Blogia

Tus preguntas sobre los Santos

Beata María de los Ángeles, carmelita.

Beata María de los Ángeles, carmelita.

Beata María de los Ángeles, virgen carmelita. 16 de diciembre.
Se llamaba María Ana, y era hija de los condes di Baldissero, de Turín, emparentados con la familia de San Luis Gonzaga. Nació María en 1661 y desde niña manifestó dotes para la oración y la vida monástica. Ya antes de la edad reglamentaria para recibir la comunión, pasaba ratos suspirando por recibir la Eucaristía, cosa que hizo a los 13 años, según la costumbre del siglo XVII. Desde entonces, empezó a preferir el retiro y la austeridad, en lugar de la ostentación y distracciones propias de su edad y condición social.

A esta edad le sucedió algo que fue determinante en su vocación religiosa: Viajó a Saluzzo con su madre, para acompañar a una tía, que entraba al monasterio cisterciense de esta ciudad. Habiéndoles permitido entrar a la clausura, María quedó prendada de la vida religiosa y quiso quedarse allí mismo y tomar los hábitos. Ante la rotunda negativa de la madre, intercedió la abadesa, pidiendo al menos se quedara como estudiante interna, perfeccionado sus virtudes y conocimientos. Y así se hizo. Al cabo de un año, y con la intención firme de ser monja, tuvo que viajar a su casa, debido a la muerte de su padre.

Estando allí, se celebraba la Festividad de la Sábana Santa de Turín y como María nunca había visto esta reliquia, quiso ir. Asomada al balcón de unos parientes, veía la procesión cuando comenzó a llover y, como no quería retirarse por respeto a la reliquia, un padre carmelita que estaba a su lado, la cubrió con su capa. “¡O justos juicios de Dios!” –dice su biógrafo – “fue tal el efecto que produjo en María, que como la de Elías en Eliseo, la encendió en los mas vivos deseos de ser Carmelita descalza”. Esto tampoco gustó a su madre, pero los ruegos y las influencias de religiosas y eclesiásticos lograron lo que quería María: ser religiosa.

Entró al monasterio de Santa Cristina de Turín en 1675, donde fue ejemplo para las demás religiosas, tanto mayores, como las que entraron luego de ella. Destacó sobre todo en la obediencia y la humildad, aunque fue probada con grandes enfermedades durante catorce años, sin manifestar quejas, sino siempre se mantuvo de buen ánimo. A pesar de tantas dolencias no abandonó las penitencias ni el cilicio que llevó toda su vida. Sufrió la ceguera, dolores lumbares, además de tentaciones diabólicas contra la caridad, la pureza o la fe. Luego de esta etapa dolorosa, el Señor le premió con varios consuelos divinos, como apariciones y revelaciones, don de conciencias y algunos milagros. Fue elegida priora cuatro veces, siendo ejemplo de sensatez, caridad, justicia y observancia religiosa. Aún siendo superiora, continuó usando un pobre hábito y la celda más incómoda, en lugar de la correspondiente a la priora.

Fue muy apreciada por obispos y nobles, que la ayudaron en la fundación del Carmelo de Moncalien, en 1702. Su influencia logró conversiones de nobles alejados de la fe, de conversión de costumbres de cristianos relajados y actuó con diplomacia entre facciones enfrentadas en Turín. Amante de la pureza, llegó a hacer voto de no mirar a nadie al rostro jamás, ni permitir que su cuerpo fuera tocado jamás y no lo permitió ni en sus múltiples enfermedades. Todo esto le fue dando fama de santa, que se vio manifiesta el día de su muerte, el 16 de diciembre de 1717, por la cantidad de personas que acudieron al convento a venerar su cuerpo y solicitar su intercesión. Pío IX la beatificó en 1865.

Oración: Benignísimo Señor, que infundiste en el corazón de la Beata María de los Ángeles un ardiente deseo de ejercitarse desde su niñez en todo género de virtudes, y de tal suerte lo aprovechó, que todos los días de su vida fue un dechado de todas ellas, por lo cual obtuvo siempre vuestro amparo y el de vuestra Santísima Madre: con la mas profunda humildad me postro delante de Vos y os suplico por la intercesión de la bienaventurada María me concedáis la pureza de alma y cuerpo con todas las virtudes teologales y morales, para que siendo fiel imitador suyo en su ejercicio, y en la pureza de costumbres, merezca en esta vida ser amparado de Vos y de vuestra Santísima Madre, para gozaros después en compañía suya en el cielo. Amen.

14 de diciembre: San Juan de la Cruz

14 de diciembre: San Juan de la Cruz

Juan de la Cruz, que solo en Dios ardías,
Juan de la cruz, alumbra con tu noche nuestros días.

En esta noche oscura de la vida
surges, Juan de la Cruz como una llama;
llama de amor que a mayor luz convida,
llama de luz, que a nuevo amor nos llama.

Pastor, que en la Palabra del Amado
has encontrado el agua verdadera;
llévanos hoy al redil donde espera
Cristo, Pastor, de amor muy lastimado.

Condúcenos a la interior bodega
donde todo se hace nada,
donde la fe se aquieta y sosiega,
donde la vida en Dios es transformada.

Nosotros como tú también pondremos
todo nuestro caudal en su servicio:
toda la vida su voz seguiremos
solo el amar será nuestro ejercicio.


Himno al santo del cual desconozco su autor, solo me lo sé de memoria. Y la imagen, la bella talla de la horrible iglesia del Carmen de Burgos.

Particularidades litúrgicas del Domingo III de Adviento, "Gaudete".

Particularidades litúrgicas del Domingo III de Adviento, "Gaudete".

El Domingo III de Adviento, se llama "Gaudete", debido a la tradicional antífona de entrada de la Misa: "Gaudete in Domino semper. Iterum dico: Gaudete. Dominus prope est". Una de las tantas traducciones puede ser: "Regocíjense siempre en el Señor. Repito: Regocíjense, pues Él está cerca", Flp. 4, 4. 5b. Este domingo se caracteriza por ser una invitación a la alegría, en los textos bíblicos y eucológicos. La "moderación" que las normas de la Iglesia prescriben para el tiempo de Adviento, en lo que atañe al uso de las flores y de los instrumentos musicales, no rige para este domingo.

El color de la casulla, en lugar de morado, puede ser el rosado, intermedio entre el blanco, símbolo de la alegría, y el morado, propio del tiempo de recogimiento y preparación. (Ver foto que ilustra el artículo del Santo Padre ayer, en la visita pastoral a la parroquia romana "Santa María de las Gracias"). De este color pueden ser también el paño que suele colocarse en la parte de adelante del Altar (se llama "frontal" o "antipendio"), el de delante del ambón, el "cubre cáliz", la bolsa del corporal, el cíngulo (el cual, por cierto, siempre puede ser del color del día), y el conopeo. Y hasta las hijuelas. De haber diáconos, pueden usar dalmáticas de este color.

Si se tiene la Corona de Adviento, es aconsejable que el tercer cirio que se debe encender hoy, sea de color rosa. Sería oportuno que este color predominara además en las flores naturales, las que, en cualquier caso, deben ser más que en los otros domingos de este tiempo, aunque no tantas, ni tan variadas como las de la Noche, el Día y el tiempo de Navidad. Es necesario explicar todo esto a los fieles, a fin de que su participación en las celebraciones sea más fructífera.

A quien quiera profundizar en el interesante tema de los colores en la liturgia, le aconsejo esta página: http://liturgia.mforos.com/1699120/8236503-los-colores-liturgicos/

Que María, "Causa nostrae laetitiae", les haga saborear esa misma alegría que es fruto del Espíritu Santo.

10 de diciembre de 2011, I vísperas del Domingo De Gaudete, III de Adviento.

Rodolfo Roberto Reynoso.

San Elesbaam de Etiopía, emperador y carmelita

San Elesbaam de Etiopía, emperador y carmelita

Pregunta: Hola, he encontrado poco o nada sobre el Santo del que llevo su nombre y me gustaría que me ayudaras a saber más. Además se da la circunstancia de que lo he visto escrito de diferentes maneras, terminando en n y no en m o acortando una a. Pues eso, tengo muchísima curiosidad por saber mas sobre este santo. Gracias por adelantado.

Respuesta: Hola. Es normal que encuentres poco o nada sobre este santo. Es un santo muy raro, tanto en la leyenda, como en la iconografía. No abunda en las iglesias ni se escribe mucho de él. Hasta me sorprende que alguien lleve su nombre, pero mira, cada quien tiene sus preferencias. Aqui t digo lo que saco de la obra "El Carmelo Ilustrado", de Francisco Colmenero. Un libro del siglo XVIII que tiene algo de histórico, y que se recrea en alusiones, comparaciones y florituras sobre la historia del Carmelo, dedicando buena parte a Elesbaan (con N lo escribe) y Efigenia. Hago un extracto muy extractado:

San Elesbaam de Etiopía, emperador. 27 de octubre, 20 de mayo y 1 de septiembre.
Nació Elesbaam en el siglo IV, en la ciudad de Auxume, y era hijo de Fazena, descendiente de la reina de Saba (1). Muy joven subió Elesbaam al trono, al morir su padre y, aunque poseía grandes riquezas y poderío, vivía en su palacio como un monje. Era austero en el comer, el vestir y las diversiones. Edificó bellas iglesias y monasterios para religiosos y religiosas del Carmelo. Sus devociones principales eran la Virgen María y San Gabriel arcángel, que varias veces le acompañó en sus batallas. La más importante de sus guerras fue con Dunaan, rey de Arabia, que invadió a Etiopía. Aunque nos dice esta obra que no fue por perder su tierra por lo que luchó Elesbaam, sino porque este rey era hereje nestoriano y asesinaba católicos, destruía iglesias y monasterios, como algunos de la orden del Carmen (!).

No hay que decir que aunque Elesbaam tenía menos soldados, venció inmediatamente, arrasando a los enemigos de la verdadera fe. Luego hicieron la paz, porque Elesbaam le perdonó su maldad contra los cristianos si se convertía a la fe, y al mismo tiempo en tributario suyo. Pero no duró la cosa, Dunaam, una y otra vez se rebeló, fue vencido y perdonado, y siempre padecían los cristianos, los religiosos. Hasta que, finalmente, martirizó a San Aretas y compañeros (24 de octubre) y Elesbaam invadió sus tierras y le mató, luego de oir consejo del santo carmelita, el abad Pantaleón. En fin, batallas, guerras, conquistas encubiertas con el celo por la fe…

Elesbaam, carmelita.
Luego del regreso, Elesbaam se dirigió de nuevo al abad Pantaleón y pidió el hábito del Carmen. Luego de probarle, le admitió entre los religiosos. Fue novicio ejemplar y eligió la celda más humilde, trabajó en el campo y la cocina como los demás. Sobresaliendo en virtudes como la penitencia, la oración y el silencio regular. Usaba cilicio, se disciplinaba y dormía en el suelo, sin usar jamás el camastro que tenían todos los religiosos. Solo abandonó la soledad de la celda, para ser ordenado presbítero en la catedral de Auxume, para luego volver a su querido monasterio. Su oración fue desde entonces más intensa, bajando los ángeles del cielo a acompañarle y resplandeciendo su celda. Era tentado constantemente por el demonio en forma de serpientes y alimañas, pero vencía por su humildad y paciencia.

Enfermó y se puso en peligro de muerte Elesbaam y los religiosos quedaron consternados. Solo se supo la noticia, miles de sus otrora súbditos fueron a verle y llorar por su pronta muerte. Llegado el momento final, descendieron la Virgen María y muchos ángeles a buscar su alma, y llevarla al paraíso. El cuerpo fue llevado a la catedral, para los funerales, que fueron solemnes y multitudinarios y trasladado nuevamente a la iglesia del monasterio, donde fue sepultado. En 1630 fueron restauradas la capilla y la tumba por los monjes coptos que son los que viven allí y mantienen su culto.

Patronatos, culto e iconografía.
San Elesbaam es patrono de los marineros, desde que en una ocasión guió a marinos etíopes en una batalla, y de los caminantes. Su memoria es el 27 de octubre, día en que murió, entre los años 530 y 540, aunque los coptos lo celebran a 20 de mayo y 1 de septiembre. No es un santo popular en la Orden del Carmen, ni tuvo oficio propio, ni siquiera estuvo incluido en el calendario de la Orden (mucho menos hoy), ni en la Iglesia. Aunque alguna presencia hay en Portugal y Brasil, por dos motivos principales (y que merecen un estudio más exhaustivo): A Portugal llegó desde Andalucía, gracias a Fray Francisco de Santa Elena, que en su iglesia de Lisboa erigió en 1735 un bello altar e imagen realizada por Jerónimo da Costa, con fama de milagrosa, del santo. De allí pasó a Brasil, donde los esclavos procedentes de Etiopía,ya conocían a Elesbaam y su culto, lo que fue aprovechado por los evangelizadores, para inculturar la fe entre los esclavos. Así es que, junto a Efigenia sus imágenes pueden verse en estas regiones, pero fuera de ahí, poco más.

La iconografía de Elesbaam mezcla los momentos de su vida como rey y religioso, por eso aparece normalmente vestido de carmelita y con una lanza, terminada en cruz. Esto significa su victoria sobre la herejía de Dunaam (al que aparece venciéndole en ocasiones). También puede llevar una maqueta de iglesia por ser bienhechor de la Iglesia y fundador de varios monasterios, corona imperial a los pies, etc.

 


(1) Según la tradición, la cristiandad había llegado a Etiopía por medio de aquel etíope que bautizó San Felipe (Hch 8, 26-40), el que, al regresar a Etiopía, predicó el Evangelio ante el rey. Edesio y Frumencio, esclavos del emperador, preocupados por la falta de sacerdotes que guiaran a la nueva nación conversa, buscaron ministros del Señor que enseñaran la liturgia y las costumbres católicas. San Atanasio de Alejandría consagró obispo a Frumencio y lo envió de vuelta. Con él entraron a Etiopía unos monjes carmelitas, enviados por el General de la Orden. El emperador construyó un palacio para el obispo y un convento para los religiosos, convirtiendo Santa María de Sión, otrora templo pagano edificado por la reina de Saba, en catedral y monasterio al mismo tiempo.

Letanía Lauretana: Kirie Eleison

Letanía Lauretana: Kirie Eleison

Hoy, vísperas de la Inmaculada Concepción de María, quiero comenzar la transcripción de una obra   de 1768 sobre la letanía mariana (1). Trata sobre cada una de las invocaciones, que iré publicando poco a poco, en las principales fiestas marianas y sin prisas, en forma de artículo y con su imagen asociada. El texto, en lenguaje y conceptos del XVIII, trae una explicación de la imagen, el versículo que la acompaña y una meditación sobre la deprecación correspondiente. Los textos entre paréntesis es lo único que es aportación mía, para clarificar, traducir o recalcar algo. Espero les gusten:

 


Esta imagen representa al Santísimo Sacramento colocado en un Altar dedicado a la Santísima Virgen: lo que cada día se acostumbra hacer en las iglesias, y con mucho fundamento. Porque María Santísima es llamada por los Santos Padres, Templo y Altar de Dios; luego es conveniente que Dios se coloque en su Altar. María es Arca del Testamento; luego este Maná Divino debe depositarse en esta Arca. María es campo bendito: luego es mucha razón, que este fruto santísimo aparezca y se deje ver en el campo mariano.

Las alabanzas de María Santísima están el día de hoy tan extendidas por todo el Orbe cristiano, que con toda verdad se puede decir de esta Señora , que de “su alabanza está llena la tierra” (como pone el versículo esta imagen). No hablo de los Oficios Solemnes que fe celebran en sus festividades , las oraciones, rosarios, y otras muchas devociones, que se le tributan; y solo digo que la Letanía Lauretana, que millares de veces se canta solemnemente por los devotos de María, contiene, como en compendio, lo mas excelso y especial de las alabanzas de esta Señora.

El principio de esta Letanía es la palabra “Kyrie Eleison”, que es lo mismo que decir “Señor, ten misericordia”. Porque así como David clamaba en otro tiempo a su Majestad: “Señor, haced misericordia de mi, porque estoy enfermo, de la misma manera todos los pecadores claman a Dios diciendo, Señor, haced misericordia”. Y a la verdad, nuestro amantísimo Dios fe compadecerá en los peligros de cuerpo y de alma de aquellos pecadores, que muchas veces claman á María, diciendo: Ruega por nosotros.

ORACIÓN: Oh Dios mío! Yo sé, y conozco, que no hay peligro mayor que el del alma. Yo sé que el hombre que vive en pecado mortal está pendiente como de un delgado hilo, que quebrado, caerá en un momento precipitado al infierno. Yo sé y conozco ese peligro, y juntamente conozco mi mucha fragilidad y miseria: por lo cual humildemente digo: Señor, haced misericordia de mi, y especialmente guárdame, y defiéndeme de todos los peligros de cuerpo y alma; y para conseguir ciertamente tu piedad y misericordia la pido por medio de María mi Señora, porque a esta Madre jamás puedes negar cosa alguna. Amén.

 


(1)  LETANÍA LAURETANA DE LA VIRGEN SANTISSIMA,
EXPRESADA EN CINCUENTA Y OCHO ESTAMPAS,
e ilustrada con devotas meditaciones y oraciones,
QUE COMPUSO EN LATIN FRANCISCO XAVIER DORNN,
predicador en Fridberg,
Y QUE TRADUJO UN DEVOTO.

Las Fiestas del Señor y sus particularidades

Las Fiestas del Señor y sus particularidades

En la Tabla de precedencias de días litúrgicos, las Fiestas del Señor (n. 5) siguen inmediatamente a las Solemnidades propias de cada región (n. 4). Sólo hay cinco Fiestas del Señor en el Calendario universal, y se diferencian de las Fiestas de la Virgen y de los demás santos en que aquéllas no ceden, como éstas, ante un domingo del Tiempo Ordinario. Por el contrario, tienen prioridad ante él. En el caso de las Fiestas de la Virgen y de los Santos, cuando ocurren en domingo, no se celebran.

Las Fiestas del Señor que caen en domingo poseen primeras vísperas en la Liturgia de las Horas. En este caso, en la Misa se debe rezar el Credo, por razón del precepto dominical, y es obligatorio proclamar, aparte del Evangelio y del Salmo, las dos lecturas bíblicas propuestas. En todos los casos, ocurran o no en domingo, en las Fiestas del Señor (y en toda Fiesta), se canta o recita el Gloria. Consideremos algunas particularidades de cada Fiesta del Señor:

1- Bautismo del Señor: Se celebra el domingo posterior a la Epifanía (en los casos en que ésta se traslada a dicho domingo, se celebra el lunes siguiente). Posee Prefacio propio, y las lecturas varían de acuerdo con los ciclos. Se considera la última Fiesta del Tiempo de Navidad. Debe incluirse en él, y no considerarse como del Tiempo Ordinario, a cuyo primer domingo suple, Según la venerable Tradición de la Iglesia, la Adoración de los Magos, el Bautismo del Señor y las Bodas de Caná, constituyen el único misterio de la Epifanía del Señor. Lo resumen de modo admirable, entre otros textos, las célebres antífonas de los cánticos evangélicos de laudes y vísperas de esta Solemnidad.

2 - Presentación del Señor (2 de febrero): comienza con el antiguo rito de la bendición y procesión de las candelas. En el Calendario litúrgico no se ofrece la posibilidad de elegir entre las dos lecturas que preceden al Evangelio propio de Lucas. Carece de Rito Penitencial. Tiene lecturas fijas y propias; también Prefacio propio.

3 - Transfiguración del Señor (6 de agosto): Si no cae en domingo, ofrece la posibilidad de elegir una de entre las dos lecturas propuestas antes del Evangelio. Dichas lecturas son propias y fijas, pero no el Evangelio, que varía de acuerdo con los ciclos, y que cada año se proclama dos veces: en esta Fiesta, y el Domingo II de Cuaresma. Hay dos Prefacios propios, uno para cada ocasión.

4 - Exaltación de la Cruz (14 de septiembre): No se ofrece la posibilidad de escoger sólo una de entre las dos lecturas que preceden al Evangelio. Tiene lecturas propias y fijas, y también Prefacio propio.

5 - Dedicación de la Basílica de Letrán (9 de noviembre): Se considera Fiesta del Señor. Por ser tal, tiene prioridad ante el domingo. También posee lecturas propias y fijas. También en esta Fiesta puede escogerse una de las dos lecturas que preceden al Evangelio cuando no cae en domingo..

6- Sagrada Familia: Se celebra el domingo que sigue a Navidad, salvo que Navidad sea domingo y, por tanto, Sagrada Familia coincida con la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en cuyo caso (como ocurrirá en 2011), se celebra el 30 de diciembre (fecha fija, cuando ocurre esta excepción). Cuando se celebra el 30, no se reza el Credo, y se puede elegir de entre las dos lecturas que preceden al Evangelio, la que se considere más oportuna. Las lecturas varían de acuerdo con los ciclos. No tiene Prefacio propio, pues al caer en la infraoctava de Navidad, se reza el prefacio de este tiempo litúrgico.

Roberto Rodolfo Reynoso.

San Luis Gonzaga y el sida

San Luis Gonzaga y el sida

Pregunta: Dentro de poco es el día mundial contra el Sida y recién me enteré que San Luis Gonzaga, del que se muy poco, es el patrono contra esta enfermedad, y no entiendo por que, si el no lo padeció, ni existía el sida en su época. Espero puedas responderme. Gracias.

Respuesta: Hola. Primero tenemos que saber que a un santo no siempre se le da un patronato porque haya padecido algo parecido a una enfermedad, o haya practicado un oficio. Muchas veces sí, pero no siempre es así. En ocasiones es por asociación, iconografía, y hasta por error. Lee aquí: ¿Como se elige un Santo Patrón?

No importa entonces que San Luis no haya padecido sida, para que pueda proteger a los enfermos de esta enfermedad. Tampoco importa que en su tiempo el sida ni se pensara, existe hoy y es hoy cuando San Luis intercede por ellos. Los santos viven junto a Dios y este permanece siempre, aunque hayan vivido hace siglos en la tierra, su obra y protección continua hoy en la gloria, ven a Dios, conocen sus intenciones, las nuestras y por ellas ruegan. Así como no existía el sida en tiempos de San Luis, tampoco existían los cosmonautas en tiempo de San José de Cupertino y no por eso se van a quedar fuera de tener un protector. ¿Que es lo verdaderamente importante? Pues que la presencia de Dios, la esperanza y el consuelo de la fe, llenen cada espacio de la vida del cristiano, y para eso está la protección de los santos, para acompañar esos espacios, momentos o dolores de la vida. Y, visto esto, por que se escogió a San Luis Gonzaga? Pues vemos un extracto de su vida:

San Luis Gonzaga, novicio jesuita. 21 de junio.
Hay que decir que cuando se lee algo de su vida, se entiende por qué no es un santo popular. Si santidad es difícilmente aceptable, su estilo de vida parece de otros siglos, de otro mundo. Luis nació en 1568, en Lombardía, en una familia prominente y muy influyente en la corte Felipe II. Desde niño vivió en ambientes militares, cuarteles, cuadras y sus juguetes fueron las armas. Y a esto quería destinarle su padre, hacerlo un buen soldado y que alcanzara honor y fama como soldado. Su primer encuentro con la pureza sucedió ahí: repetía las palabrotas y frases de los soldados, sin entenderlas del todo. Bastó que su tutor le reprendiera severamente, para que Luis se avergonzara, y tanto, que durante toda su vida lloró amargamente aquel “pecado horrible”.

A los siete años ya comenzó una vida muy seria de piedad: Recitaba a diario el Oficio Parvo, y otras devociones, siempre de rodillas. A los nueve años, en Florencia, donde estudiaba con sus hermanos, hizo voto de virginidad ante una imagen de la Virgen María. A los trece años recibió la Primera Comunión de manos de San Carlos Borromeo. En medio de la corte, era una referencia constante al buen ejemplo, a la vida cristiana y la caridad. Y esto, por sus rigurosas disciplinas, como ayunar tres días a la semana, flagelarse con una correa de perros, rezar siempre de rodillas, no encender jamás el fuego, por frío que hubiera. De sus penitencias, por la que es más conocido haciéndolo un santo poco amable, fue jamás mirar a una mujer, ni su madre; solo a la Virgen María en sus imágenes.

Durante una dolorosa enfermedad renal, de la que sanó tarde y mal, se aficionó a leer libros de Vidas de Santos (como Santa Teresa o San Ignacio) y el famoso “Las cartas de Indias”, que narraban la vida misionera de los jesuitas. Y se despertó su vocación al sacerdocio, en la Compañía de Jesús y su primera acción fue dedicarse a enseñar el catecismo a los niños pobres. Trasladado con su hermano a Madrid, como pajes del Príncipe de Asturias, continuó su vida de piedad, mortificación y caridad. Allí, el 15 de agosto de 1583, en la iglesia de los jesuitas, oyó claramente una voz que le decía: “Luis, ingresa en la Compañía de Jesús”. Su madre apoyó enseguida su vocación, pero su padre… mandó le azotaran hasta que desistiera de su idea. Después de mucha batalla que no voy a contar aquí, intercesión de nobles, parientes, clérigos, etc., su padre dio el consentimiento y escribió al General Jesuita, Claudio Aqquaviva. “Os envío lo que más amo en el mundo, un hijo en el cual toda la familia tenía puestas sus esperanzas”.

En 1585, ingresó al noviciado, pero sus penitencias y ayunos le habían estropeado la salud para siempre. Su vida de penitencia se moderó al punto justo, según la época, así como sus horas de oración. En Roma ocupó como celda un hueco bajo una escalera, sin más ventana que una claraboya. Servía en la cocina, fregaba los suelos y era el último de todos. En ocasiones se le vio en éxtasis durante varias horas, con el rostro resplandeciente mientras meditaba en la misericordia y justicia de Dios, su tema favorito de oración.

En 1591 la peste asoló Roma y los jesuitas abrieron un hospital improvisado, donde los religiosos asistían a los enfermos. Luis tomó la tarea de limosnero y luego la de asistir y consolar a los moribundos, limpiando sus llagas, y preparándoles a bien morir. Contrajo la enfermedad luego de cargar sobre sus espaldas a un enfermo que había encontrado solo en la calle. Quedó a las puertas de la muerte, pero sanó, aunque no del todo y, tres mese más tarde, las fiebres le redujeron a la agonía. Cuando podía, se levantaba a besar el crucifijo. Su confesor fue San Roberto Bellarmino, que le alentaba a confiar en Dios y a que no pasaría el purgatorio. El 20 de junio de 1591, recibió la extremaunción, besó el crucifijo, y, a medianoche, dijo “Jesús” y falleció. Sus reliquias están en la iglesia de San Ignacio de Roma. Fue beatificado en 1605. En 1726 fue canonizado por Benedicto XIII, que lo nombró protector de estudiantes y novicios jesuitas. Pío XI lo proclamó patrón de la juventud cristiana.

Patrono de los enfermos de sida:
En 1991, por las celebraciones por el IV centenario de la muerte de Luis, Juan Pablo II lo proclamó patrón de los enfermos de sida, “la peste moderna”.Y esto, por que? Pues las palabras del papa fueron claras: “por su gran misericordia se dedicó a los enfermos de peste en Roma, en aquel tiempo. Fue así como se contagió y murió tan joven”. O sea, es su caridad, la asistencia a los enfermos, el motivo principal. Ahora, también está la figura de Luis, como santo amante de la pureza y la castidad, lo que también ha sido valorado a la hora de elegir el patronato. Conocido es que el sida se trasmite, principalmente, por las relaciones sexuales, aunque existan otras vías. Y dentro de la vía sexual, son claros factores de riesgo la promiscuidad, la no protección, y el no tener pareja estable. Es ahí donde surge la figura de Luis, como ejemplo de joven casto y que lucha contra el mundo que le rodea. Es el mensaje de la Iglesia frente al contagio del sida: castidad, compromiso, verdadera educación sexual basada no tanto en la información, sino en la formación afectiva. Sabe la Iglesia lo que hace falta: pues más de la mitad de los enfermos de sida del mundo que aún permanecen en sanatorios, están atentidos por religiosos, los tienen cerca.

Afirmaciones exageradas y oportunistas comparan el sida con la peste, como castigos de Dios al mundo pecador, repitiendo la misma ignorancia del siglo XVI. Pero esa no es la intención de la Iglesia al proponer a Luis como patrón de los enfermos de sida, ya que también es patrón de los enfermos que se han contagiado por otras vías, como una transfusión de sangre. No son los enfermos de sida ni más pecadores ni más merecedores de su “castigo” que los que estamos sanos.

El patronato de San Luis, como los demás, está por encima de la forma de vida, o la causa de la enfermedad. Es protección, consuelo y ejemplo.

Santa Natalia de Nicomedia y otras más

Santa Natalia de Nicomedia y otras más

Pregunta: hola, buscando información sobre san Druon, llegue a su blog y dejeme felicitarle porque esta muy completo y ofrece varias versiones sobre santos, mi consulta es sobre santa Natalia, mi interes es porque una vez ley su mencion en un calendario y porque ese es mi nombre y he buscado sobre ella pero informacion muy escasa. agradeceria alguna historia y /o leyendas sobre esta.

Respuesta: Hola. Gracias por tus elogios a la página, solo hago lo que puedo y quienes la estimulan sois vosotros con vuestras preguntas. He de decirte que los martirologios recogen varias santas con el nombre de Natalia, así que aquí te pongo sus nombres (hasta donde buenamente sé) y algo de la Natalia más conocida:

Santa Natalia de Córdoba, mártir. 27 de julio.
Santa Natalia de Tolosa, virgen mercedaria. 4 de julio.
Santa Natalia de Colonia, virgen y mártir, compañera de Santa Ursula. 21 de octubre.
Santa Natalia (o Natalina) de Pamiers, virgen y mártir. 5 de noviembre.
Santa Natalia de Milán, virgen y mártir. 17 de octubre y 4 de mayo.
Beata Natalia Tulasiewicz, mártir. 31 de marzo.
Beata María Natalia de San Luis, ursulina mártir. 17 de octubre.

Y vamos con la Natalia más conocida en los martirologios:
 
Santa Natalia en Nicomedia, esposa. 4 de marzo, 26 de agosto, 8 de septiembre, y 1 de diciembre.

Según el Acta Sanctorum, Butler y otros, desde muy antiguo ya aparece su nombre, sea sola o en compañía de Adrián, en varios martirologios. El Pseudo-jeronimiano la pone a 4 de marzo. Mientras que Adón, Usuardo y otros la ponen a 8 de septiembre (día en el que ha pasado al martirologio romano). Los menologios griegos la recogen y celebran sola, a 26 de agosto, mientras que el 1 de diciembre aparece junto a Adrián. Los hechos de su “vida” la recogen las Actas Griegas, más o menos confiables, si descontamos los evidentes añadidos posteriores con vistas a elogiar la fe cristiana.

Según estas fuentes, Adrián y Natalia vivían en Nicomedia cuando Maximiano mandó apresar a los cristianos de la región para que sacrificaran cumpliendo la ley. Adrián era oficial y al ver la entereza de los condenados se convirtió públicamente, por lo que también fue apresado y encerrado en la cárcel. Natalia, que era cristiana, aunque en lo escondido y catecúmena aún, fue a verlo a la cárcel, contenta por su conversión. Allí le consoló, curó sus heridas y, besando sus cadenas, pidió recibiera la instrucción de los otros cristianos presos.

Finalmente, Adrián fue condenado a muerte, como los demás cristianos, por lo que pidió, y obtuvo (?) la gracia de despedirse de Natalia. Cuando ella lo vio aparecer, pensó había sido liberado por su apostasía de la fe cristiana y se negó a recibirlo. Adrián le sacó de su error y luego de despedirse, volvió a la prisión, a la que ella misma le acompañó. Allí lavó las heridas de los prisioneros y les confortó. Adrián (y los demás) fue sometido a varios tormentos y al terminar, Natalia le acompañó a la prisión “sosteniendo su cabeza en sus brazos, contra su pecho, y limpiándose el sudor de la agonía de la frente amada con su velo (…) le bendijo con sus labios, le limpió la sangre, y ungió todo su cuerpo con sus manos suaves” dicen las actas, románticamente. Así, por varios días, tormento y consuelo (1). El juez ordenó que las mujeres de los presos no fueran admitidas en la prisión, puesto que no hacían desistir a los cristianos, sino que les alentaban aún más. Y Natalia, más lista que él, se cortó los cabellos, vistió de hombre y sobornó al carcelero para la dejara pasar, ejemplo que siguieron otras mujeres.

Finalmente, se ordenó que fueran ejecutados los cristianos. Al ir al martirio, Natalia pidió al verdugo que Adrián fuera el primero en ser martirizado, pues temía que la visión de la muerte de los demás, le debilitara a él y a ella misma. Y aún más, ella misma puso amorosamente los pies de su esposo en el yunque sobre el cual se triturarían los pies y manos a Adrián. El verdugo cortó los pies, y Natalia, dijo a Adrián: “siervo de Cristo, si aún vives, extiende tu mano hacia mi. Él extendió la mano, ella la tomó y al ser cortada, la mantuvo junto a si misma, escondiéndola en su vestido. Finalmente, los 24 mártires fueron quemados, aunque una fuerte lluvia impidió que los cuerpos fueran quemados y varios verdugos fueron muertos por un rayo. Esa noche, los cristianos tomaron los cuerpos y los enterraron.

Al poco tiempo, Natalia fue pedida en matrimonio por un Tribuno, pero ella le pidió tres meses para pensarlo, pero en realidad planeó su huida. Se embarcó hacia Bizancio, con su preciada reliquia, ya que los restos de los mártires habían sido transferidos allí, así que estaría junto a la tumba de su esposo. Aquí entra un hecho curioso, y es que, desatándose una tormenta, en medio de la niebla surgió un barco que pretendió guiar al barco de Natalia por el camino “correcto”. Entonces, se les apareció San Adrián, al otro lado, señalando al lado contrario, por lo que Natalia conminó al timonel a tomar hacia ese sitio. Así lo hizo y desapareció el barco infernal. Llegados a Argiópolis, Natalia visitó la tumba de su esposo y los mártires, dejando allí la mano de su esposo. Se arrodilló junto a la tumba, y allí falleció dulcemente. Fue enterrada junto a Adrián y los mártires.

En realidad, es probable que todo sea la reconstrucción de la vida de una piadosa y desconocida mujer, que haya enterrado cuerpos de mártires y a la que se le haya dado una “vida”, ligada a las reliquias que veneraba. No lo sabemos.

Las reliquias de Santos Adrián y Natalia ya aparecen en Roma en el siglo VII (donde, en teoría estaría el cuerpo entero de San Adrián aún hoy, en la iglesia dedicada a su nombre). Y luego, ocurre un desperdigar, que ya no permite seguirles la pista. Al parecer, una parte fueron donadas por Juan VIII al monasterio de San Pedro de Estonca. En el monasterio de San Claudio de León, se conservarían un brazo de Adrián y uno de Natalia. Por otro lado, reliquias suyas había (hay?) en una antigua abadía, cerca de Oviedo, otras en Balneare, cerca de León y otras más Cellas, cerca de Lisboa.

La iglesia de Hainaut, Bélgica, dice tener los cuerpos enteros, donados ¡por familiares descendientes de Adrián! La mandíbula y parte de un brazo, estarían en Colonia, mientras que Praga tiene el cuerpo entero, menos un brazo (según dicen allí, es el que se quedó Natalia, pero esto fue solo una mano). En Gante tienen un cuerpo, una cabeza en Bolonia, un brazo en Lobbes, parte de un brazo en Floreffe, un diente en Flandes, algunos huesos en Agincourt, otros en Douai, en la catedral de Brujas y en la iglesia jesuita de Mecheln. Y, para completar, Enrique II, emperador de Alemania, afirmaba usar la espada de San Adrián.



(1) Este atormentar-consolar, puede parecer extraño, pero hay que recordar que lo que buscaban los jueces era que se cumpliera la ley, apostatando, si era necesario. Los tormentos no buscaban matar al reo, por eso eran por un tiempo y se le regresaba a la cárcel. Tampoco es raro la visita de familiares, al contrario, estos podían influir y doblegar en la voluntad del preso más que los tormentos.