sus tumbas. Las Reliquias reposan en Lyon, adonde fueron trasladadas de África antes del siglo VIII, y algunas reliquias han pasado a Toledo y Roma. En la basílica romana de Santos Juan y Pablo, que en un tiempo custodió reliquias de Generosa, se celebra todavía su fiesta el 17 de julio. En Brasil y Ademuz (España) dicen tener las reliquias de Santa Generosa, pero lo más probable es que sean solo corposantos desconocidos.