Los franciscanos, de azul
Los albores de la Orden franciscana se remontan al S. XIII cuando su fundador, San Francisco de Asís, decidió dedicar su vida a la contemplación y el servicio de Dios. Entre los principios que pregonaba estaban la humildad, la obediencia y la castidad. La indumentaria que vestían reflejaba estas normas. Se confeccionaba con géneros de lana de color natural. En esta época los tintes se consideraban un lujo y no estaban al alcance de las personas sencillas. Generalmente se usaban el blanco y el negro, que le daban a la tela una tonalidad grisácea o parda; más bien “cenicienta”, muy distinta a la de color marrón que se utiliza hoy en día. Esta túnica se ceñía a la cintura con un cordón de tres nudos que simbolizaban los tres votos a los que los religiosos se comprometían al momento de ordenarse.
En el S. XVI, los seguidores de Francisco de Asís viajaron al lado de los colonizadores y conquistadores españoles para convertir a las almas del Nuevo Continente al cristianismo.
Con el paso del tiempo, los hábitos sencillos y burdos con los que habían dejado Europa se deterioraron y como en América aún no había ovejas, era imposible reponer los géneros de lana dañados o confeccionar otros nuevos. El investigador José María Iraburú comenta en un artículo sobre la conquista y colonización de los aztecas que por “Ropa apenas tenían otra que la que llevaban puesta, y como no encontraban allí sayal ni lana para remendar la que trajeron de España, que se iba cayendo a pedazos, acudieron al expediente de pedir a las indias que les deshiciesen los hábitos viejos, cardasen e hilasen la lana, y tejieran otros nuevos, que tiñeron de azul por ser el tinte más común que había entre los indios”.
Otros autores como María Sten de la Universidad Autónoma de México, consideran que el hábito azul que usaron los frailes distaba mucho de ser un modelo de humildad; en su opinión, los frailes utilizaron el azul como una estrategia para impresionar a los indígenas al vestir un color que estaba asociado con ciertas deidades precolombinas y la casa real de Texcoco, uno de los linajes más importantes de México. Lejos de haber sido escogido para identificarse con la gente humilde, pretendía impresionarlos, identificándose con Huitzilopochtli, uno de los dioses aztecas más importantes a quien se asociaba con este color. Esta era una forma de acabar con las creencias y costumbres antiguas para reencauzarlas hacia la nueva religión. Otra práctica similar fue la de edificar iglesias cristianas sobre los templos paganos, sustituyendo la idolatría por el catolicismo.
En América se usaron tanto los hábitos pardos o grisáceos de Europa como los azules que se extendieron desde México hasta Chile. Aunque los investigadores aún no se han puesto de acuerdo sobre el origen de estos hábitos, es un hecho que se originaron en América y fueron usados por los misioneros que llegaron al continente.
Coralia Anchisi de Rodríguez
Gracias, Coralia, por tu aportación, me aclaras sobre esta curiosidad sobre los santos franciscanos que visten de azul en América (en Europa esto causa extrañeza). Estoy seguro que más de un lector también se aclarará. En la imagen: San Francisco de Asís.Talla popular de madera policromada del S. XIX. Guatemala. Colección particular.
Ramón.
8 comentarios
Mario Orozco -
Mario Orozco -
Jdegarcia -
Chema Maza -
Luz María Cáceres -
TACHO JUAREZ HERRERA -
ABEL -
Sino me equivoco,¿puede ser que el cambio de color del tono grisaceo tuviera algo que ver con la reforma de San Pedro de Alcantara?
juan oscar -
Tambien tiene su historia supongo, estaria bueno si alguien agregase mas datos sobre esto, para hacerlo mas completo a tema.