Blogia

Tus preguntas sobre los Santos

El Adviento, algunas particularidades

El Adviento, algunas particularidades

Al comenzar hoy este bendito Tiempo de Adviento, recordemos algunas de sus características litúrgicas: No nos detendremos en todas aquellas que podemos hallar fácilmente en los libros litúrgicos, sino que glosaremos las que a menudo son infringidas, por desconocimiento, o por incorrecta interpretación. El Adviento consta de cuatro semanas, casi siempre incompletas. (La expresión adverbial "casi siempre" queda bien fundamentada en 2011, en que este Tiempo de gracia sí dura cuatro semanas completas).

La primera etapa: Comienza el Domingo I de Adviento y concluye el 16 de diciembre. En esta etapa la liturgia nos invita a meditar sobre la segunda Venida del Señor, al final de los tiempos. Contemplamos a Jesús, como el Justo Juez que vendrá, rodeado de ángeles y cubierto de gloria. Dentro de esta etapa debemos tener en cuenta:

-La novena a la Inmaculada comienza el día 29 de noviembre, y concluye el 7 de diciembre. Nunca debe rezarse dentro de la Misa.

-En las celebraciones litúrgicas del 8 de diciembre, Solemnidad universal de la Inmaculada Concepción, en muchos lugares pueden usarse ornamentos celestes, en lugar de blancos. En cualquier caso, han de ser festivos.

La segunda etapa: comienza el 17 de diciembre y culmina el 24, antes de las primeras vísperas de Navidad: En estas "ferias privilegiadas", que constituyen como una "Semana Santa de Navidad" (Cf. IGLH, "Tiempo de Adviento, desde el 17 hasta el 24 de diciembre"), meditamos sobre la Expectación de la primera Venida del Señor (Encarnación y Navidad).

Contemplamos al Verbo Eterno de Dios, que habita el seno purísimo de la Virgen, hija de Sión. Es la Palabra creadora, que viene a habitar entre nosotros. Tengamos en cuenta:

-Durante esta semana, como en la de la infraoctava de Navidad, sólo se puede hacer conmemoración de los santos. Esto quiere decir que en la Misa se puede tomar la oración colecta del Santo, y omitir la del día, pues ya no se permite pronunciar más de una colecta, como antes. Todo esto vale sólo para las memorias del Calendario General.

-En la Liturgia de las Horas, en cambio, a la oración del día, puede añadírsele la antífona propia del Cántico evangélico (o del Común correspondiente), más la oración del santo.

Algunas particularidades generales del Tiempo de Adviento:

-Durante el Adviento, en las Misas, se omite el himno “Gloria in excelsis”, salvo que se trate de Fiestas o de Solemnidades litúrgicas, o bien, de otras celebraciones solemnes. Esta omisión obedece a razones distintas de las que se aducen para Cuaresma. En efecto, como el himno “Gloria a Dios” es el que cantaron los ángeles la Noche de Navidad, porque se cumplía la promesa de la Venida del Mesías, es lógico que durante el Adviento, en que evocamos la espera del Salvador, dicho himno se omita hasta la Noche en que celebremos y revivamos el cumplimiento de aquella promesa.

- En el Domingo III de Adviento, llamado “De Gaudete”, se pueden usar ornamentos rosados. Es el color que, entre el morado y el blanco, simboliza el gozo por la inminencia de la Navidad. Sería aconsejable adornar el templo con flores de ese color, más abundantes que en los otros domingos. El conopeo que cubre el sagrario, el paño que cubre el copón y el velo que suele colocarse delante del Altar podrían ser también de ese color.

-A partir del Domingo IV de Adviento, los textos litúrgicos, y también los de la piedad popular, adquieren un acento mariano mucho más notable. Son los días en que podemos invocar a la Madre del Señor con títulos y advocaciones tales como: Madre de Esperanza, Nuestra Señora del Adviento, de la Dulce Espera, Virgen del Sí, de la Escucha, y otros similares.

-El Aleluya se recita o canta siempre, sin excepciones, durante todo el Adviento. -En algunos lugares se ha difundido la idea de que no debe usarse incienso durante los tiempos de Adviento y Cuaresma. Esto es infundado e incorrecto. El incienso puede usarse en cualquier forma de Misa, aunque en muy pocos actos litúrgicos sea obligatorio.

-La ya tradicional Corona de Adviento no debe tener flores ni frutos ni otro tipo de adornos, sino solamente ramas y hojas verdes, más los cuatro cirios, tres morados, y uno rosado (este último, para encender en el Tercer Domingo). Esto se debe a que las flores, los frutos y demás adornos, simbolizan la fiesta, no la "preparación a la fiesta". La Corona no es un signo propiamente litúrgico pero sí puede ser incorporado a la celebración litúrgica (De hecho, los cuatro cirios pueden ir encendiéndose durante sendos domingos, en la Misa, luego del Saludo inicial, y en la Liturgia de las Horas, antes de las primeras vísperas dominicales). Es aconsejable no desestimar tal práctica.

-El uso de las flores en los lugares sagrados debe ser moderado, al igual que el uso de música instrumental. Pero en la normativa vigente, nada de esto está prohibido.

Con la bendición de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en el aniversario de la aparición de la Santísima Virgen a Catalina Labouré (1830).

Roberto Rodolfo Reynoso.

 


 Y una última particularidad, en forma de aforismo: "Primer domingo de Adviento, el más cercano a San Andrés, sea antes, sea después".

 

Beata Brígida de Holanda

Beata Brígida de Holanda

Pregunta: Estamos estudiando frescos en piliares del claustro bajo del Ex Convento de Santo Domingo de Oaxaca, y en una de ellas en su cartela, se lee "Beata Brigida", pero no encontramos éste nombre en la órden dominica, Existe alguna beata o santa que tenga éste nombre?... Gracias. México.

Respuesta: Hola. Aqui te envío la información pedida. No es una santa muy conocida esta, ni siquiera en los ámbitos dominicos. Se trata de:

Beata Brígida de Holanda, terciaria. 12 de junio.
Lo que de ella he encontrado, está en el "Sacro Diario Cominicano", un extracto de santos, beatos y venerables de la Orden de Predicadores, con algunos datos históricos y alguna floritura propia del siglo XVIII. Esta obra (que me es muy valiosa, porque me ha ayudado a encontrar varios santos desconocidos) no dice mucho sobre Brígida, y omite toda su infancia y juventud, lo más probable es porque, aparte de no saberse nada, no fue nunca ningún personaje al que mereciera inventarle una leyenda. Ni siquiera dice en que época vivió, pero podríamos suponer que, siendo holandesa y conociendo como quedaron la Iglesia y la vida monástica en Holanda, luego de la reforma protestante (mártires por medio); podríamos suponer, decía, que Brígida debió vivir en, o antes del siglo XVI.

Solo nos da leves detalles de su vida tras entrar a la Orden de Santo Domingo, como terciaria. Brígida, una vez tomado el hábito, se dedicó a una vida de durísimas penitencias, durmiendo en el suelo, usando cilicio y tomando disciplina diariamente. Meditaba continuamente la Pasión y Muerte del Señor, sintiéndose crucificada con Él. Tanto fue así, que se le apareció Jesucristo crucificado e imprimió en su cuerpo las llagas de la Pasión, que le acarrearon grandes dolores físicos y morales. Desde que murió fue tenida por santa, pero no consta su beatificación. Su culto debió ser local, para ser luego olvidado o reducido al sitio de su muerte.


Hay que decir que esta fue la primera de una serie de investigaciones que he estado realizando sobre los santos representados en los frescos de este ex-convento dominico de Oaxaca. Poco a poco y según lo permitan los resultados, iré publicando algo, sobre los santos o beatos más desconocidos.

Santa Lucrecia de Mérida

Santa Lucrecia de Mérida

Hoy os traigo la memoria de una virgen mártir española: Santa Lucrecia o Leocricia de Mérida. Es poco conocida, en parte porque ocupa el mismo día de San Clemente papa. 23 de noviembre.

Lucrecia era originaria de Mérida y, según el “Santoral Español” editado en 1864, “Dejóse ver en el mundo dotada de todas aquellas nobles disposiciones de naturaleza y de gracia, que no solo allanan sino que facilitan el camino de la virtud”. Cuando era joven, comenzó la décima persecución contra los cristianos, por los emperadores Diocleciano y Maximiano. Era gobernador, como casi siempre en las actas de los mártires, el “terrible” Daciano. Llevada Lucrecia a su presencia, este quedó admirado por “su rara hermosura y su singular modestia”. Sabiendo que era cristiana de las más firmes, a la par que de familia acomodada, quiso obligarla a sacrificar a los dioses para, si se negaba, confiscar todos sus bienes para sí mismo.

Para ello recurrió a las amenazas, y la carcel, pensando doblegarla. Como no sucedió, la llamó a juicio nuevamente y le recriminó seguir al que había muerto de forma ignominiosa en una cruz. Lucrecia respondió: “Si hubieras leído al profeta, supieras que servir á Dios es reinar: en cuyo supuesto no me perjudica mi servidumbre a Jesucristo, verdadero Dios; antes bien me ensalza, y por lo mismo recibo de ello más bien esplendor que detrimento”. Daciano insistió, preguntándole por que no sacrificaba. Lucrecia se defendió: “Porque está escrito que solo se ha de servir y sacrificar á Dios; y los tuyos son demonios, a quienes es superstición adorar”.

Daciano, definitivamente le ofreció sacrificar o someterse a los castigos por no hacerlo. Lucrecia, sin miedo, respondió: “Sacrifica tú á los demonios, que yo solo ofrezco sacrificio al verdadero Dios, y a Jesucristo su único Hijo”. Esta respuesta le valió ser abofeteada y enviada al potro, para que apostatase. Lucrecia, asumió el martirio con entereza y dignamente, por lo que Daciano la sentenció a ser degollada inmediatamente, como así se hizo, llevándola fuera de la ciudad. Era el 23 de noviembre, de un año incierto a inicios del siglo IV. El cuerpo, allí abandonado, fue recogido por los cristianos y sepultado en un sitio del que mantuvieron el recuerdo hasta que, llegada la paz, pudieron sacar y construir una basílica, que fue destruida por los musulmanes.

Sin embargo, históricamente, solo consta la existencia de dicha basílica, ya en el siglo VI. Y solo puede decirse que es Usuardo el primero en incluirla en un martirologio, ya a 23 de noviembre. Llama la atención que solo la pone como “virgen” y no mártir:In civitate Emerita, S. Lucretia Virginis”, y esto es porque la única referencia que halló fue de la basílica y del culto, no de la vida. El martirologio de Galesinio, sin más certezas que la de Usuardo,  ya la pone padeciendo bajo Maximiano, directamente por Daciano. Juan Tamayo escribió las “Actas de la Santa”, y unos versos latinos, ambos textos con más intención laudatoria que histórica.

El Santo Niño Cieguito de Puebla

El Santo Niño Cieguito de Puebla

En la ciudad de Puebla, Puebla en México, en el convento de las monjas capuchinas se venera una curiosa imagen del Niño Dios con la peculiaridad que a muchos sorprende de estar llorando lágrimas de sangre. Esta imagen del siglo XVIII está envuelta en una leyenda que, como suele suceder en estos casos, tiene varias versiones: la primera y más difundida nos habla de un “hereje u hombre falto de fe”, y la otra nos habla de un ladrón. En ambos casos el fin es el mismo; terminan profanando la imagen del Niño Jesús.

Según estas leyendas, esto sucedió el 10 de agosto de 1744 en el convento de la Merced de la ciudad de Valladolid (hoy Morelia) en el estado de Michoacán. Debido a que el patrón del templo anexo era San Lorenzo, después de las festividades en honor al Santo se desató una tormenta. El hombre “falto de fe” se guareció dentro del templo y al estar dentro comenzó a atacar a las imágenes, en especial la de Nuestra Señora de la Merced a la que arrebató el Niño Jesús de los brazos. Huyó con él a las afueras de la ciudad, donde furioso, comenzó a desmembrar la imagen, quitándole piernas y brazos, por lo que la imagen del Niño comenzó a derramar lágrimas de sangre. Esto aumentó la ira del hombre quien, con el punzón que sostenía la imagen a la Virgen, le arrancó los ojos dejándole las cuencas vacías. Esto no detuvo el llanto, por lo que le dio 33 puñaladas y decidió abandonarlo entre piedras en el cerro de Punjuato.

La segunda leyenda, como ya menciono, nos habla nuevamente de la festividad de San Lorenzo y un hombre que se esconde en la iglesia esperando que terminen las celebraciones litúrgicas. Al concluir estas y quedar el templo oscuro comenzó a arrancar las joyas de las imágenes y al ver los hermosos adornos que tenía la imagen de la Virgen de la Merced decidió robarlas, pero al intentarlo sintió la mirada del Niño sobre si y oyó que este daba alaridos. El ladrón quiso callarlo tapándole la boca con las manos, pero a la imagen le salieron dientes y mordió al delincuente.

Enfurecido el hombre sacó un puñal y le arrancó a la imagen del Niño las esmeraldas que tenía por ojos. El niño dejó de morderlo, pero comenzó a derramar lágrimas de sangre de las cuencas vacías. Asustado el hombre ante aquel portento, decidió llevarse consigo la imagen y dejarla enterrada en un agujero para tratar de ocultar su sacrilegio.

Según se nos narra, un indígena encontró la imagen y la llevó de regreso al templo, donde fue recibido con gran tristeza y arrepentimiento por la manera en que había sido profanado. El padre fray José Miguel Durán de la Huerta O.M., superior del convento, decidió enviar a la imagen al convento de capuchinas de Puebla, explicándole a la abadesa, Sor María Manuela Josefa lo que había sucedido con ella y pidiéndole fuera resguardado en su convento para que se le hicieran homenajes de expiación y desagravio.

La imagen fue recibida en Puebla con una misa solemne y las capuchinas se encargaron de su custodia hasta el día de hoy. Durante todo el año permanece resguardado en el convento de donde solo le sacan en su festividad que es el día 10 de agosto.

La fotografía más popular que se conoce del Niño Cieguito es una foto de la réplica que existe en el templo de las Capuchinas, puesto que de la original existen muy escasas fotografías. En la original se nota la naturalidad de las lágrimas de sangre siendo derramadas de sus cuencas. La imagen es ataviada con los símbolos de la pasión, una corona de espinas, los clavos, una Cruz, y en una de sus manos lleva una bandeja con dos ojos recordando su profanación. Esto ha propiciado que sea considerado patrón de los ciegos, enfermos visuales y todas las enfermedades de la vista. Es una imagen que impresiona a la mayoría, pero esto no ha evitado que tenga una gran cantidad de devotos.

Las leyendas que se narran sobre esta imagen están llenas del barroco de la época aunque la del ladrón parece un poco más factible que la del hombre falto de fe que, sin razón ni motivo, comienza a profanar las imágenes. Ambas leyendas tienen muchos elementos milagrosos, además no se puede olvidar la importancia que se daba en esta época a la imagen religiosa, llegándolos a considerar muchos casi como si se tratara del mismo Cristo, lo que avala también la posibilidad de una profanación a este tipo de imágenes solo por el desafecto a este tipo de creencias. Esto mismo es lo que complica, como en la mayoría de los casos, conocer cuál es el relato que más se acerca a lo que realmente ocurrió.

Lic. André Efrén Ordóñez Capetillo.

Gracias, André, una vez más por traernos algo sobre estas devociones del otro lado del mar. Y bueno, yo mismo soy el primero en considerarla una imagen horrenda, tanto por la forma, como por el fondo. Ni por asomo se ven rastros de "ojos arrancados", sino simplemente cuencas que no han tenido ojos jamás. A saber quien fue el de la idea de hacerlo así y, con el tiempo, dotarlo de una leyenda propia. Añadido el "misterio" de que solo sale una vez al año, ya tenemos toda una historia. Eso y que la imagen está repintada, no queda de la pintura original ni rastros. Y si hablamos de las demas imágenes de este niño, todas dan espanto, las modernas, peor. En fin, para gustos, colores...

Ramón.

Santoral Basiliano (OSBas)

Santoral Basiliano (OSBas)

Los Padres Basilianos, o “Congregación de San Basilio”, son una orden religiosa fundada en el siglo IV que sigue la Regla de San Basilio (en la imagen). Este escribió una regla general para los monjes, pero no fue fundador como tal de dicha Orden. Desde Capadocia, los monjes basilianos llegaron hasta occidente, sobre todo a Italia y España, donde tuvieron provincias y numerosos monasterios. En España desaparecieron en el siglo XIX. Los basilianos se dedicaron al estudio, la icnografía, la historia y la teología. Fueron los grandes evangelizadores de Oriente, de sus filas salieron grandes figuras de la Iglesia y la Historia. Aun existen en la Iglesia Ortodoxa los monjes que viven esta regla, en varios monasterios, como los del Monte Athos y del Monte Sinaí. Las monjas existieron mucho después, y existen todavía, inspiradas en Santa Macrina.

Enero:
2: San Basilio Magno, Padre e Inspirador, y San Gregorio Nacianceno, Doctores de la Iglesia.
9: San Pedro de Sebaste, obispo, hermano de San Basilio.
14: Santa Macrina la Anciana, abuela de San Basilio.

Febrero:
24: San Juan de Calabria, monje.
27: San Lucas de Messina, abad.

Marzo:
1: San Leo de Calabria, monje.
2: San Lucas de Nicosia, abad. (otros lo consideran benedictino)
9: San Gregorio de Nisa, obispo, hermano de San Basilio.
11: San Sofronio de Jerusarén, Patriarca.
12: San Teófanes de Cyzico, presbítero.
      San Nicodemo de Mammola, abad.
15: San Zacarias, papa (benefactor de la orden y se cree perteneció a ella).
28: San Conon de Sicilia, monje.
30: San Clinio de San Pedro de la Floresta, abad.

Abril:
3: San José el Himnógrafo, monje.
4: San Plato de Constantinopla, monje.
9: San Vital de Rapolle, abad.

Mayo:
2: San Silvestre, monje.
13: Beatos Estanislao de Lituania y compañeros mártires (oficialmente sin beatificar).
30: Santos Basilio y Emmelia, padres de San Basilio.

Junio:
14: Consagración episcopal de San Basilio Magno.
15: San Gerásimo de Calabria, monje.
18: San Calogero, eremita.

Julio:
3: San Filareto, monje mártir.
4: San Andrés de Creta.
19: Santa Macrina la Joven, virgen, hermana de San Basilio.

Agosto:
13: San Máximo, abad de Crisópolis.
23: Santos Antonio y Nicodemo de Locri, abades.

Septiembre:
26: San Nilo el Joven, abad.

Octubre:
1: San Romano el Meloda.
9: Santos Ghislain, abad; Lamberto y Bernero, monjes.

Noviembre:
11: San Teodoro el Estudita.
12: San Josafat, obispo y mártir.

Diciembre:
4: San Juan Damasceno, abad.
10: San Lucas de Melicussa
, obispo.
14: San Agnello de Nápoles
, abad.
30: San Lorenzo de Frazzano
, presbítero.


Sin lengua, pero con fe.

Sin lengua, pero con fe.

Pregunta: Que tal? podria decirme a que santos obispos, arzobispos, los martirizaron cortandoles la lengua. Muchas gracias.

Respuesta: Hasta donde he podido mirar:

San Leodegario de Autún, obispo. 2 de octubre.
Santos Teodoro de Pentápolis, obispo; Ireneo, diácono; Ammonio y Serapión, lectores. 26 de marzo (no murieron finalmente mártires, sobrevivieron y son confesores).

Y padecieron este martirio, entre otros:

San Pedro de Capitolias, presbítero. 13 enero.
San Román de Cesarea, diácono. 18 de noviembre.
Santos Hermanos Macabeos.1 de agosto.
San Isidoro de Chío
. 14 de mayo.
Santas Anastasia y Basilisa
.15 de abril.

Santos Ferreol, presbítero; y Ferruccio, diácono. 16 de junio.
Santa Cristina de Bolsena
. 24 de julio.
Santa Anastasia de Roma
. 25 de diciembre y 29 de octubre (Iglesia oriental).
San Eusebio de Roma
. 25 de agosto.
San Longinos
, centurión. 15 de marzo y 16 de octubre (Iglesia oriental).
San Quirino de Neuss
. 30 de marzo y 30 de abril (traslación de las reliquias)
San Hermes de Roma
. 28 de agosto.

San Quirico de Tarso, niño. 16 de junio y 13 de julio (liturgia bizantina).
Santos Mártires de África. 8 (Iglesia oriental) y 16 de diciembre.
Santa Ripsimena de Armenia. 27 (Iglesia Siria), 29 y 30 (liturgia bizantina) de septiembre.
Santa Centola de Burgos. 2, 4 y 13 de agosto.
Santa Agatoclia. 17 de septiembre.
San Juan Nepomuceno. 16 de mayo.

En los dos últimos la lengua en la mano suele ser su atributo

El Santo Cristo de las Ampollas

El Santo Cristo de las Ampollas

Durante el siglo XVII, época en la que nacieron muchas devociones en el territorio novohispano, en la península de Yucatán  no fue la excepción. Según nos cuentan las leyendas, en la población de Ichmul, Yucatán un vaquero vio durante varios viernes de cuaresma como un árbol resplandecía, lo que le hizo ir a avisarle al cura del pueblo de tal portento, quien acudió al lugar para observar con sus propios ojos tal prodigio por lo que se decidió cortar el árbol y llevarle a la casa cural. Estando en resguardo en la parroquia no volvieron a suceder los extraños resplandores ni ningún otro suceso extraño, hasta que un día apareció un escultor y el párroco le pidió que esculpiera el madero, a lo que el artista le dijo que haría un Cristo. El escultor se encerró en una habitación y a la mañana siguiente al ir a buscarle el sacerdote, el joven había desaparecido dejando la imagen del Cristo terminada que había sido realizada en una sola noche (1), por lo que el Cristo fue puesto en el altar inmediatamente y la noticia de aquel prodigio se hizo tan famosa que muchos llegaban a pedirle favores a la imagen.

Hacia 1651 durante un novenario que se celebrara en el templo un incendio consumió por completo el lugar, lo que dio pie al nombre que lleva por título esta imagen, puesto que se realiza la maravilla de que las llamas respetan la imagen del crucificado, dejando solo como señas unas ampollas por todo el cuerpo del Cristo.

Al saber de este milagro de la preservación del Cristo, el obispo de Yucatán, Luis  de Cifuentes y Soto Mayor decidió llevar al milagroso Cristo de Ichmul a la capital, Mérida, a pesar de la negación de los fieles de Ichmul. El obispo logró su cometido y al Cristo se le colocó en la catedral, en el altar de ánimas. El mismo obispo comenzó la realización de una capilla para contener la imagen, que fue terminada por su sucesor Luis Rodríguez de Villamil. Posteriormente un milagro hizo que la fama del Cristo creciera a un más, y fue el salvar a la ciudad de una  terrible peste con lo que se instituyo una procesión en su honor en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.

En 1717 el papa Clemente XI aprobó la Hermandad del Santísimo Cristo de las Ampollas y lágrimas de San Pedro en la catedral de Mérida. Durante el siglo XX en 1915 durante la persecución religiosa en la entidad a manos del gobernador Salvador Alvarado, la imagen del Cristo de las Ampollas fue destruida, por lo que la actual es una réplica que se mandó a hacer a Querétaro por orden del arzobispo Martín Tritschler y Córdova. Las festividades en honor al Cristo de las Ampollas se realizan entre septiembre y octubre con una gran afluencia de devotos y procesiones de cofradías y gremios que le tienen por patrón, los principales días son del 14-17 de septiembre.

 


(1) Hay que hacer notar que este milagro de la imagen que se realiza en una sola noche es algo muy común y repetitivo de ver en muchas advocaciones principalmente de Cristo y sobre todo las que son del periodo colonial, por lo cual puede ser que solo sea un agregado a sus leyendas para acrecentar el renombre de la imagen

 

Lic. André Efrén Ordóñez Capetillo

Tienes mucha razón en lo de la repetición del milagro en la hechura de la imagen. Tanto en la rapidez y desaparición del escultor, como en la procedencia de un arbol misterioso. Cuba tiene al menos, que yo conozca, dos casos, el Cristo de la Misericordia y el Cristo del Jacán, ambos en Matanzas.
Y quiero puntualizar que en este caso, la pregunta la realicé yo a nuestro querido André, intrigado por ese nombre "de las ampollas". André nos hace este regalito en forma de artículo, dos veces bienvenido: por el artículo en si y porque me socorre en mi habitual falta de tiempo. Gracias, André.

Ramón

Santo Domingo in Soriano

Santo Domingo in Soriano

Pregunta: he visto que tienes otras fechas para celebrar a nuestro P. Santo Domingo de Guzmán. Se que antes lo festehaban el 4 de agosto. Pero las otras fechas que tú pones, digo el 24 de Mayo y 15 de septiembre, eran fiesta de antes, o que? Gracias. México.

Respuesta: bueno, algunos santos tienen varias celebraciones a lo largo del año. Unos de carácter universal, como San Pedro (29 de junio, 1 de agosto, 22 de febrero) o San José (19 de marzo y 1 de mayo). Otros de carácter local, como aquellos de los que celebran traslaciones, o hechos importantes, como San Basilio, del que se conmemora su ordenación episcopal el 14 de junio. Y otros tienen festividades propias de las órdenes religiosas en que profesaron. Por ejemplo, los agustinos celebran la conversión y Bautismo de San Agustín, a 24 de abril; o los carmelitas, que recuerdan la Trasverberación de Santa Teresa, el 26 de agosto.

En el caso de Santo Domingo, además del 4 de agosto (memoria para la Iglesia Universal), tenemos el 24 de mayo (elevación y traslación de las reliquias) y el 15 de septiembre (aparición de la imagen de Soriano). Y en esta última me detengo, tomando los datos de “La prodigiosa imagen del patriarca Santo Domingo de Soriano”, del P. Juan Bautista Polo:

Santo Padre Domingo “in” Soriano. 15 de septiembre.
El convento dominico de Soriano, Calabria, fue fundado en 1510, por Fray Vicente de Catanzáro y, aunque crónicas legendarias hagan de su fundación un rosario de prodigios y señales (1), era un convento pobre y sin relevancia; uno más hasta el 15 de septiembre de 1530. Este día sucedió el prodigio: El lego sacristán del convento, Fray Lorenzo, encendía las velas del altar para cantar maitines, cuando vio a tres mujeres hermosísimas dentro de la iglesia, junto a la puerta. Pensando que había dejado la puerta abierta y se habían colado   y ya se lamentaba por ello (2), cuando la más hermosa y venerable le llamó y se desarrolló este diálogo:

- ¿Qué iglesia es esta? ¿quien habita este convento? – preguntó.
- Este convento es de frailes predicadores, y la iglesia se llama de Sto. Domingo - respondió Fray Lorenzo.
- ¿Y hay aquí alguna imagen de Santo Domingo? – continuó la señora.
- Señora, aquí no hay otra imagen de este santo que una burdamente pintada en la pared, bajo la cual hay un altar para decir misa.
- Ahora pues - replicó la señora - toma esta, y llévala tu superior, y dile que la coloque sobre el altar.

Y sacó bajo el manto un lienzo enrollado, y se lo dio. El lego, muy turbado, dio las gracias y sin despedirse corrió adonde el superior, al que encontró camino del coro con los otros frailes para cantar los maitines, y le contó lo pasado. El vicario le regañó por dejar la puerta abierta, desenvolvió el lienzo y admiraron la belleza de la obra, que piadosamente representaba al Santo Padre. Fue excusado el lego y todos veneraron la bella imagen donada. Bajaron a la iglesia y no las hallaron, y como era medianoche, volvieron dentro, dando gracias a Dios por la bienhechora y pusieron el lienzo en el altar.

La noche siguiente, se le apareció Santa Catalina de Alejandría a un padre del convento y le dijo: “vengo a sacarte de la sorpresa en que estas acerca del suceso de la noche pasada. Sabrás que la imagen del santo no se pintó en la tierra. Quien la trajo fue la Reina de los Ángeles, Madre de Dios, en cuya companía vinimos Santa María Magdalena y yo, que como hermanas y patronas de esta Orden de Predicadores, asistimos siempre a todos los favores, y á este singular que Dios le ha hecho". (3)

Y esto es lo que se sabe del lienzo. Como vemos, todo parece ser una historia adornada para dar categoría a la imagen de Soriano, ciertamente bella y veneradísima. Salvo el sacristán y este padre, no hay constancia histórica de que haya sido así, tendríamos que confiarnos de sus palabras. Aunque hay un testimonio jurado de un religioso anciano, que era joven cuando el suceso, que juró ser como os lo he contado, pero claro… ni vio a las señoras, ni menos la aparación de Catalina mártir.


La imagen:

Lo primero que destaca en la imagen es su sencillez y su belleza humilde. No es un gran lienzo, que destaque por su ejecución, cromatismo o belleza de la figura. Pintores que han desarrollado el tema, como Zurbarán o Caravaggio,lo han plasmado con más maestría.

Nos dice Juan Bautista Polo: Está pintada en tela grosera y al agua; es el cuerpo de mediana estatura, de seis palmos cabales; tiene en la mano derecha un libro puesto de canto, y en la siniestra una azucena blanca, insignias del Doctorado, y de la pureza virginal, que conservó por un especial favor del cielo, hasta su dichosa muerte. Veese el retrato del Sto. Patriarca de venerable aspecto, grave y mortificado, el rostro algnn tanto afilado, nariz aguileña, pelo de barba y cabeza entre rubio y cano, mas canas que pelos rubios, el color del rostro blanco, algo pálido, y con arrugas de la penitencia no de la edad, ojos grandes y serenos, que de cualquier parte que los miren parece que ellos están mirando allí, con agradable severidad, boca pequeña y labios rojos, los habitos cortos, que descubren los zapatos, y no pasan del talón; finalmente, toda la pintura está manifestando en sencillez de pinceles y colores, soberanía de artificio.

Y continúa con otros elogios, como el que nadie lo puede copiar, que algunos artistas lo han intentado, pero el santo cambia de expresión. Unas veces lo ven triste, otras melancólico, algunas veces alegre y otras preocupado. Asmimismo que algunos pintores que han intentado copiar la imagen "han salido del rostro unos celestiales resplandores, con los que ofuscados, han dejado imperfecta la Copia, y arrimando los pinceles, llenos de devoción y de dolor de sus pecados, se arrojaban delante de esta prodigiosa Imagen, y le pedian que pudiesen retratarla mejor con las obras, que con los pinceles humanos".

Se cuenta que durante 10 años estuvo corriendo el agua por el peñasco sobre el que se puso la pintura y que no se dañó en nada. En 1540, pensando el nuevo superior que tanta humedad dañaría el lienzo, la trasladó solemnemente junto a la puerta de la iglesia, donde la aparición de la Virgen y las santas. Pero esa misma noche la imagen regresó al mismo sitio y por la mañana se reprendió al sacristán, pensando que este la había vuelto al altar. Otro traslado y de nuevo al sitio de origen, y una tercera vez, por lo cual se entendió que era la voluntad divina, como suele pasar. Y en fin, que entre tanto prodigio, la devoción aumentó y en 1590 se comenzó la construcción de una nueva y bella iglesiade estilo renacentista y un convento para los religiosos. Actuamente la imagen aparece en un retablo de piedra tallado de dudoso gusto y, claro, ya nadie se cree que sea una obra del cielo.


(1) Hubo bastante oposición por parte del clero y los franciscanos de Soriano para que se fundase un convento más. Ya se sabe, a más entre repartir, menos ración. Finalmente, dicen las crónicas, sucedió que eligiendo los dominicos un peñasco en medio de la ciudad, para fundar, pusieron una cruz. Pero siendo obligados a trasladarse más arriba, se llevaron dicha cruz y, claro… al otro día esta apareció en el peñasco del principio. Y ya sabemos, se entendió como signo divino que el convento se fundase allí, donde se había puesto la cruz primeramente.

(2) las mujeres tenían prohibido el paso terminantemente a la zona claustral de los religiosos, y esto se extendía a la iglesia, aun cuando fuera pública, mientras durasen los oficios de los religiosos.

(3) Ambas santas son patronas de la Orden. Antiguamente eran celebradas con fiesta solemne y octava.