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Tus preguntas sobre los Santos

CORPOSANTOS

Santa Minia en Brión

Santa Minia en Brión

Otro ejemplo bien gestionado en el mundo de los corposantos es el de Santa Minia, que se venera en su santuario de Brión (A Coruña, España). Más que nada porque la información disponible es mucha y de gran calidad.

Al parecer, en el interior de la figura de cera que representa a Santa Minia hay un esqueleto perteneciente a una joven de quince años de edad. En algunas fuentes se dice “con toda seguridad decapitada en el año 362”, y yo, con todo respeto, quiero objetar que esa información es arbitraria e indemostrable, primero, porque no consta en la lápida ni en otra parte, y segundo, porque en el año 362 no había ya ninguna persecución oficial vigente. Quitando este dato lanzado un poco al tuntún (en realidad, su martirio se sitúa a inicios del siglo IV), el resto de las afirmaciones en torno a ella son bastante correctas.

El cuerpo de Minia fue extraído de las catacumbas de Santa Inés el año 1783, por orden del papa Pío VII, y pasó a custodia del obispo Bartolomé Menochio, quien el 8 de junio de 1804 la regaló a don Juan Francisco Arieta. Un mes después, era de nuevo regalada a don Tomás de Anduaga, rico comerciante de Cádiz (España). Fue él quien decició introducir los restos óseos de la mártir dentro de una figura de cera, y también el que, menos acertadamente, grabó en la misma lápida de su lóculo, que en principio simplemente rezaba:

XP
MINIA IN SOMNO PACIS
“Minia en el sueño de paz”

la siguiente frase:

El cuerpo de esta Santa entró en mi casa el día 10 del mes de agosto del año del Señor de 1804 y se colocó en el oratorio en dicho día”.

Nunca debió haber grabado eso sobre una lápida tan antigua, mostrando tan poco respeto por unos restos arqueológicos que hoy están amparados por la Ley de Patrimonio, aunque entonces no, como es evidente. Bastaría con haberlo hecho constar en cualquier otra parte, pero ya está hecho y no hay vuelta atrás. La figura de cera con los huesos, junto con la ampolla de sangre y la lápida del lóculo, fueron expuestos en la capilla privada de don Anduaga, donde recibieron la veneración de la familia.

A la muerte de don Anduaga, se hizo cargo del corposanto don Luis Finoquio, quien la entregó enseguida a don Luis Tobío, según se lo había encargado el difunto Anduaga. Este don Luis Tobío había sido trabajador de Anduaga y recibió a Minia el 27 de octubre de 1847. En ese momento decidió regresar a su aldea natal, Lamiño, perteneciente al concejo de Brión, en A Coruña; y se llevó a la pequeña mártir consigo, con la firme intención de crear un santuario para la veneración de la misma, ya que por obtener su cuerpo había rechazado cualquier indemnización por su inminente despido.

Santa Minia llegó en carro a la parroquia de San Fins de Brión el 1 de agosto de 1848. En tres días, don Luis Tobío redactó una instancia al entonces arzobispo de Santiago de Compostela, Rafael de Vélez, solicitando autorizase el culto a Santa Minia en la parroquia de Brión. Fue autorizado, y el 17 de noviembre del mismo año empezó a recibir culto.

La devoción a esta mártir de las catacumbas tuvo gran éxito entre los lugareños, que acudían a pedirle favores, y numerosos exvotos dan fe de ello. Viendo esto, don Luis Tobío se decidió por fin a llevar adelante la edificación de un santuario exclusivo para ella y solicitó de nuevo permiso al arzobispado para ello, al tiempo que lanzaba una campaña de marketing y hacía las gestiones necesarias para asegurarse de la total autenticidad de las reliquias y el martirio de la pequeña Santa, que fueron documentados. El 23 de junio de 1849 se autorizaba por fin la construcción del nuevo Santuario, situado en el lugar de Predouzos, en Brión.

Desde entonces esta mártir de las catacumbas ha recibido gran veneración y tiene fama de atender favores y súplicas, a juzgar por los muchos exvotos que han quedado desde antiguo en el santuario. Se la celebra el 27 de septiembre. Para acabar, recomiendo vivamente visitar la web oficial del Santuario, donde se da información muy precisa, detallada y de gran calidad acerca de este corposanto, y cómo llegar para los interesados en visitarla:

Santuario de Santa Minia de Brión: http://www.santaminia.org/

Y para concluir, adjunto la oración que viene con la estampa cuya imagen he utilizado para ilustrar el artículo, para los interesados en su devoción particular:

Señor, nos acogemos confiadamente a tu providencia que nunca se equivoca, y te suplicamos que, por intercesión de Santa Minia, apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que puede ayudarnos para la vida presente y futura. Amén.

Meldelen

Santa Celerina

Santa Celerina

No sólo hay que criticar las cosas mal hechas, sino que también hay que alabar las cosas bien hechas en cuanto al tema de los corposantos. Por eso me parecería interesante escribir algunos artículos dedicados a corposantos (femeninos, en mi caso, por ser ésa mi especialidad) que se veneran con pleno conocimiento de causa y no dan el lamentable panorama de confusiones y errores que se dan en otras partes.

Podemos hablar así de Santa Celerina, virgen y mártir de las catacumbas que se venera en Capodimonte (Nápoles).  Las estampas difundidas de la urna donde reposa (que adjunto al artículo) proveen de una interesante información al reverso acerca de la traslación y estado actual de este cuerpo, algo que todas las estampas deberían incluir.

En ella, se nos dice que el 25 de junio de 1836, Su Santidad Gregorio XVi daba al marqués Santangelo, Ministro de Estado de Fernando II, el sagrado cuerpo de Santa Celerina, tomado de la catacumba de Santa Ciríaca al Verano en Roma. Con ella fueron entregadas la ampolla teñida de sangre y la lápida del lóculo, que reza sencillamente así:

CELERINA IN PACE QUIESCE
“Celerina, descansa en paz”

Los sagrados restos estuvieron en propiedad de esta familia hasta que el 7 de agosto de 1946, los herederos de Santangelo entregaban la preciosa reliquia al arzobispo de Nápoles, para la cual se erigió una capillita en el Templo de la Coronada, donde reposa hasta día de hoy.

Observando la urna vemos que los restos han sido colocados dentro de una figura de cera, bien vestida, con los atributos necesarios, los lirios de la virginidad y el corte en el cuello, que indica martirio en general. Al fondo, y bien visible, la lápida, y la ampolla con sangre. Estos objetos identificatorios no siempre están en todas las tumbas, pero si están, es importante darlo a conocer.

Bueno, he aquí un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas para exponer un corposanto y tener bien informadas a las personas acerca de su auténtica naturaleza, procedencia, y lo que se puede saber de esa persona (lo del martirio parece claro por el vaso de sangre, lo de la virginidad ya es más aventurado, como Ramón muy bien dice, es más en representación de una virtud que en algo que realmente pueda comprobarse). Adjunto la oración de la estampa para los interesados en nuevas devociones:

La intercesión de Santa Celerina, virgen y mártir, nos obtenga, oh Señor, gracia y perdón, porque ella te fue siempre grata por su castidad y por haber reconocido la potencia de tu gracia

Santa Inocencia en Guadalajara (México)

Santa Inocencia en Guadalajara (México)

Creo haber dicho ya que el tema de los corposantos es simplemente fascinante, y una vez te metes en él, cuesta dejarlo. Esta vez le toca el turno a Santa Inocencia, cuyos restos se veneran en la Catedral de Guadalajara (la de México, no la de España). Primero habría que ver lo que los mexicanos dicen acerca de esta ilustre y venerada inquilina.

Hay dos versiones: una de ellas habla de una chica romana torturada y asesinada por legionarios romanos, o por su propio padre, por el hecho de haberse convertido al cristianismo. Ocultado el cuerpo, éste permaneció incorrupto y después fue embalsamado y enterrado en las catacumbas. En el siglo XVIII fue “comprado al Vaticano” por un obispo mexicano y desde 1925 se encuentra en la catedral de Guadalajara.

Sin embargo, la versión más popular es la que dice que se trataba de una niña mexicana que quería hacer la Primera Comunión como sus compañeras de colegio y su padre se lo había prohibido terminantemente. Cuando ella, invitada por las religiosas de su colegio, se instruyó en el catecismo y tomó la comunión por su cuenta, fue inmediatamente asesinada por su padre. Los lugareños tomaron su cuerpo y lo devolvieron a la catedral donde, supuestamente, acababa de recibir la Primera Comunión. Desde entonces recibe gran veneración y la gente se agolpa para pedirle favores, tiene fama de milagrosa.

Observando la figura que se venera allí, no es difícil afirmar que tal versión es un absurdo absoluto. La osamenta se trata, con toda seguridad, de un corposanto extraído de las catacumbas de Roma, y llegado de Europa en el siglo XVIII como tantos otros. El hecho de que a alguien se le ocurriese vestirla con un traje de comunión provocó que la imaginación popular inventara esa disparatada historia de la comulganta mártir. Por otra parte, ni está incorrupta ni está embalsamada: se ve claramente que es una figura, que ni siquiera parece cera, sino que a juzgar por los desconchados de la máscara, de algún material como yeso o papel maché. No contentos con ellos, los lugareños también afirman que tienen que cortarle el pelo y las uñas continuamente, porque le crecen solos, otro absurdo fantástico que comparten con muchos otros devotos de corposantos locales. El cabello es claramente una peluca y en cuanto a las uñas, ni se ven.

Hablando con propiedad, tan sólo las manos, que están a la vista, y la caja de tierra con sangre, revelan que se trata de una mártir de las catacumbas. El nombre de Inocencia, por otra parte, se atribuye al menos a otras dos mártires de las catacumbas, una venerada en Agnona di Borgosesia (Italia) y otra en Chasne-sur-Illet (Francia), por no hablar de la más conocida de todas, Santa Inocencia de Rímini (16 de septiembre), que no es corposanto sino que consta con culto antiguo y leyenda propias (me extraña que no le haya sido aplicada a ningún corposanto homónimo), y cuyas reliquias se veneran en Rímini. Y al menos, aún existe otra Santa Inocencia, que se venera en Rávena, y con la que hay controversia respecto a la de Rímini, por no saber si es la misma o si se trata de otra.

Otro ejemplo más del sorprendente desconocimiento popular que hay respecto al tema de los corposantos o mártires de las catacumbas. En general, todos estos ejemplos vienen adoleciendo de las siguientes creencias populares, todas erróneas:

1.- Mi San "Mengano” es el único San "Mengano” que existe, luego es el del calendario, luego le coloco la historia de ese santo y me quedo tan pancho. Si esto falla, me invento una historia personal de San "Mengano”.

2.- Si me entero que hay otro San "Mengano”, sin duda ése es falso y el de mi pueblo el verdadero, luego, ¡a la hoguera con el impostor y con los que lo veneran!

3.- A mi San "Mengano” le crecen las uñas, la barba, el pelo, y se lo tenemos que cortar constantemente, y eso no le pasa a ningún otro. Segurísimo.

4.- Mi San "Mengano” está incorrupto. Claramente. Aun cuando vea que es una figura de cera o de yeso. Tiene que estarlo. Si no, ¿para qué está ahí?

Acaso, si las respectivas diócesis o iglesias locales pusiesen al alcance de los fieles la información pertinente acerca de la obtención y traslación de estos antiguos restos, y de la verdadera naturaleza de éstos, se corregiría esta tendencia observable hasta nuestros días. No deja de ser un tema complicado que debió haberse gestionado mejor en sus días, pero nunca es tarde para corregir los errores del pasado.

Meldelen

No sólo no es un cuerpo incorrupto, sino que incluso la información que aparece, señala claramente que sólo están las manos y la sangre mezclada con tierra, como dices. Por otro lado, la mayor desidia está en las mismas iglesias que veneran a estos corposantos, ni revisan los archivos, ni exponen la información, ni aclaran los errores, simplemente los dejan estar, amén de que sabemos que la mayoría de las personas prefieren alimentar la leyenda y el bulo a simplemente aceptar que "no sabemos nada de este santo". Este mismo caso de Inocencia, se nota en la información escrita, que hay una larga historia, a saber lo que dice... o de que leyenda se hace eco.

Hace un rato Harold, seguidor del blog, me acaba de pasar a San Mario, en Chile ¡venerado como San Mario de Persia! Escribí a la parroquia, a ver que responden, para añadirlo a lo publicado ya. Y sí, tienes razón, esto de los corposantos es un tema apasionante. Creo que estamos iniciando una cruzada a favor de aclarar las cosas...

Ramón

De catacumbas y corposantos (II)

De catacumbas y corposantos (II)

De las traslaciones de los "corposantos".
Lo primero que quisiera recordar es que las catacumbas en tiempos de persecusión eran sitios de culto, donde se ponía de relieve aún más, si cabe, esa cercanía con los mártires, con los bienaventurados a los que se les pedía protección. Al terminar las persecusiones, al menos las "oficiales", y comenzar a construirse los templos, iglesias y basílicas, ya con libertad, esta necesidad de cercanía con los santos continúa, pero ahora se manifiesta de otro modo: los enterramientos se efectúan dentro de las iglesias. Sobre los siglos VI y VII ya era costumbre poner debajo de los altares el cuerpo de algún mártir, aunque no expuestos. lamentablemente, de aquella época no quedan casi templos que testiguen esta costumbre, pero sí quedan los numerosos hallazgos o "invenciones" de cuerpos identificados mucho tiempo después, en medio de derrumbres, escombros o paredes tapiadas. Un caso, por ejemplo, San Lázaro, en Marsella, tenido como el Lázaro del Evangelio. Está claro que la evolución de los enterramientos en las iglesias está marcado por los intereses, los títulos, los beneficios eclesiásticos. En plena Edad Media, en los monsterios solo podían enterrarse los monjes y en algunos, los fundadores o benefactores. Los reyes escogen un sitio para Panteón Real, donde serán enterrados. Parece que me desvío del tema, pero es para dar una idea de que el contacto con los muertos dentro de los templos y sus alrededores es algo que viene de lejos y que aún nos rodea, a pesar de la prohibición del enterramiento en templos.

Los primeros cuerpos en ser expuestos pues serán santos locales, de devoción reducida: Eran trasladados con solemnidad, por el obispo de la diócesis, que elegía un día para recordarlo; y esto era lo equivalente a una canonización, y así fue hasta que el papa se reservó el poder de canonizar santos. Actualmente, con Benedicto XVI, las beatificaciones vuelven a ser locales y celebradas por el obispo del lugar, o un delegado papal, reservándose el Papa las canonizaciones. Un ejemplo: San Buckard de Wutzburg fue trasladado el 14 de octubre de 983, por lo que se señaló ese para su fiesta. Algunos santos tenían doble celebración, por ello mismo: Santo Tomás apóstol, el 21 de diciembre y el 3 de julio, día de la traslación. Algunas órdenes religiosas conservan estas festividades (los trinitarios, por ejemplo), pero de manera particular.

Y volviendo a los corposantos: Entre los siglos XVI (pleno barroco y contrarreforma católica) y XVIII (y un poco más también) se da el "boom" de las traslaciones y exposiciones. Surgen las bellas imágenes yacentes que esconden osamentas o parte de huesos, representando al mártir muerto o en agonía, con heridas muchas veces imaginadas por el artista, porque no hay testimonio alguno, la mayoría de las veces, si murió degollado, quemado o apedreado. Según avanza el tiempo, ya se ven plácidamente sentados, o recostados, "vivos".

En estas invenciones y traslaciones influyen los vaciamientos, restauraciones y adecentamiento de las catacumbas. Los monasterios, catedrales, parroquias y hasta simples capillas públicas o privadas comienzan a solicitar y recibir "corposantos", ratificados por Roma y, todo sea dicho, la mayoría mediante "el pago de una limosna". Europa y la incipiente America cristiana comienzan a recibirlos (América sobre todo en los siglos XVIII y XIX). Algunos de estos corposantos lograron devoción más allá de su sitio definitivo (Santa Fortunata o Santa Filomena, cuyas imágenes se repiten, confundiendo a muchos somo si tuvieran los cuerpos dentro), sobre todo por la emigración, que siempre lleva sus devociones.

Algunos puntos a considerar sobre los corposantos.

1. NO son cuerpos incorruptos, sólo cubren la osamenta entera o guardan en un receptáculo (generalmente situado debajo o en la cabeza) parte de los huesos.

2. Normalmente su día de celebración, si se les celebra en algún sitio, es el día de la llegada o bendición de su altar. La experiencia demuestra que la mayoría no son celebrados especialmente.

3. Aunque hay santos posteriores, sobre todo fundadores de órdenes religiosas, expuestos a la veneración, ya sea incorruptos, embalsamados o dentro de imágenes yacentes, no son propiamente "corposantos"; este término se le aplica aquellos desconocidos y extraídos de las catacumbas o también de otros sitios, pero siempre a santos desconocidos.

4. Hay algunos con nombres que son puras alegorías, así abundan los Victor (victorioso), los Donatos (donados), los Felicísimo... pero de esto ya hay un artículo más largo.

La sensibilidad moderna prefiere no tener estos cuerpos así, a la vista, sobre todo cuando son esqueletos descarnados, y realmente en ocasiones no son gratos a la vista. Las opiniones aquí pueden ser muchas y tener su parte de validez... la mía es que siempre deben ser tratados con respeto (esto comprende quitarles el polvo y vestirles correctamente) y, si son retirados del culto público, no han de tirarse como fardos en sacristías o almacenes, sino enterrarles y punto.

La imagen que muestro es San Florencio en Orizaba, México, uno de los más impresionantes, por su realismo, que he visto. También lo tienen por incorrupto e incluso "cada año le afeitan, porque le crece la barba"... bueno...

Santa Columba en Pachuca, México

Pregunta: Estaba buscando la historia de Santa Columba ya que aqui en mi ciudad Pachuca de México, en la iglesia de san francisco se encuentran segun los restos de Santa Columba los cuales fueron donados por un obispo de España, y la leyenda que tiene no me decia nada solo que habia perseguida por un señor en Zaragoza y asesinada, asi que mi pregunta es si sera la misma santa columba aunque creo que si porque tambien se le festeja en septiembre. México

Respuesta: He buscado algo de información respecto a la Santa Columba de la que me hablas, y he podido hallar lo siguiente: "a la derecha del altar mayor en la iglesia del convento de San Francisco, en Pachuca, México, se halla el “cadáver embalsamado” de una niña de no más de quince años que, atención, para efectos religiosos es llamada Santa Columba (lo cual quizá aluda a que ese nombre no sea el auténtico). Ejecutada, según dicen las fuentes, en 273 d.C. por convertirse al cristianismo (esto lo han tomado de la leyenda de Santa Columba de Sens). Fue donada a los franciscanos en el siglo XVIII por la marquesa de San Francisco, hija del Conde de Regla, don Pedro Romero de Torres, que la había traído desde España, y a cuya familia hacía ya mucho tiempo que pertenecía".

A la vista de lo que he podido encontrar, no cabe duda de que la Santa Columba que está en tu ciudad es lo que se llama un "corposanto" o mártir de las catacumbas; es decir, un cuerpo que fue extraído de las catacumbas entre los siglos XVII-XIX y distribuidos por el mundo como pertenecientes a mártires, no siempre acertadamente, por cierto. Era muy frecuente que muchos de ellos fueran donados a familias nobles que los mantuvieron en sus capillas privadas hasta que fueron donadas a instituciones eclesiales, como se ve en este caso. Frecuente es también que haya muchos en América, a donde fueron llevados desde Europa.

Siendo así, no es posible saber nada acerca de la historia de esta Santa Columba, ya que es un cuerpo anónimo cuyo nombre, parece, es añadido posteriormente. Hay muchas Santas Columbas entre las mártires de las catacumbas y no es posible saber nada de su vida terrena. Lo que me comentas acerca de esa historia de la chica zaragozana, es que estás haciendo alusión a Santa Columba de Sens, la santa mártir más conocida con este nombre. Para saber más sobre esta santa, que se celebra el 31 de diciembre y no en septiembre, puedes consultar este artículo: 

http://preguntasantoral.blogia.com/2009/072906-santa-coloma-es-santa-columba.php

Pero debe quedarte claro que esta Santa Columba de Sens no es la Santa Columba que hay en tu ciudad, no son la misma en absoluto. Lo que ha pasado es, tristemente, lo que suele pasar en estos casos: que una ciudad recibe el "corposanto" determinado, va al calendario y busca un santo del mismo nombre, y acaba creyendo que ése es el suyo, adoptando su leyenda. (Las fuentes que he consultado por Internet caen exactamente en este mismo error, identificándola con la de Sens). Como te digo, es imposible saber más sobre esta Santa Columba, y lo que puedes saber se limita a que fue extraída de las catacumbas de Roma, donde estaba enterrada, fue a parar a manos de la familia de esta marquesa, y ella, al llegar a México, la donó al convento franciscano. Nada más.

Y ahora me gustaría pedirte un favor. Si tuvieras ocasión de visitar de nuevo y poder fotografiar la urna de esta mártir de las catacumbas que tienes en tu tierra, los autores de este blog te estaríamos muy agradecidos. No sólo porque no he podido encontrar imágenes de ella por Internet, sino porque, examinando la urna, también podemos sacar más conclusiones acerca de ella: si tiene lápida, o si tiene vaso de sangre, eso aporta más datos. Gracias por consultarnos y quedamos pendientes de tu generosidad.

Meldelen

Si quieres saber más de los corposantos y ver otros casos más. Ya vamos teniendo cierta experiencia sobre ellos en el blog:

http://preguntasantoral.blogia.com/temas/corposantos.php

Y un detalle importante, aunque la web defina a la Columba de Pachuca como el “cadáver embalsamado” de una niña de no más de quince años, eso no es un cadáver. De seguro será una imagen yacente con la osamenta dentro o recogida en una parte (suele ser bajo la cabeza). Los cristianos de las catacumbas no embalsamaban a los cuerpos. Ah, y por cierto, la imagen nos vendría bien para el artículo del blog.

Ramón

De Catacumbas y corposantos (I)

De Catacumbas y corposantos (I)

Pregunta: Hace tiempo sigo con interés tu blog, porque me parece interesante, aunque haya algunas opiniones o enfoques que no comparta contigo. Hace un tiempo sigo con interés el tema de los llamados "corposantos", las reliquias y los incorruptos, así como el tema de Santa Filomena. Mi pregunta, o preguntas, es sobre las catacumbas, los corposantos ¿Desde cuando se comenzó a enterrar en ellas? ¿cómo se sabe que son "vírgenes" o "mártires"? ¿Cuando comenzó la costumbre de exponer estos cuerpos en las iglesias?  En fin, creo que son varias preguntas y espero me puedas responder pronto y sabiamente. Gracias. España.

Respuesta: Lo primero, agradecer tu interés y seguimiento. Segundo, afortunadamente hay diversidad de opiniones y las mías no son ni las mejores, ni las concluyentes sobre un tema cualquiera. En algunas cosas las mantengo, en otras va progresando, y quizás cambiando totalmente, ahí está el archivo del blog que lo prueba. El tema de los incorruptos y corposantos es algo que atrae a muchos, lamentablemente la mayoría solo busca confirmar si "san Mengano" está incorrupto, si eso es signo de santidad... cuando descubren algo contrario a lo que pensaban, pues ya no les gusta el blog (y así, en general, van por la vida).

Y ya entrando en la pregunta, o preguntas: Las separaré para entendernos mejor. Te daré algunos datos que hallo en un libro viejo "Vida de los Padres, Mártires y otros Santos", con un interesante apéndice sobre este tema.

¿Desde cuando se comenzó a enterrar en ellas?
Un poco de historia... Los antiguos paganos acostumbraban a quemar a sus difuntos, y las cenizas eran esparcidas o puestas diversos sitios, y si eran esclavos o pobres, simplemente eran tirados a muladares o esparcidas. Sólo la clase real y las vírgenes consagradas, como las vestales podían ser enterrados en la ciudad. Por ejemplo, las cenizas del emperador Trajano se colocaron en una urna de oro, sobre la columna de su nombre, y en la Vía Apia pues se enterraban los clanes Servilio y Metella.

Las catacumbas eran espacios a veces, en origen, destinados a otros menesteres, como sacar arena o tierra para construcciones, otras sí fueron excavadas por los cristianos para enterrar a sus muertos. Eran oscuras y estrechas, llenas de nichos, con pasillos que se cruzan, subdivididas en varias ramas. Los cristianos aprovecharon aquellas cavernas para sus enterramientos, en cuanto que más se separaban de los demás por la religión. Sabemos que uno de los puntos fuertes de las religiones es el tratamiento a los difuntos y la importancia que tiene el rito funerario en las mentes de las personas, incluso los no creyentes actuales (se pasa de los funerales tradicionales a homenajes, lectura de poemas o cantos... pero siempre hay algún rito). Pues los cristianos, creyentes de la Resurrección de la carne se distanciaron de las prácticas conocidas: ni quemaban a sus difuntos (de hecho un castigo a ellos, por parte de los romanos, era evitar la veneración de los cuerpos de los mártires), ni los conservaban, como los egipcios. Los enterraban en la tierra, recordando el "del polvo vienes y en polvo te convertirás", para ello cavaban los nichos en estas cavernas mencionadas antes.
Los nichos eran sellados muy bien y a veces se escribía el nombre del difunto, la edad y la fecha de la muerte, lo cual indica la necesidad de un recordatorio para la veneración adecuada. Se añadían símbolos, como el crismón o un ramo (símbolo de victoria).

Y respondiéndote: Desde el tiempo de las persecuciones romanas, ya se usaban las catacumbas para los entierros, ya como sinónimo de veneración, de honra a ese cuerpo, templo del Espíritu Santo, imitador de Cristo en el martirio y prenda de resurrección futura. Además, allí, en tiempo de persecución, se solía celebrar el culto. los paganos no entraban a aquellos sitios llenos de muertos, lo cual era un buen recaudo para los cristianos. La costumbre vigente todavía de poner reliquias de mártires (hoy, de cualquier santo) en los altares, viene de este recuerdo de celebrar la misa sobre los sepulcros martiriales. Pero no sólo en los tiempos de persecución, sino después también siguieron siendo visitadas para honrar a los santos allí enterrados. San Jerónimo, por ejemplo, las visitaba todos los domingos cuando estaba en Roma. Allí meditaba y oraba. También San Paulino de Nola, narra como vio el cuerpo de San Hipólito en el cementerio de Santa Ciríaca, y que allí se decía la misa, y se besaba el sepulcro especialmente cuando se recordaba el "dies Natalis" o sea, el día del nacimiento para el cielo del santo en cuestión. Está claro que esto era para los más conocidos o identificados, porque de muchos no se sabía nada. El mismo San Paulino cuenta que vio una fosa con más de sesenta cuerpos de los que nadie sabía nombres ni tipo de martirio.

¿Cómo se sabe que son "vírgenes" o "mártires"?
Para identificar como mártires a los que lo eran, se ponía una vasija, el "lacrimatorium", con restos de sangre o algunas, si no había sangre, con señales de color rojo. La vasija también podía contener tierra ensangrentada, un trozo de ropa del mártir o de la tela con que se recogió esa sangre. Hay que indicar que en muchos corposantos expuestos, la vasija que se muestra no es la original, ya no todas estas son de cristal o metales nobles, y las de las catacumbas eran de arcilla o si acaso, de mármol. Muchos mártires conocidos fueron enterrados en las catacumbas, según consta en sus actas, por ejemplo San Sebastián fue enterrado en las catacumbas de San Calixto. En el cementerio de Santa Inés, se halló a "Gordiano y toda su familia, martirizados a causa de la fe", con una palma dibujada. Esto es un testimonio importante de martirio, pero no aclara que Gordiano es, si alguno de los varios del martirologio, o uno desconocido. Este desconocimiento  ha traído, con el tiempo, la identificación errónea de santos y la proliferación de reliquias falsas y que se multiplican como las garrapatas. En 1668, la Congregación para el Culto, declaró que siempre que se encontrara este vaso ensangrentado, se debía tener como señal de martirio, pero constancia cierta, cierta, no la hay.

En cuanto a "vírgenes", pues es únicamente por la estimación de la virginidad en el cristianismo, pero está claro que allí no hay sólo vírgenes, sino casadas, viudas, niñas que ni siquiera habrían llegado a la pubertad. Por el tamaño de los esqueletos, se puede calcular la edad aproximada, y las jóvenes son tenidas como vírgenes. O sea, que constancia, ninguna; es simplemente una acuñación de una virtud.

En la imagen, Santa Munditia, una osamenta con su lápida aclaratoria de martirio, edad y fecha. Es una cortesía de Antonio Barrero, colaborador del blog, y la traducción, pues de él y Meldelen:

DDM (PX) MUNDICIE PROTOCENIE. BENEMERENTI . QUAE VIXIT ANNOS LX. QUAE IBIT IN PACE  XV KAL D. APC (PX).
Mundicia Protogenia. La bien merecida. Vivió 60 años. Entró en la paz el dia 15 de las Kalendas de diciembre. (17 de noviembre).

Y la otra pregunta sobre la veneración, pues en un artículo aparte, que este está muy largo....

Santa Faustina: y seguimos con polémicas

Santa Faustina: y seguimos con polémicas

No sabía yo que este mundillo de los corposantos estaba tan… emponzoñado (la palabra real que me viene a la mente me la ahorro por respeto). Cuanto más busco, más me echo las manos a la cabeza con las cosas que se dicen por ahí. Esta vez, nuestra protagonista es Santa Faustina, una virgen y mártir romana que se venera en la parroquia de Pasajes de San Juan, Guipúzcoa (España).  He aquí la información que se ofrece de ella en la web del municipio:

"El Papa León XII a través de su Vicario General, donó la Santa al sanjuandarra D. Juan Manuel Ferrer. La imagen enlaza con el documento de la entrega, acreditativo de que el cuerpo de la Mártir se extrajo el 27-1-1822 de las Catacumbas de Santa Ciríaca de Roma; que se vistió cual noble romana y, con tierra del sepulcro teñida con su sangre, se colocó en una urna sellada y se envió. Hoy, son muchos los que la visitan en la Parroquia de San Juan y crece el número de quienes agradecen favores a su intercesión".

Hasta aquí parece que todo va bien. Se trata de una mártir de las catacumbas, con todo el papeleo en orden, pues en efecto la "authenticae" está disponible y se puede consultar. La imagen de cera que contiene los huesos, que he adjuntado a este artículo, es por cierto muy hermosa y sigue el estilo de los corposantos tradicionales. La polémica viene, por supuesto, porque en la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato (México), se venera también a una Santa Faustina, mártir de las catacumbas, de la cual se nos dice:

"El conde de Valenciana donó el cuerpo y la sangre de Santa Faustina a la parroquia de Guanajuato y se colocaron en 1826 en una capilla cuyo altar fue hecho por el arquitecto Eduardo Tresguerras. En 1907, con motivo del patronato canónico de la Virgen de Guanajuato, los restos de la Santa fueron trasladados al altar mayor".

Si bien la figura de cera que guarda esta Santa Faustina no es tan afortunada en belleza como la de Guipúzcoa (de hecho, la máscara está deteriorada) el brazo esquelético se observa a través de las vestiduras y parece tener un vaso también con ella. Por lo cual también parece ser auténtica. El problema es que siempre me encuentro con alguien con ansias de “aclarar las cosas”, que decide que por fuerza siempre tiene que haber una verdadera y una falsa, y cómo no, la falsa siempre es la del otro, no la que está en su pueblo. Aquí van algunas lindezas de esta persona, que voy a mantener también en el anonimato:

"Bueno pues este domingo hablaremos de Santa Faustina mártir (…) Faustina al igual que su hermana Librada, fueron originarias de la región de Piacenza en Italia (…) A mediados del sigo VI y poseedoras de una gran fortuna, su padre consideró que estaban en edad de casarse por lo que intentó forzarlas al matrimonio (…) Empero la dedicación a Cristo fue tan grande que tanto Faustina como Librada, sufrieron muchas persecuciones hasta que en el año 580 fueron sacrificadas por los romanos y sus restos fueron depositados en las Catacumbas de Santa Ciriaca en Roma".

Cualquiera que haya estudiado el tema se dará cuenta que no hay por dónde coger esta barbaridad que tan elegantemente su autor califica de “breve resumen histórico”. La torpeza no es poca: no sólo pretende identificar su Santa Faustina con una Santa del calendario (lo cual, en tema de corposantos, es una mala costumbre que no conduce a ninguna parte, ya que se trata de personas distintas, como hemos dicho a menudo en este blog); sino que, no contento con ello, la identifica con Santa Faustina de Como, virgen benedictina, y reinventa la historia de ésta y de su hermana Santa Librada, convirtiéndolas en mártires nada menos que en el siglo VI, cuando ya no había ningún romano “sacrificando” cristianas por ahí. No ha sido la única persona en confundir a estas monjas benedictinas con mártires, pero ya pretender que justo una de ellas sea la de Guanajuato… es el colmo. Además, las persecuciones romanas acabaron en el año 313, con el edicto de tolerancia de Constantino (conocido como Edicto de Milán) en el siglo IV, no siglo VI; y si bien es verdad que aún hubo algún mártir aislado, no hubo ya ninguna persecución ni proceso judicial legalmente constituido por el Estado romano. En fin, que el “breve resumen histórico” da para rasgarse las vestiduras.

Pero aún no hemos terminado. Como si todo esto no fuera suficiente, esta persona entra en conocimiento de la existencia de la otra Santa Faustina, la que se venera en Guipúzcoa, y pretende exponer cómo ésa es falsa y la de Guanajuato auténtica, pues expone:

"Para los fieles devotos de la Santa Faustina no fue entonces fácil asimilar esta noticia [la existencia de la Faustina de Guipúzcoa], pues estaban convencidos de que el cuerpo que se exhibía en su parroquia contenía auténticas reliquias de la mártir romana (…) Aunque según referencias del actual responsable del Archivo Municipal de Pasaia, un grupo de fieles, extrajo el cuerpo de la urna donde se guarda con el propósito de renovar los ropajes de la imagen y se comprobó una vez más que es una figura elaborada con gran pulcritud pero que en su totalidad es de cera (…) Tal es pues el orgullo de los cuevanenses de venerar el cuerpo de Santa Faustina”.

Es decir, que a juicio de esta persona y de las fuentes que dice haber consultado, la Santa Faustina de Guipúzcoa es falsa porque “es totalmente de cera y no un cuerpo incorrupto” (!!!). Naturalmente, el párroco de Pasajes de San Juan (o Pasaia) en su día trató de defender la autenticidad de su Santa Faustina enseñando la authenticae, pero al parecer las afirmaciones de cierto autor que ha consultado esta persona; de que es falsa por ser de cera, “echan por tierra” cualquier defensa, según citación textual.

Bueno, pues yo, ante semejante despropósito, escribo esto y dejo constar que:

1.- Tras observar las fotografías de Santa Faustina, la de Guanajuato, y Santa Faustina, la de Pasajes de San Juan, Guipúzcoa, puedo afirmar y afirmo que AMBAS figuras están hechas de cera y AMBAS tienen en su interior el esqueleto de dos mártires del mismo nombre, extraídas de las catacumbas de Ciríaca en Roma. Además, invito a dicho autor y a la persona que dijo esas lindezas, a que visiten en persona al menos la Faustina de Guanajuato (que se supone tiene a cuatro pasos) y vean cómo se cae a pedazos, dejando a la vista sus huesos. NO está incorrupta, ni una ni la otra, y menos la de Guanajuato cuyos huesos se ven.

2.- Es un error creer que los corposantos son cuerpos incorruptos. El desconocimiento respecto a este tema sólo conduce a este tipo de desastres. Los corposantos son cuerpos extraídos de las catacumbas de Roma que normalmente se exponen dentro de una figura de cera, para tratar de embellecer la descarnada visión de un esqueleto. Luego, aunque Santa Faustina de Guipúzcoa tenga una cobertura exterior de cera, eso no la convierte en “falsa”. Otra cosa es que los vecinos de Pasajes se hubieran ilusionado, erróneamente, con que estuviese incorrupta. Pero no es falsa, es tan buena como la de Guanajuato.

3.- Es una falta de caridad querer que haya siempre una santa verdadera y una falsa. Faustina es, nuevamente, un nombre más que frecuente entre las mujeres de la Antigüedad, y de hecho se veneran muchos más corposantos de mujeres llamadas Faustina, a saber, en San Michele Archangelo y Grotte Di Castro, Italia, entre otras. ¿También son falsas éstas? Un poco de sentido común, por favor. Y la misma reprobación merece el querer siempre identificarlas con santas de calendario, llegando hasta el punto de modificar la vida de dos monjas benedictinas para que pasen por mártires y así me encajen con el corposanto que tengo en mi pueblo y que quiero que pase por único e irrepetible.

Concluyendo ya, porque el artículo está resultando demasiado largo, Santa Faustina, la de Pasajes de San Juan, y Santa Faustina, la de Guanajuato, son dos corposantos de mujeres mártires con el mismo nombre, extraídas del mismo cementerio, y donadas a dos lugares del mundo diferentes, cada una con sus evidencias y sus papeles, pero que son totalmente distintas una de otra y tan auténticas una como la otra. Ya basta de enfrentamientos y supercherías con este tema, porque la verdad es siempre más sencilla. Entiendo que muchas veces estas cosas ocurren por ignorancia y no por maldad, pero para eso estamos aquí, para limar asperezas y entrar en concordia todos con este tema tan conflictivo.

Meldelen

Santa Cristina de Osma

Santa Cristina de Osma

Aprovechando una pregunta recientemente planteada por el administrador del blog, quisiera, con su venia, aclarar con un breve artículo una cuestión interesante respecto a un corposanto que se venera en la ciudad de Osma (Soria, España) con el nombre de Cristina. Y antes que nada he de reconocer que si yo misma he llegado a este punto ha sido por lo que he aprendido de Antonio Barrero, quien es un auténtico especialista en reliquias de santos.

En la web de la parroquia de Santa Cristina de Osma –que adjunto a final de artículo- encontramos la siguiente información:

"Sobre el altar mayor de la iglesia de Santa Cristina de la Ciudad de Osma, se conserva en una vitrina acristalada el cuerpo de santa Cristina de Toscana, una santa italiana de finales del siglo III,  sobre la que apenas hay datos que expliquen su llegada a tierras ibéricas. La documentación de nuestra iglesia parroquial describe la entrada en el siglo XVIII de la osamenta de la santa. Es en esta centuria cuando se construye la actual iglesia que lleva el nombre de la santa después de quemarse el antiguo templo de los siglos XIII-XIV y que también tenía la advocación de santa Cristina, precisamente desde el siglo XIV.Traída por un canónigo del pueblo a finales del XVIII, la reliquia fue agasajada con una rica vestimenta blanca y azul, vestimenta que todavía hoy conserva, cubriendo las partes visibles del esqueleto con una reconstrucción de cera, algo muy habitual en este tipo de cuerpos incorruptos. Además, en la mano izquierda lleva una larga pluma verde y tras la cabeza un tocado a modo de corona que acolcha la caída de la cabeza sobre dos cojines que hacen la función de reposacabezas de esta magnífica reliquia cuyo aspecto le confiere cierto aspecto de Bella Durmiente.Ante el rico mueble que guarda la espectacular reliquia de la santa, cuyas puertas normalmente se conservan cerradas, se abre una escalera de dos tramos, subida y bajada, destinada a que los fieles que asisten a la iglesia se acerquen a venerar a la santa".

Yo, desde mi profundo respeto a todos los habitantes de Osma y devotos de la Santa, y poniendo en práctica lo que he aprendido del señor Barrero, he de decir que de este texto, basado en la cultura popular de Osma, se derivan diversos errores:

1.- El corposanto de Santa Cristina en Osma no es un cuerpo incorrupto, simplemente porque un esqueleto jamás es un cuerpo incorrupto, sino la fase final y absoluta de toda corrupción. Examinando la fotografía adjunta de las reliquias de la Santa (en la imagen) uno ve enseguida la mano esquelética que está expuesta. Por tanto, primera y principal, no es un cuerpo incorrupto, sino una figura de cera que recubre un esqueleto.

2.- Santa Cristina de Osma no es Santa Cristina de Toscana. Se dice que había veneración de antemano en el pueblo a la famosísima mártir de Toscana (más conocida como Santa Cristina de Bolsena).  Quizá por eso alguien la envió desde Roma, porque también se llamaba Cristina, pero  ello ha conllevado confundir una santa con otra, y llegar a creer los habitantes de Osma que tenían el cuerpo de Santa Cristina, la de Bolsena, a la que siempre habían tenido por patrona; cuando en realidad tenían a otra Cristina, mártir de las catacumbas.

3.- Santa Cristina de Bolsena, la famosa mártir que se celebra el 24 de julio, tiene su tumba en la Grotta Santa Cristina, es decir, la cripta de la Basílica de Santa Cristina, en Bolsena (Toscana, Italia). El sarcófago es nada menos que del siglo IV de nuestra era, que coincidió con la persecución de Diocleciano. Estamos hablando de un sarcófago que se hizo para albergar el cuerpo de Cristina prácticamente en la misma época de su martirio, y de un culto que empezó allí donde había sido enterrada (posteriormente la tumba se profanó y los restos se dispersaron, pero está claro que fue enterrada allí). Por lo tanto no tiene nada que ver con los restos llegados a Osma, que procedían de Roma, de una de las catacumbas, y que además llegaron en el siglo XVIII, época en que los corposantos iban surgiendo masivamente de sus nichos y siendo distribuidos por diversas iglesias cristianas en todo el mundo. Independientemente que se hayan distribuido reliquias de Santa Cristina de Bolsena por diversas zonas de Italia, los restos que llegaron a Osma eran un esqueleto completo.

4.- En la propia web de la parroquia de Osma, se nos dice: “En el Archivo Parroquial (…) se conserva, a su vez, una cédula fechada en Roma en el año 1788. Se trata de la primera parte del documento de la autentificación de la reliquia (la autenthicae), en donde se dice que, la joven mártir, fue extraida del cementerio romano de San Calixto.

Con todos estos considerandos, me inclino a afirmar que es evidente que Santa Cristina de Osma es una santa diferente, una mártir de las catacumbas, que no tiene nada que ver con Santa Cristina de Bolsena, que se veneraba en el pueblo anteriormente a la llegada del corposanto,  y que por devoción o por falta de información, se ha llegado a confundir una con la otra. Y es por eso que la ciudad de Osma tiene muchísimas imágenes de la santa de Bolsena distribuidas por la ciudad, la parroquia está consagrada a la santa de Bolsena, como siempre lo estuvo; la imagen venerada es la de la santa de Bolsena, y se celebra fiesta el 24 de julio, día de la santa de Bolsena, en honor a la santa de Bolsena, como había sido siempre… pero las reliquias de la urna no son de la santa de Bolsena. Son de Santa Cristina de las catacumbas, mejor dicho, la Santa Cristina de Osma, a partir de ahora.

Para más información, visitar:

Basílica de Santa Cristina. Bolsena: http://www.basilicasantacristina.it/
Parroquia de Santa Cristina. Osma: http://www.santacristinadeosma.org/

Meldelen

Como siempre, gracias, aquí estás aclarando confusiones y clarificando las cosas sobre corposantos, incorrupciones y todo esto. ¡Que no llevamos pocos, eh! Entre Aprio en Roma, Silvano en Dubrovnik, Teodora en Xalapa, Macrino en Santiago de Chile y Cristina en Osma, tenemos algo de trabajo hecho...Aún nos faltan muchísimos, eso si no nos linchan antes.

Ramón.